Funcionarios del gobierno en el estado fronterizo de Nuevo León anunciaron una nueva serie de operaciones destinadas a reducir un aumento esperado en los robos en carreteras contra vehículos comerciales y posibles saqueos de tiendas. La espera en una ola de delincuencia llega en un momento en que los viajes por carretera han disminuido considerablemente después de la llegada del coronavirus (COVID-19) a México.
En una serie de declaraciones públicas, el Secretario del Estado de Nuevo León, Manuel Florentino González Flores, dijo que ordenaría un aumento en el patrullaje a lo largo de las diversas carreteras de su estado, así como en las principales bodegas utilizadas por tiendas y supermercados en un intento de evitar saqueos y robos mientras continúa la pandemia.
En las últimas semanas, Nuevo León se ha visto sacudido por el creciente número de casos subiendo al quinto lugar de 32 estados en la nación con 88 pacientes confirmados. La débil respuesta del gobierno federal provocó cierta tensión con Nuevo León, donde los funcionarios del gobierno habían estado pidiendo medidas más estrictas.
Según Víctor Manuel Presichi Amador, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV), las organizaciones criminales podrían ser responsables de hasta un 50 por ciento de aumento en el robo de alimentos, medicamentos y artículos esenciales para satisfacer la creciente demanda en el mercado negro.
En los últimos días, ANERPV compartió su información con las autoridades a nivel federal y local para ayudar a crear estrategias para frenar los robos de carreteras contra vehículos comerciales. Actualmente, los puntos difíciles en todo el país en robos de carreteras son los estados de Puebla, Guanajuato, Veracruz y San Luis Potosí, regiones dominadas por Los Zetas, Cartel Jalisco Nueva Generación y Cartel Santa Rosa de Lima.
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