En Tamaulipas mantienen por años en prisión a una mujer migrante, pese a reclamo de la ONU para su liberación inmediata.
Juana Alonzo Santizo, es una migrante guatemalteca acusada de secuestro desde el 2014 y que aún no ha recibido una sentencia por falta de pruebas, sigue en prisión.
El gobierno de Tamaulipas sigue sin liberarla, a pesar la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomendó hacerlo antes del 8 de marzo de este año por las irregularidades durante su proceso penal.
Alonzo Santizo fue detenida en agosto del 2014 por policías de Reynosa. La guatemalteca, fue retenida en una casa por quienes que la iban cruzar a los Estados Unidos.
Durante su estancia en la casa de seguridad policías estatales ingresaron al inmueble, la detuvieron y la llevaron a una agencia del ministerio público, donde la acusaron de tener secuestrada a otra joven extranjera que estaba en el mismo lugar.
La ONU revisa su caso
El Grupo de Detención Arbitraria de la ONU revisó el caso y concluyó que Juana sufrió violaciones a sus derechos humanos durante la detención, ya que los policías la golpearon y bajo tortura la obligaron a firmar un documento para echarse la culpa.
La mujer tampoco tuvo acceso a un traductor que hablara chuj, su lengua materna, ni la asistencia de un abogado que le explicara por qué estaba detenida.
La oficina de las Naciones Unidas emitió en su pronunciamiento 35/2021:
“El Grupo de Trabajo considera que la detención de la Sra. Alonzo Santizo fue arbitraria. Se ha vulnerado el derecho de la Sra. Alonzo Santizo, puesto que no se le garantizó el acceso a un abogado antes de su declaración inicial y, subsecuentemente, el ejercicio de igualdad de armas legales en el juicio”.
La oficina de las Naciones Unidas emitió este pronunciamiento el 8 de septiembre del 2021 donde estipulaba que a más tardar en seis meses Juana tenía que ser liberada por falta de pruebas en su contra.
Ayer tenían que liberarla
El periodo se cumplió ayer, martes 8 de marzo, justo cuando en las calles se conmemoraba el Día Internacional de la Mujer.
Sin embargo Juana Alonzo continúa privada de su libertad en una cárcel de Reynosa.
A pesar de que la recomendación de la ONU no tiene efectos vinculantes en México, es decir, las autoridades no están obligadas a obedecerla, los abogados que defienden a Juana mantienen la esperanza de que el Grupo de Detención Arbitraria pueda ayudar a liberar a la mujer indígena.
Juana lleva siete años en prisión sin recibir una sentencia por el delito de secuestro, lo que afecta su vida y la de toda su familia.
Pedro Alonzo, el hermano menor de Juana habla acerca del caso:
“La verdad es una tristeza porque esto ha afectado mucho. Cuando uno se pone a pensar, estando con la familia, cuando nos reunimos, realmente hace falta algo, entonces nos llega ese recuerdo”,
Lamujer proviene de una familia donde se dedican a cultivar maíz, frijol, trigo y papa en San Mateo Ixtatán, una comunidad de Huehuetenango en Guatemala.
Juana quería llegar a Estados Unidos para encontrar un trabajo y enviar dinero a su familia.
Pedro platica acerca de su hermana:
“Ella estaba grande y empezó a ver la necesidad, pero también creo que mi hermana tenía muchos sueños, tenía una meta de ser alguien en la vida y ayudar a la familia”.
En la página de Facebook de la organización Promotores de la Liberación Migrante se pueden leer las exigencias de justicia. Incluso hay un video de Juana agradeciendo las muestras de apoyo desde la cárcel de Reynosa.
En su comunidad natal, Juana era parte de un grupo juvenil de una iglesia católica, además de dedicarse a labores del hogar y cuidar de su madre.
La familia de Juana, sus amigos y pobladores de San Mateo Ixtatán han realizado varias manifestaciones por la libertad de la mujer.
Mientras tanto en Tamaulipas mantienen en prisión a Juana, la indígena migrante, 7 años después de su detención arbitraria.
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