El Instituto Nacional de Migración (INM) detuvo a 307 mil 569 extranjeros en 2021, según datos de la Unidad de Política Migratoria, dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob). Se trata de un récord histórico ya que nunca antes México arrestó a tantas personas por no tener documentación en regla.
Andrés Manuel López Obrador se convierte así en el presidente que más migrantes ha detenido en un solo año y supera por más de 100 mil a Enrique Peña Nieto, que en 2015 registró la detención de 198 mil extranjeros.
Por el contrario, las deportaciones no están tan disparadas: el año pasado fueron devueltas 114 mil 366 personas. Es decir, que apenas uno de cada tres migrantes que fue interceptado por el INM luego fue obligado a regresar a su país.
Por primera vez, el informe que presenta la Unidad de Política Migratoria diferencia entre “presentados” y “conducidos”. Según explicó la propia institución, esta nueva presentación tiene como objetivo adecuarse a la reforma de la Ley del Menor que impide que niños, niñas y adolescentes sean encerrados en centros de detención.
De esta manera, hubo 187 mil 321 “presentados”, a los que se envió a una estación migratoria, y otros 120 mil 448 “conducidos” a una institución o un albergue. Estos últimos son las familias con menores de edad a su cargo que tampoco pueden ser, en principio, detenidos.
La mayoría de las personas detenidas llegaron de Centroamérica. De hecho, casi 250 mil procedían de los países centroamericanos. Honduras, con 127 mil 227 personas interceptadas; Guatemala, con 80 mil 717; El Salvador, con 24 mil 514 y Nicaragua, con 15 mil 407, son los países con mayor número de migrantes detenidos.
“Se incrementó el número de detenciones pero bajó el de deportaciones. Esto es, en parte, debido a la implementación de las reformas que protegen a los niños, niñas y adolescentes migrantes y en parte por las dificultades de devolver a personas de Haití, Venezuela, Cuba y Nicaragua”, dijo Gretchen Kuhner, directora de Imumi (Instituto de la Mujer Migrante).
“Otro tema que llama mucha la atención es el número tan bajo de estancias por razones humanitarias”, dijo Kuhner. Según las cifras de la Unidad de Política Migratoria se entregaron algo más de 40 mil, lo que queda muy lejos de las 131 mil solicitudes de asilo presentadas ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
“Todo eso apunta a decisiones tomadas sobre la marcha para mantener políticas de contención y disuasión sin que las personas pudieran acceder a la documentación estipulada por ley, creando incertidumbre debido a las decisiones ad hoc que iban tomando para resolver situaciones de personas desesperadas para una respuesta y manteniendo a las personas atrapadas en Tapachula hasta crear situaciones de hacinamiento, falta de acceso a viviendas, salud y educación”, denunció Kuhner.
Operativos en Tapachula
Tapachula es el epicentro de estas políticas de control migratorio. Quique Vidal, del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, denunció que “cada vez las autoridades se atreven a más cosas”. En los últimos días se registraron redadas cerca de albergues y oficinas y, según Vidal, se instalaron retenes al interior de la ciudad, lo que obliga a los migrantes a permanecer en la colonia en la que residen. “Quieren obligar a las personas a estar dentro de guettos”, denunció.
El activista recordó que aunque el número de deportaciones no se incrementó en relación a las detenciones, hay fenómenos que no se están tomando en cuenta porque son irregulares.
“El problema es que hay un vacío enorme porque no se están registrando como deportaciones a la gente que está siendo abandonada en frontera y las personas que desde noviembre fueron abandonadas en diferentes estados sin ningún programa de reasentamiento y obligándolas a abandonar sus procedimientos”, se quejó.
Además, según explicó, muchos migrantes están siendo liberados de la estación migratoria Siglo XXI de madrugada y sin documentos, lo que hace que lleguen a ser detenidos en varias ocasiones.
En opinión de Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Mesoamericano, el incremento también obedece a un aumento en el flujo que viene motivado por un mayor control de los grupos de tráfico sobre las rutas. “Pueden traficar, movilizar a miles de personas semanalmente. Eso ayuda a que se disparen los números”, explica, tras señalar que esto no podría producirse sin las altas cotas violencia y pobreza que sufren las personas que migran hacia EU.