La prisa de Cabeza de Vaca por ganar influencia en el congreso, como en las anteriores legislaturas, tiene ‘timing’ como se dice comunmente en el argot de la política, pues está en puerta la audiencia considerada como definitiva para resolver de una vez por todas el tema de su desafuero.
De igual manera ese proceso tiene mucha cercanía a las elecciones en las que se habría de renovar la gubernatura y por ende, tendrá influencia en estas.
Lo que está por suceder, independientemente del resultado final, es que el desahogo de pruebas y señalamientos le recordará a los tamaulipecos todas las fechorías del que ha estado ocupando la silla del gobernador en el último sexenio -que afortunadamente está por concluir- reviviendo todo ese resentimiento que habría de reflejarse en las urnas este 5 de junio.
Insistimos, independientemente de las consecuencias que se determinen para Cabeza de Vaca este 24 de marzo, el simple hecho de recordar el cúmulo de sus fechorías, será suficiente para darle una estocada final al nefasto gobierno azul, teniendo este sexenio como su debut y despedida en Tamaulipas.
Sin duda muchos no ocupan un recordatorio, pues cada uno de manera particular habría sido afectado en alguna de las tantas omisiones de su gobierno, comenzando por el tema de seguridad, pero cuando se pone en perspectiva la sumatoria de su pésima administración, los tamaulipecos tendrán un contexto más completo del porqué no debe continuar un sucesor de su elección, como en este caso El Truco.
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