El Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dice estár listo para declarar una emergencia nacional en la frontera con México, dentro de una serie de órdenes ejecutivas que planea emitir pocas horas después de jurar el cargo, según informó The Wall Street Journal.
La declaración de emergencia desbloquearía los fondos y activos adicionales del Pentágono para ayudar con la crisis fronterizas, eso equivale al movimiento de tropas para ayudar a construir infraestructura en la zona, así como relanzar una política conocida como “Remain in México” (Quédate en México) que requiere que migrantes que buscan asilo realicen su proceso en ciudades fronterizas mexicanas.
Además, Trump planea cumplir su promesa de designar a cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, así como implementar prohibiciones de viaje. El diario dijo que no está claro cómo estos vetos podrían llevarse a cabo.
Los asesores del Mandatario electo también han planeado redadas de migrantes en varias ciudades como Chicago, Boston, Washington DC,Miami, Los Ángeles, Denver, Nueva York y San Antonio, aunque la escala y número de ciudades todavía no es algo certero.
El Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, está preparando mañana una serie de órdenes ejecutivas que planea emitir pocas horas después de jurar el cargo.
Adaptación del crimen organizado
El inminente endurecimiento de las políticas migratorias y de control fronterizo por parte de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump plantea es un escenario preocupante para México, especialmente en lo que respecta a la evolución de las actividades del crimen organizado en la región fronteriza.
Históricamente, los cárteles mexicanos han demostrado una notable capacidad de adaptación frente a los cambios en las políticas de seguridad.
Durante la guerra contra el narcotráfico emprendida por Felipe Calderón (2006-2012), el aumento de la presión sobre el tráfico de drogas llevó a una diversificación de las actividades delictivas. Es probable que ante un mayor control fronterizo por parte de EE.UU., los grupos criminales busquen nuevas fuentes de ingresos dentro del territorio mexicano.
Posible repunte de delitos de alto impacto
Existe un riesgo significativo de que se repita el patrón observado durante la administración Calderón, donde la presión sobre el narcotráfico resultó en un aumento dramático de delitos como:
- Extorsión
- Secuestro
- Trata de personas
- Robo con violencia
Estos crímenes podrían intensificarse particularmente en las ciudades fronterizas de Tamaulipas y el pais, que ya enfrentan altos niveles de violencia.
Preparación de las autoridades mexicanas
La capacidad de respuesta del gobierno mexicano ante este escenario es cuestionable. Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum ha declarado que el país está preparado para enfrentar posibles deportaciones masivas, existen dudas sobre la infraestructura y los recursos disponibles para manejar un aumento significativo en la actividad criminal.
Desafíos institucionales
- Corrupción,Complicidad e impunidad: Problemas endémicos que históricamente han obstaculizado los esfuerzos de seguridad.
- Coordinación intergubernamental: La falta de una estrategia unificada entre los niveles federal, estatal y municipal podría dificultar una respuesta efectiva.
- Recursos limitados: El posible aumento en la demanda de servicios de seguridad y asistencia social podría sobrepasar las capacidades actuales.
Implicaciones para la seguridad regional
El potencial desplazamiento de las actividades criminales hacia el interior de México no solo representa un riesgo para la seguridad nacional, sino que también podría tener repercusiones regionales. La presión sobre los grupos delictivos en la frontera norte podría llevar a una mayor penetración de estos en la frontera sur, exacerbando los problemas de tráfico de personas y drogas desde Centroamérica.
Conclusión
El escenario que se avecina plantea desafíos significativos para México. La historia sugiere que los grupos criminales encontrarán formas de adaptarse y mantener sus operaciones, muy posiblemente a expensas de la población civil.
La pregunta clave es si las autoridades mexicanas han aprendido de experiencias pasadas y están verdaderamente preparadas para enfrentar esta nueva realidad,lo mas probable es que no.
Con informacion: ELNORTE/
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