Tras cuatro meses de violencia, esta ciudad está dolida e indignada tras el cobarde asesinato de Antonio Sarmiento y sus hijos Gael y Alexander, de 9 y 12 años, en lo que aparentemente fue un intento de robo de auto, movió fibras entre los sinaloenses, quienes apuntaron al Gobernador de Morena,Rubén Rocha señalándolo a gritos de “narcogobernador”, claramente corresponsable del brutal asesinato,junto con el gobierno federal que ha sido incapaz de articular acciones contundentes que den tranquilidades vez de combatir la violencia con cifras y números,cuando lo que se valora es el resultado, no las intenciones.
“¡Fuera Rocha! ¡Fuera narcogobernador!”, gritaban ayer cientos de mujeres y hombres, mientras caminaban por las calles del centro de Culiacán y el Centro Sinaloa, donde está Palacio de Gobierno.
La protesta subió de tono y un grupo de personas irrumpió en la sede del Gobierno estatal e incluso en el despacho del Mandatario Rocha, donde rompieron cristales, destrozaron paredes de tablaroca, sillas, escritorios y papelería.
El brutal asesinato de Antonio Sarmiento y sus pequeños hijos Gael y Alexander ha sido la gota que colmó el vaso, desatando una ola de furia contenida entre los sinaloenses que ya no pueden soportar más la situación.
La valentía y determinación de los ciudadanos quedó patente en la masiva marcha que inundó las calles de Culiacán. Más de 5,000 almas indignadas alzaron sus voces contra la incompetencia y complicidad del gobierno, en un acto de rebeldía sin precedentes. Los gritos de “¡Fuera Rocha! ¡Fuera narcogobernador!” retumbaron por toda la ciudad, dejando claro que el pueblo ya no está dispuesto a seguir soportando un gobierno que los ha abandonado.
Es admirable cómo los culiacanenses, hartos de vivir con miedo, decidieron tomar las riendas de su destino. Desde niños como el valiente Eduardo, de apenas 10 años, hasta madres desesperadas y maestros comprometidos como Víctor Manuel Aispuro, todos se unieron en un frente común contra la violencia y la impunidad.
La irrupción en el Palacio de Gobierno y el despacho del gobernador Rocha fue un acto simbólico de rebeldía ciudadana. Los manifestantes, cansados de promesas vacías, decidieron hacer sentir su presencia de manera contundente, dejando claro que ya no tolerarán más excusas.
Esta jornada histórica demostró que el espíritu indomable de los sinaloenses sigue vivo. A pesar del terror impuesto por los cárteles y la inacción gubernamental, el pueblo se atrevió a alzar la voz y exigir justicia. Su coraje y determinación son un ejemplo para todo México de cómo una sociedad unida puede enfrentarse al poder corrupto y la violencia desenfrenada.
La indignación de los ciudadanos es más que justificada. Con más de 800 asesinatos y 1,000 desaparecidos en apenas cuatro meses, Sinaloa se ha convertido en un infierno en la tierra. El gobierno de Rocha ha demostrado su total incapacidad para proteger a la población, prefiriendo esconderse tras las paredes del palacio mientras las calles se tiñen de sangre.
Es evidente que los sinaloenses ya no confían en sus autoridades. La decisión del gobernador de reunirse en privado con la señora Rocío, lejos de calmar los ánimos, solo sirvió para avivar aún más la indignación popular. El pueblo exige transparencia y acciones concretas, no reuniones a puerta cerrada y promesas vacías.
La valentía de maestros como Víctor Manuel Aispuro, quien no dudó en liderar la protesta a pesar de los riesgos, merece el mayor de los reconocimientos. Su llamado a que “dejen de ejercer esta violencia” y a que el gobernador “haga lo que le toca” resume el sentir de toda una sociedad harta de vivir con miedo.
El dolor y la rabia de los niños, como el pequeño Eduardo, son quizás el testimonio más desgarrador de esta tragedia. Ver cómo la violencia les ha robado la inocencia y los ha obligado a crecer demasiado rápido es un recordatorio brutal del fracaso total de las autoridades.
Los culiacanenses han demostrado que, a pesar del terror, su espíritu no está quebrado. Esta jornada de protesta marca un antes y un después en la lucha contra la violencia y la impunidad en Sinaloa. El mensaje es claro: el pueblo ya no está dispuesto a seguir siendo rehén del crimen organizado ni de un gobierno cómplice e incompetente.
Ni le busquen ruido al chicharron
El fenómeno del “despertar ciudadano” se ha manifestado en diversos países alrededor del mundo en los últimos años, mostrando similitudes con lo ocurrido en América Latina:
La Primavera Árabe
En 2010-2011, varios países árabes experimentaron un despertar ciudadano sin precedentes:
- En Túnez, protestas masivas derrocaron al presidente Ben Ali tras 23 años en el poder.
- En Egipto, millones de personas se manifestaron en la Plaza Tahrir exigiendo la renuncia del presidente Mubarak.
Estas protestas pacíficas lograron derrocar gobiernos autoritarios y demandaron mayor democracia y justicia social, similar a lo ocurrido en varios países latinoamericanos.
El Movimiento de los Indignados en España
En 2011, miles de españoles, principalmente jóvenes, ocuparon plazas públicas en todo el país:
- Exigían una “democracia real” y criticaban a los partidos políticos tradicionales.
- Utilizaron las redes sociales para organizarse, al igual que muchos movimientos latinoamericanos.
Este despertar ciudadano cuestionó el sistema político y económico, reflejando frustraciones similares a las expresadas en América Latina.
Las Protestas en Hong Kong
Entre 2019 y 2020, Hong Kong vivió masivas protestas pro-democracia:
- Millones de personas salieron a las calles para oponerse a una ley de extradición y exigir mayores libertades.
- Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, mostraron una gran capacidad de organización y resistencia pacífica.
Aunque en un contexto diferente, estas protestas reflejan un despertar ciudadano similar.
El Movimiento Black Lives Matter en Estados Unidos
En 2020, el asesinato de George Floyd desencadenó protestas masivas en todo Estados Unidos:
- Millones de personas se manifestaron contra el racismo sistémico y la brutalidad policial.
- El movimiento logró un amplio apoyo social y provocó debates sobre reformas estructurales.
Este despertar ciudadano en torno a la justicia racial tiene paralelos con movimientos indígenas y afrodescendientes en América Latina.
Las Protestas en Francia
Los “Chalecos Amarillos” protagonizaron intensas protestas entre 2018 y 2019:
- Inicialmente se oponían al aumento de impuestos al combustible, pero luego ampliaron sus demandas.
- Lograron concesiones del gobierno de Macron y mantuvieron una presencia constante en las calles.
Este movimiento reflejó un despertar ciudadano de las clases trabajadoras, similar a protestas sociales en varios países latinoamericanos.
En todos estos casos, vemos patrones comunes con el despertar ciudadano latinoamericano: uso de redes sociales para organizarse, participación masiva de jóvenes, demandas de mayor democracia y justicia social, y la capacidad de desafiar a las estructuras de poder establecidas. Estos movimientos demuestran que el fenómeno del despertar ciudadano es una tendencia global que refleja las aspiraciones de sociedades más justas y participativas.
Con informacion: ELNORTE/
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