El mismo día en que desde Ecuador llegan a México noticias de inédito desafío criminal, terrible recordatorio de que un país puede crujir y temerse de él lo peor, Movimiento Ciudadano destapa su candidato presidencial en la más frívola manera: con brindis de cervezas y tequila. Forma es fondo.
Forma es fondo. Un párroco guerrerense busca oídos para su prédica, solitaria voz que clama por cadáveres, y por cuerpos que vivos o muertos no aparecen, de un ataque con drones. Con drones. Ante ello, las oraciones de la “nueva política” son carta blanca en honor del nuevo candidato.
Forma es fondo. Chiapas arde; y en Querétaro nueve cuerpos se pudren en algo que huele a eso que había desaparecido en el sexenio de los abrazos, el huachicol; y hace un mes corrió sangre en Texcaltitlán, y en Tamaulipas los coyotes aceptan transferencias.
¿Prioridad en MC? Los caballitos de tequila.
Forma es fondo. Xóchitl aguantó arreones del de Palacio. Claudia tuvo caídas en la capital. La primera, empresaria probada. La segunda, seria administradora pública. Ambas con presentable CV. Sus defectos son públicos. ¿Cómo presentamos al candidato naranja? Chupando que es gerundio. Fosfo fosfo.
Forma es fondo. La sequía atenaza al campo. El presidente sacrifica todo por Pemex y sus megaobras. El desabasto de medicamentos cobra vidas. Las empresas no prenden por falta de energía. Y, muchos preguntan, ¿la economía aguantará? Qué dice el menú de MC: que otro clamato, plis, para el gober de Nuevo León y finas personas que le acompañan.
Forma es fondo. ¿Más federalismo o más centralismo? ¿Plan C judicial o no? ¿Los militares a sus cuarteles o todavía más obras y puestos para los verdes? ¿Revivir órganos autónomos o al ogro filantrópico? Dilemas imperiosos en 2024, pero no para los emecistas: primero videíto para TikTok, vivamos en las redes, para estos jóvenes políticos la realidad no apremia.
Forma es fondo. Renovaremos la política, pero no nos pidan empatía con las madres de los desaparecidos que en martes en vez de buscar a sus hijos deberían estar como nosotros, en la sobre mesa, en una charla de lo bien que van las cosas para los que, ganemos o perdamos, viviremos del erario.
Forma es fondo. Oye, ¿que Acapulco no regresa a la normalidad mientras parte de su clase dirigente, o sea nosotros, seguimos en el Lupe-Reyes…? Oye, ¿que matan jóvenes, esos que queremos que voten por nosotros, en Lagos, Celaya y Zacatecas…, y nosotros brinde y brinde? Que coman roscas.
Forma es fondo. Que Sheinbaum suena repetitiva, que a Gálvez nadie le cree. Que una promete más de lo mismo. Que la otra aspiracionismo y na’ más. Está papita ganarles en el discurso, se pusieron a pensar (es un decir) en el cuarto de guerra de MC: invitamos a Mariana y ya, tendremos likes, para qué más.
Forma es fondo. Quien huyó de la candidatura cual tejón, sin honra ni gracia en plena nocturnidad, ahora se la da de gran destapador: yo que nada pude ni contra el PAN y el PRI, y contra Morena ni hablar, te entrego a ti, diputado, la estafeta: aquí mi dígito encuestatorial; cuídalo, no se vaya a evaporar.
El momento de México es grave. Dos precandidatas lo entienden y abocadas a ello están. MC, en cambio, sigue a todo con su pandereta y chirimía huichola, sin faltar las inefables puntadas frente a una nación que padece retos acuciantes.
Los naranjas dicen que quieren gobernar, pero ni un mensaje sobrio pudieron ayer dar. Forma tienen, que ni qué, pero el fondo de la misma es de lamentar. Cuánta superficialidad en el anuncio de que su candidato Álvarez Máynez será.
Esto no es gazmoñería ante “dos copitas”. Para todo hay tiempo y lugar. Y hasta la política mexicana demanda que se guarden las formas, ya que en 2024 México ha de tomar una decisión muy seria, de consecuencias ídem, y cuando llegó la cacareada tercera opción, lo primero que arman es un precopeo. Para ser, hay que parecer. Este martes dejaron claro qué parecen, qué son.
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