La vida privada de Vladimir Putin es uno de los secretos mejor guardados en el mundo. Oficialmente en su vida hay tres mujeres que han sido importantes para el presidente ruso: su primera esposa, Lyudmila Shkrebneva, y sus dos hijas en común, María y Yekaterina.
De ahí en fuera se le ha relacionado con deportistas, artistas y hasta conejitas de Playboy, pero nada ha sido nunca confirmado. Ni sus relaciones, ni los supuestos hijos que tuvo con cada una de ellas.
Sin embargo, los medios rusos e internacionales afirmaron a inicios de 2021, gracias a una investigación del periodista Andrey Zakharov, que Putin tenía una hija, fruto de su amorío extramarital, entre finales de los 90 y comienzos de los 2000, con Svetlana Krivonogikh.
La amante era una limpiadora de San Petersburgo que de un día para otro se hizo millonaria. Actualmente es copropietaria de Rossiya Bank, un banco ruso de inversiones, y nunca ha mencionado nada sobre las afirmaciones de su affair con Vladimir, quien tampoco ha reconocido a la joven públicamente.
A inicios de 2021, una estudiante común comenzó a ganar atención mediática después de que se revelará su identidad como supuesta hija de Putin.
Luiza Rozova, de entonces 18 años, que también era conocida como Elizaveta Krivonogikh, dijo sentirse feliz de ser una celebridad, a pesar de que se negó a confirmar o negar su parentesco con el hombre del Kremlin.
La joven estudia gestión del arte y la cultura en la Universidad de San Petersburgo, ubicada en su ciudad natal. En una entrevista mencionó que aunque sus amigos habían viajado a Occidente a estudiar, ella no quería dejar Rusia, declaración que los medios entendieron como que su padre no la dejaba irse por seguridad.
Rozova rápidamente rebasó los 70 mil seguidores en Instagram tras ser la “heredera” de Putin, mismos fans que se volvieron una pesadilla hace unos días, cuando comenzaron a atacarla por la red social sobre las acciones de su padre.
Después del ataque ruso a Ucrania, el mundo comenzó a cerrarle las puertas a los habitantes del país y sus dirigentes. Luiza no fue la excepción. Entre los comentarios que recibió por las decisiones de Putin están los que piden que hable con él para que recapacite y los ofensivos, donde la llaman “rata escondida” e “hija de un asesino, criminal de guerra y psicópata”. Ante tanta presión, la joven cerró su cuenta original y no se ha sabido nada más de ella.
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