La aguerrida periodista Sofia Pacheco,volvio a la cargada y lo hizo con sobriedad para responder a las justificaciones vertidas por la Senadora de Morena,luego de que esta fue atrapada con los dedos en la puerta de una transaccional multimillonaria que vincula a la multacusada Vector Casa de Bolsa.
Pero de los vínculos citados por la periodista Sofia Pacheco, resulta obligado rememorar aquella tragedia de 2016 que envolvió la muerte de Albino Sosa Terán, padre de la entonces diputada Olga Sosa, un episodio que, más allá de la nota roja, revela las hondas grietas de un entorno donde el dinero mal habido, las alianzas turbias y la impunidad suelen tejer destinos funestos.

El relato oficial habló de un asalto frustrado en una brecha rumbo a Pánuco, Veracruz, donde Sosa Terán, perseguido por motociclistas, recibió un disparo en la cabeza y perdió la vida al volcar su vehículo.

Sin embargo, versiones extraoficiales y denuncias ciudadanas apuntan a que no fue un simple robo: el verdadero objetivo habría sido su socio, el notario Fernando Barrera González, personaje envuelto en señalamientos de corrupción, despojos y vínculos oscuros con el poder político y el crimen organizado.
En este contexto, la desgracia no aparecio como un accidente aislado, sino como la consecuencia natural de una vida marcada por la connivencia con intereses inconfesables, porque el dinero de origen incierto, que alguna vez brindó lujos y acceso a las élites, termina por atraer la desgracia con la misma fuerza con que atrae la codicia y la traición que llevo al abogado a ser secuestrado.

Así, la muerte de Albino Sosa Terán se convierte en un símbolo de advertencia: en el universo donde la fortuna se amasa entre la sombra y la impunidad, la desgracia acecha siempre al acecho, y el destino de quienes se alimentan de ese fango es, tarde o temprano, el pago de una deuda que la justicia formal rara vez cobra, pero que la fatalidad nunca olvida.
El círculo vicioso de la riqueza fácil —construida al amparo de la transa, el tráfico de influencias y la manipulación de la ley— suele cerrarse con violencia, dejando tras de sí una estela de dolor y sospecha.
De este escenario siempre movedizo de la política tamaulipeca, emerge la figura de este animal político cuya piel, lejos de ostentar la pulcritud del ideal republicano, exhibe las manchas indelebles de la conveniencia y la herencia. Se trata de un espécimen cuya astucia no reside en la construcción de consensos, sino en la destreza para navegar las aguas turbias de la sucesión patrimonial y el acomodo estratégico. Su andar, calculado y sigiloso, revela más afinidad con la sobrevivencia de los linajes que con la vocación de servicio.
Este ser, descrito con la pluma incisiva de la periodista, se nutre de los resquicios legales y de las dádivas familiares, haciendo de la política un feudo privado donde la sangre pesa más que el mérito, y la lealtad filial suplanta al compromiso ciudadano. Su moral es dúctil, maleable, capaz de adaptarse a los vientos de la conveniencia, y su ética, si acaso la conoce, es un ropaje que se pone y se quita según el acto al que asista.
No es un depredador abierto, sino un rumiante de oportunidades: mastica, digiere y regurgita las prebendas que el poder le ofrece, sin rubor ni pudor. Su ambición, envuelta en discursos de modernidad y progreso, es en realidad la perpetuación de un linaje, la continuidad de una dinastía que confunde el interés público con el patrimonio familiar.
En suma, la periodista nos presenta a un animal político poco pulcro, cuyo pelaje brilla más por el lustre de la herencia que por la limpieza de sus actos; un ejemplar que, lejos de elevar la vara de la ética pública, la arrastra por los vericuetos de la conveniencia personal y la herencia anticipada. Es, en definitiva, la síntesis de una catadura inmoral: hábil para la simulación, experta en el usufructo del poder, y siempre presta a recibir, más que a servir.
Que dice Sofia Pacheco:
Conoció los dólares hasta que Ricardo Gamundi su mecenas se los mostró, pero dice que su abue era el lobo de Wall Street
Al puro estilo de Víctor Hugo y su novela “Los Miserables” nos resultó la Senadora morenista de Tamaulipas, Olga Patricia Sosa Ruiz, quien ayer se pronunció respecto a nuestra Columna periodística publicada un día después de que el Departamento del Tesoro revelara a la Casa de Bolsa VECTOR, propiedad de Alfonso Romo, como uno de 3 negocios bursátiles inmiscuidos en el lavado de dinero de los narcoterroristas mexicanos, las tarjetas de crédito relacionadas con estas empresas fueron congeladas, así como otras operaciones fundamentales en el desarrollo de sus actividades rutinarias, asimismo el Secretario de Estado, Marco Rubio, señaló que quitarán visas a familiares y socios de los bancos mexicanos CIBanco, Intercam y Vector Casa de Bolsa sancionados por presunto narcolavado.
Siendo esa la magnitud de corrupción del asunto, lógicamente no podíamos dejar de publicar el recibo que VECTOR le generó a la madre de Sosa Ruiz en 2022 cuando ésta fue a comprar una tarde de noviembre UN MILLÓN Y MEDIO DE DÓLARES, asunto que ventilamos el año pasado y que según la propia Sosa Ruiz ya en 2022 se había publicado “de manera ilegal”.
La Senadora vinculada con Sergio Carmona Angulo en más de una forma y en múltiples ocasiones, usando los logotipos del Senado de la República que ostentan su fuero e impunidad, trató de tergiversar la información aceptando la operación millonaria pero negando que fuese ella la realizadora, sino su madre.
No dijo nada nuevo más allá de las patrañas que se inventan los políticos marrulleros e inmorales como ella: que es una “herencia”, que su abuelo era jugador en la bolsa de valores y que le dejó 30 millones 500 mil pesos a su madre en dinero corriente, con lo cual, sin mediar documento alguno que pruebe su dicho, la Senadora justificó la transacción, no así el hecho de elegir VECTOR como el lugar idóneo para ello.
Usted que me lee más allá de Tamaulipas, debe saber que ni por error esa firma es un “Oxxo” bancario, le aseguro que no encontrará una sola sucursal en ciudad Victoria o, de hecho, en toda la entidad de esta empresa, de modo que ¿cómo la eligió la señora Ruiz?
De las 50 bancas múltiples y 6 de desarrollo que operan en el País ¿Cómo fue que la madre de tan impoluta sierva de la nación eligió un pequeñito banco perdido con una sucursal en Nuevo León?
De entrada ¿cómo confía su activo en un banco casi inexistente? ¿Y cómo dio con él, si la señora vive en sus 2 mansiones que tiene en Tampico de las cuales por cierto también es nueva propietaria?
Pero le decía líneas arriba que Olga Sosa Ruiz se forjó ideas en su cabeza como el personaje principal de “Los Miserables” donde Jean Valjean, un hombre marcado por su pasado como prisionero y ladrón se hace historias elitistas de sí mismo, como ser rico de nacimiento y haber recibido tremendas herencias para poder justificar sus corruptelas, su miseria, inmoralidad, y raterías, ¡¡¡igualito que la Senadora Olga Sosa!!!
Debo decir que la Senadora sí recibirá una cuantiosa herencia pero será cuando su madre muera, ese detalle nos lo puede aclarar el tío de Sosa Ruiz, el Notario #265 Fernando Barrera, ubicado en Tampico, en el sector donde justamente compró su última mansión la señora Ruiz, por ahí de la colonia Altavista, Lomas de Rosales, Flamboyanes, Petrolera, Country, esa zona exclusiva donde ni Olga ni su familia nacieron o crecieron, solo se avecindaron después de Carmona Angulo.
Infortunadamente las mentiras y fantasías de Sosa Ruiz además de ser membretadas por el Senado del pueblo, también son aceptadas por el orgasmo, ya que en la DECLARACIÓN PATRIMONIAL de la Senadora resaltan las siguientes condiciones de las que, de entrada, le aseguro miente en el valor del departamento en el lujoso complejo residencial playero “VELAMAR”, el cual dice le costó 3 millones de pesos; le doy 4, Senadora, si me consigue uno igual o me vende el suyo, ya que usted dice que obedece a la sencillez, humildad y austeridad morenista, entonces ese lujo está de más, amén del enorme gasto que está haciendo en su campaña anticipada y no autorizada por la gubernatura de Tamaulipas.
Olga Sosa dice que gana 135 mil pesos mensules en el Senado .
Que posee un terreno de 404 M2 que compró en 1995 de contado de 1 millón 350 mil pesos.
Un departamento (Velamar ) que compró con un crédito en 2019 y que le costó 3 millones 500 mil ( miente no tiene ese valor ) (después de Carmona).
Casi 2 años después en 2021 compró una casa con valor de 4 millones 300 mil pesos . Superficie De mil 500 metros . (Después de Carmona).


