El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador enfocó todas sus baterías contra el Ejecutivo Estatal tamaulipeco. Esa apuesta va en un solo sentido: sería el primer gobernador encarcelado en el milenio. Es cuestión de horas su captura por delitos federales.
Toda la maquinaria del Estado, en manos de Morena, se lanzó contra el gobernador panista de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca. Por todos los flancos es acorralado y podría caer en la cárcel en cualquier momento. Incluso detenido en aquella entidad, donde tiene fuero constitucional, pero sobre delitos del orden común y ahora lo están acusando de violaciones penales federales.
Una cosa queda muy clara, que si bien la orden de aprehensión fue girada por un juez de distrito, a petición de la Fiscalía General de la República, lleva una serie de informaciones sobre presuntos nexos de Cabeza de Vaca con narcotraficantes, así como otras operaciones ilícitas en aduanas y el encubrimiento de bandas delictivas locales.
El archivo, que mantiene en secreto el equipo de Alejandro Gertz Manero, tiene mucha información que proviene de sus pares en Estados Unidos, así como una relación de propiedades y cuentas bancarias que tiene el político panista en la Unión Americana.
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