El Partido Acción Nacional (PAN) tiene por lo menos siete aspirantes presidenciales que buscan competir en las elecciones de 2024. Marko Cortés, líder nacional de la formación conservadora, ha sido el encargado de hacer el destape, en una lista que incluye a la senadora Lilly Téllez; al gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, y al excandidato a la presidencia Ricardo Anaya. Cortés también habló de las posibles candidaturas de Santiago Creel, secretario de Gobernación durante el Gobierno de Vicente Fox; Juan Carlos Romero Hicks, que fue coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados, así como de los gobernadores de Querétaro y Chihuahua, Mauricio Kuri y Maru Campos.
Y ESO QUE ES INOCENTE COMO "PEPE EL TORO":
El destape se produjo durante una gira de trabajo de Cortés por Yucatán, uno de los últimos bastiones gobernados por el principal partido opositor. “Me dio gusto visitar Yucatán y ponerlo como ejemplo de un Estado bien gobernado, con acciones, resultados y demostrando a todo el país que con Acción Nacional sí hay de otra”, escribió el dirigente panista tras reunirse con el gobernador Vila. “Sí hay de otra” es el eslogán con el que el panismo busca convencer a su militancia de que puede competir contra Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha arrasado en las últimas elecciones e inauguró la carrera por la sucesión desde hace meses.
Las posibles candidaturas adelantadas por Cortés delinean la estrategia del PAN de cara a 2024. Hay tres tipos de perfiles escogidos desde la cúpula panista. En primer lugar están los gobernadores, donde Vila aparece más adelantado. El partido solo gobierna seis Estados y está a punto de entregar el poder en Tamaulipas y en Durango. La erosión del poder territorial deja a la formación azul con pocos rostros visibles en el Gobierno y frente a la ciudadanía, y acota también sus opciones para movilizar a sus militantes, que se concentran en el norte, la península de Yucatán y el Bajío.
En segundo están opciones como Téllez, que llegó a un escaño gracias a Morena y después se ha convertido en una de las voces más estridentes de la oposición contra López Obrador. Si la votación presidencial se convierte en una especie de referéndum a favor o en contra de la llamada Cuarta Transformación, el proyecto político del actual Gobierno, un perfil como el de Téllez apostaría por capitalizar ese descontento y su presencia mediática, sobre todo entre los sectores más recalcitrantes. Se enfrenta, sin embargo, a la falta de experiencia: la excomunicadora no ha ocupado ningún puesto en el Ejecutivo ni ha ganado ninguna elección popular. Por último, aparecen viejos conocidos como Creel, Romero Hicks y Anaya, una apuesta por el pasado, con rostros experimentados y conocidos por la militancia, pero que ya fracasaron en la elección de 2018 contra Morena. “Acción Nacional tiene muy buenas opciones para la elección presidencial”, se lee en una declaración en la página oficial de la formación.
La lista de Cortés da tanto de qué hablar por los nombres que menciona como los que omite. La declaración del dirigente panista no cierra las puertas y se blinda con un “entre otros”. Pero fuera de la lista de la cúpula panista están personajes como Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el polémico gobernador saliente de Tamaulipas, el exgobernador de Chihuahua Javier Corral y mujeres como Margarita Zavala y Josefina Vázquez Mota, ambas ex candidatas presidenciales.
El listado tiene también como telón de fondo la alianza Va por México, una coalición amplia de partidos de oposición para competir contra Morena, compuesta por el PAN, el histórico Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Ante los escándalos que han lastrado al PRI y los pobres resultados que ha obtenido el PRD como fuerza política nacional, está por verse si el PAN se impondrá en la mesa de negociaciones con la idea de que el candidato salga de sus filas para cerrar el acuerdo.
El destape también obedece a la lectura de que la oposición tiene que empezar a posicionar a sus candidatos ante la carrera adelantada de Morena, a casi dos años de las elecciones. Un análisis de la consultora Oraculus exponía hace un mes que las llamadas corcholatas de Morena acaparaban más del 76% de la cobertura mediática, mientras que la oposición tenía que conformarse con el resto. Entre los opositores, el más visible era Alejandro Alito Moreno, el líder del PRI, enredado en una saga de filtraciones y exposición negativa. El PAN se enfrenta a un desafío doble: justificar su papel como timón de la oposición y demostrar que tiene una candidatura y un proyecto político viable y relevante para competir contra la 4T.
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