En cuanto a vehículos solo dice en su declaración que tiene un carro Mercedes Benz 2010, producto de una herencia con valor de 415 mil pesos ( no creo que solo tenga ese carro viejo, aunque sea un Mercedes Benz, nuevamente miente).
¿Se da cuenta como la mente de esta moderna Jean Valjean del Senado mexicano se da vuelo incluso en documentación oficial convencida de que todos le creerán?
Aquí en corto ya lleva 2 herencias familiares citadas: la del 2010 y la de su abue, el Lobo de Wall Street, ¡¡¡por 30 millones y medio de pesos!!!
Si al menos ella y su madre hubieran entendido el valor de los Cetes en inversiones simples, en lugar de comprar dólares, hoy esos 30 millones 500 mil pesos les habrían generado al menos 3 millones de pesos.
¡¡¡O no le aprendieron nada o ambas señoras mienten!
Seguimos esperando el momento en el que entre a escena Javert, el inflexible inspector de policía obsesionado con la captura de Olga Jean Valijean Sosa, pero debo advertir que ya la mujer en cuestión se siente perseguida, toda vez que para el inicio de su gestión como Senadora, fue la PRIMERA Morenista en solicitar Suburban blindada y escoltas pagados con el erario de la nación, lo cual causó revuelo en los círculos morenistas toda vez que eso de pedir guarros y coches blindados está muy alejado de la austeridad que dicen, enarbolan.
Lastimosamente dudo que el Javert de “Los Miserables” salga en esta representación de Olga Sosa porque, bueno, Javert era la conciencia de Jean Valijean diciéndole “robaste”, “ratero”, “corrupto”, “cínico” a su perseguido y pues ahí sí a Olguita no le alcanzará porque no tiene ni una poca de conciencia o un asomo de vergüenza.
Empinó a su madre, la hace su testadora, la orilla a mentir, a eludir, a encubrir, a ser socia de una operación millonaria en una casa de bolsa financiadora y blanqueadora del narcoterror, y quiere que usted y yo creamos en su palabra sin documentos, en su prístina candidez y de paso hasta en su virginidad.
Y estaría bien si no fuera porque la adorable criaturita quiere Gobernar Tamaulipas.
Nos leemos la próxima vez.
Con informacion: CENZONTLE400/ ELNORTE/

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