Entre esas personas está María Eugenia Campos Galván, candidata a Gobernadora de Chihuahua por el PAN y el PRD, quien fue vinculada a proceso judicial por el delito de cohecho durante la audiencia que se llevó a cabo entre el 31 de marzo y el 1 de abril.
El Juez del Control, Samuel Uriel Mendoza Rodríguez, validó todos los testimonios que presentó la Fiscalía de la Función Pública para probar la existencia de la “Nómina Secreta”. La lista incluye a directivos de alto nivel, así como asesoras técnicas, secretarias y un mensajero.
Tres testigos protegidos identificados con las series DF23M11578/2018, AAZ55869/2017 y DF-23N1578/2018 proporcionaron la información clave al detallar la mecánica para crear la “Caja Chica” en la Secretaría de Hacienda.
El desvío inició desde que arrancó la administración de César Duarte. Durante los tres primeros años, del 2010 al 2013, sacaron el dinero del gasto operativo de la Secretaría de Hacienda.
Durante los últimos tres años, del 2014 al 2016, inventaron un empleado fantasma que ganaba cinco millones de pesos mensuales para sacar el dinero a través de la nómina, particularmente del rubro de compensaciones. Hasta aguinaldo le asignaron.
El saqueo mensual fijo ascendía a cinco millones de pesos, pero frecuentemente se elevó a 15 o 20 millones de pesos mensuales, según las necesidades personales del exgobernador.
La Fiscalía sostiene que la “Nómina Secreta” desvió cerca de mil millones de pesos durante toda la administración. Tan sólo entre 2014 y 2015 tiene registrados 470 recibos que firmaron 34 personas por un monto que supera los 172 millones de pesos, entre ellas Maru Campos y César Jáuregui Moreno, quienes recibieron cerca de 13 millones de pesos en efectivo cuando ambos eran diputados locales.
Fue el exgobernador quien ordenó crear la “Nómina Secreta” en la Secretaría de Hacienda con la intención de tener fluidez económica y solventar sus requerimientos personales. El dinero salía de la Secretaría de Hacienda a través de cheques, de cuentas que la institución tenía en Bancomer, Santander y Banamex.
Esos cheques se depositaban en Bancomer a nombre del Servicio Panamericano. Generalmente hacía los depósitos César Vázquez Frías, quien se desempeñaba como mensajero.
Vázquez Frías también figura como testigo de la Fiscalía. Confesó que cada mes depositaba los cheques en Bancomer a favor del Servicio Panamericano, generalmente por cinco millones de pesos. Los cheques se los entregaba José Federico Alvarado Medrano, quien fungía como supervisor administrativo de Hacienda. El mensajero recababa las firmas de altos directivos, depositaba los cheques y entregaba los vouchers a los mismos funcionarios.
Otro día del depósito, el Servicio Panamericano entregaba el dinero en efectivo en la Secretaría de Hacienda. Regularmente lo recibía Alvarado Medrano y lo depositaba en la bóveda de la institución, aunque el mensajero reveló que ocasionalmente él recibió el efectivo y lo depositó en la bóveda.
Al ofrecer su testimonio, Vázquez Frías reconoció 24 cheques por cinco millones de pesos cada uno que depositó en la cuenta de Bancomer a favor del Servicio Panamericano.
Alvarado Medrano también testificó ante la Fiscalía. Admitió que, por instrucciones de sus superiores, él elaboró cheques por cinco millones de pesos cada mes. También reconoció que recibió el dinero en efectivo y lo depositó en la bóveda.
Reveló que al inicio de la administración, cuando sacaban el dinero del gasto operativo, cambiaron algunos cheques en la ventanilla del banco. Incluso en una ocasión cambiaron un cheque de 40 millones de pesos y como no pudo salir a nombre de la Secretaría de Hacienda, salió a su nombre.
El testigo reconoció su firma en los recibos del Servicio Panamericano, conocidos como carta porte. Otra testiga es Yoi Sayto Meraz, quien laboraba en la Dirección de Recursos Humanos. Sostuvo ante la Fiscalía que entre 2014 y 2015, por órdenes de su jefe Abelardo Armendáriz, liberó cheques por cinco millones de pesos cada mes, de una cuenta de Bancomer con terminación 3970. Reconoció 33 cheques que emitió en esos años, incluso ella se quedó con los talones.
Alma Verónica Torres Torres, quien se desempeñaba como asesora técnica en Hacienda, es otra testiga. Informó a la Fiscalía que ocasionalmente recibió el dinero en efectivo del Servicio Panamericano y lo depositó en la bóveda.
Precisó que esta tarea generalmente la hacía Alvarado Medrano, pero algunas veces ella recibió el dinero porque llegaba más temprano que el resto del personal. Reconoció cuatro recibos, conocidos como carta porte, que le firmó al Servicio Panamericano entre 2014 y 2015.
Jazmín Alarcón Jurado, quien laboraba en el área de atención al público, también testificó ante la Fiscalía que en una ocasión recibió el dinero en efectivo del Servicio Panamericano y lo depositó en la bóveda de Hacienda.
Reconoció un recibo que firmó por 12 millones de pesos. Los testigos protegidos le dijeron a la Fiscalía que a la hora de las auditorías, la Secretaría de Hacienda emitió dos pólizas para justificar las erogaciones: Una por 800 millones y otra por 122 millones, lo que da un total de 922 millones de pesos.
Sin embargo, la Secretaría de Hacienda no contaba con documentación idónea que sustentara el gasto en esas pólizas, por eso, con el fin de justificar el desvío de recursos, consiguió facturas apócrifas, simulación de contratos con empresas fantasmas y órdenes de compra de servicios que nunca recibieron.
El dinero en efectivo se convirtió en la “Nómina Secreta” que la Secretaría de Hacienda repartía cada mes entre personas de la política, la legislación, la religión y el periodismo, a cambio de favores que le hacían al exgobernador César Duarte, entre ellas Maru Campos, actual candidata a Gobernadora de Chihuahua por el PAN y el PRD.
Fuente: Ecos de Mirabal.
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