Si no fuera trágico utilizar a un territorio y sus instituciones como juguete de la ambición, sería un tema entretenido en una reunión de amigos. Pero el final de Francisco García Cabeza de Vaca como gobernador del estado se ha convertido en una losa pesada sobre la espalda de los tamaulipecos y sus familias. De ahí lo trágico, lo cruel, lo criminal.
Ningún "Juego de Tronos o House of Cards" pueden igualar la trama de corrupción, abusos e indecencia del gobernador panista y sus colaboradores, unidos para acomodar las leyes, los contratos y la impunidad a su conveniencia. Si Cabeza de Vaca quería pasar a la historia lo ha logrado, aunque su ejemplo solo causará repudio. Ahora, a cuatro semanas de terminar el mandato, su siguiente objetivo es adueñarse del Poder Judicial del estado.
TODO A DESCUBIERTO:
En días pasados comenzaron a salir versiones, aunque a media voz, de una conjura panista para quedarse con el Supremo Tribunal de Justicia de Tamaulipas, sede del poder judicial estatal. Una regla de urbanidad política ha permitido a los gobernadores entrantes proponer al nuevo presidente de este órgano para dar paso a una renovación del sistema. Hasta Francisco Cabeza de Vaca se benefició de esta práctica. Pero de civilidad sabe nada el reynosense, y los rumores de un golpe de estado virtual al poder judicial han ascendido de nivel.
En su conferencia de los lunes, el gobernador electo Américo Villarreal Anaya dio un informe de las irregularidades cometidas por el equipo de transición de Cabeza de Vaca en los primeros 10 días del proceso de entrega-recepción; en verdad, nada de qué sorprenderse cuando se habla del panista. Pero el doctor Villarreal hizo oficial que los diputados panistas, aferrados en la comisión permanente que desconoció el Trieltam, se preparan para nombrar a un nuevo presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Tamaulipas, alguien inclinado al Partido Acción Nacional, desde luego.
COMO CDV CON AMPLIA CURRICULA CRIMINAL:
“Lo que ellos intentan hacer -dijo Villarreal Anaya- es poder convocar a una sesión ordinaria y nombrar a un nuevo titular del Poder Judicial del estado antes de irse, demostrando que lo único que saben hacer es violar las leyes para mantener a toda costa el control del estado más allá del sexenio que les corresponde”.
El señalamiento es del todo plausible debido a la obstinación de los panistas de manejar la permanente a pesar de haber sido anulada por un tribunal. ¿Qué otro interés pueden tener si no es aprobar iniciativas favorables al reynosense, como ha sido su costumbre, y más ahora que también termina el periodo de Horacio Ortiz Renán como presidente del tribunal estatal?
Ortiz Renán merece un capítulo propio en la historia negra del cabecismo. Asumió la presidencia del Supremo Tribunal el 6 de octubre de 2016, después de haberlo propuesto Egidio Torre en sus últimas semanas como gobernador. La clase política supo siempre que ese magistrado no era una promoción real del priista sino del gobernador entrante, Francisco García Cabeza de Vaca. Entonces, ocupó la silla principal del Poder Judicial por deseo del panista y el apoyo de los priistas.
El año pasado, el periodista Óscar Díaz Salazar, amigo del equipo de Sentido Común, dedicó unas líneas a la trayectoria de Ortiz Renán como jurista y profesional del derecho, y halló información inconsecuente con el éxito que hoy lo cubre. De inicio, Ortiz Renán hizo carrera como secretario de acuerdos de un juzgado antes de elevarse socialmente a niveles de magnate. De él sabemos que ninguna barra de abogados del norte o del sur lo considera brillante ni genial, pero que acierta a trabajar con personas más poderosas que él.
En su columna, Óscar mencionó que el presidente del Supremo Tribunal en la era cabecista ha ampliado la mansión que posee en el fraccionamiento “Los Leones”, el más lujoso de Reynosa, aunque sus ingresos como magistrados, por altos que sean, no podrían financiar por si solos ese tren de vida.
Horacio Ortiz Renán, por cierto, acaba de amparar a la comisión permanente del Congreso del Estado, lidereada por el panista Félix el Moyo García Aguiar, invadiendo la competencia del Tribunal Electoral de Tamaulipas que ya había resuelto desconocer esa comisión y todos sus acuerdos. Más que opinar de Ortiz Renán, apuntamos este hecho que él decidió para pintarlo tal cual es.
Cabeza de Vaca está pensado imponer a otro Ortiz Renán en la presidencia del Poder Judicial, o incluso extenderle la permanencia, para que nadie le pise las huellas cuando deje la gubernatura el 1 de octubre. Pero el doctor Américo Villarreal habló en voz alta y les envió un mensaje; lo que sabe el médico también lo saben López Obrador, Alejandro Gertz y Adán Augusto López, los tres que doblaron a Alejandro “Alito” Moreno, líder del PRI. Que el Tribunal Supremo y Cabeza de Vaca pongan sus barbas a remojar.
Algo les tiene reservado el gobernador electo a esos dos: “Deben entender que su tiempo ya pasó, porque a partir del primero de octubre, lo que viene es el tiempo de la transformación”. La decisión está tomada: van a transformar la situación legal del reynosense y sus cómplices.
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