Karen Cota, reportera de Milenio DataLab, anunció este martes su renuncia a este medio, debido a la censura de la que fue objeto su reportaje “El (falso) éxito de la Cruzada contra el Hambre”.
La periodista relató que este martes firmó su renuncia formal, debido a que el director de periódico, Carlos Marín, permitió que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) influyera directamente en la censura de su trabajo periodístico.
El reportaje primero fue eliminado de la página por órdenes de Marín, de acuerdo con la reportera, pero después fue republicado sin la palabra “falso”.
Cota relató que después de cinco meses de investigación y verificación su reportaje fue publicado por Milenio, pero que un día después la titular de la Sedatu y ex secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, y otros funcionarios se apersonaron en las instalaciones del medio para reclamar.
“El martes 8 de marzo, la señora Rosario Robles Berlanga visitó a Marín acompañada por funcionarios de Sedatu y el director me ordenó entrar a una reunión con ellos para confrontar nuestra investigación. Hizo hincapié en que todo sería ‘off the record’.
“Consciente de que teníamos argumentos sólidos , un compañero del equipo y yo defendimos punto por punto la investigación, lo que provocó molestia, enojo y varios manotazos en la mesa de parte de los funcionarios de Sedatu.
Los asistentes a esa reunión, enumera Cota, fueron: el subsecretario Enrique Gonzáles Tiburcio; Rocío Bolaños, directora de Difusión, y otro asistente que no se identificó. “Mientras, Robles se encontraba en la oficina de Marín. Lo sé porque la vi salir (la sala de juntas tiene pared de cristal y da vista hacía la oficina del director editorial) y casi toda la redacción la vio entrar”, cuenta en una carta publicada en Medium.
La reportera relató que después de la reunión con Robles Berlanga, Marín aceptó publicar un “desmentido”, al que luego aceptó llamar “réplica”, que constituía un artículo escrito por una reportera de Milenio, pero que fue atribuido a la Sedesol.
“Milenio DataLab se terminó porque quien debió defender nuestro trabajo, no lo hizo. Esperó que aceptáramos trabajar bajo condiciones de censura y nula libertad de expresión.
“Fue Carlos Marín, quien prefirió creerle a Robles Berlanga, que a los reporteros que le estaban dando una revelación periodística importante y necesaria para la reconstrucción de la credibilidad de los que ahí trabajan, incluida la suya”, concluyó.
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