Pero aquellas adquisiciones realizadas en la segunda mitad del sexenio de Felipe Calderón representan apenas la punta del iceberg del botín inmobiliario que acumuló la mano derecha de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública. De acuerdo con una investigación de Anabel Hernández para EMEEQUIS, Cárdenas Palomino adquirió en la última década al menos una docena de propiedades en la Ciudad de México y el Estado de México, las cuales se suman a otros inmuebles ubicados en los estados de Guerrero y Morelos.
de los problemas de dinero a problemas por el dinero:
El excoordinador de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal fue arrestado el 5 de julio pasado en Naucalpan, Estado de México. Un año antes ya había sido acusado formalmente en la Corte de Distrito Este de Nueva York, junto con García Luna, de haber cometido crímenes de corrupción y narcotráfico entre el 2001, cuando trabajaba en la Agencia de Investigación Criminal (AFI), hasta 2020, mientras se desempeñaba como director y representante legal de la empresa Adamantium Private Security Services, vinculada al empresario Ricardo Salinas Pliego.
De acuerdo con esta investigación periodística, durante los años en que Cárdenas Palomino fue acusado de proteger al Cártel de Sinaloa y al Cártel de los Beltrán Leyva, a cambio de millonarios sobornos y de haber traficado drogas a Estados Unidos, paralelamente amasó una considerable fortuna en bienes inmuebles que no corresponde a sus ingresos ni ahorros reportados como servidor público.
Algunos de esos bienes los disfrutan su familia y amigos, otros los ha puesto en renta y por tanto es beneficiario de sus dividendos.
La información recabada revela que al menos siete de las 12 propiedades fueron adquiridas a través de un esquema típico usado en operaciones de lavado de dinero. Compró los bienes a través de familiares, que habrían tenido el rol de prestanombres, quienes después las vendieron a Cárdenas Palomino o a empresas de las que él es propietario, a casi la mitad del monto en que fueron compradas.
Para estas operaciones, usó principalmente a su expareja sentimental de la juventud, Claudia Soto González, con quien procreó una hija de nombre Karen Cárdenas Soto; y a la madre de Claudia, Estela González Barrientos.
De entre las exuberantes propiedades adquiridas por el brazo derecho de García Luna, destacan tres en particular:
Una finca ubicada en el Barrio San Martín, en Malinalco, de más de 3 mil 200 metros cuadrados. Se trata de una hacienda con cancha de paddel, alberca con jacuzzi, amplios y verdísimos jardines, la cual administra su esposa Gizeh Díaz Martínez, con quien se casó en marzo de 2012, antes de concluir el sexenio de Felipe Calderón, y con quien procreó tres hijos. La propiedad genera pingües ganancias, ya que la rentan durante todo el año a través del sistema de alquiler de alojamientos vacacionales Airbnb.
El segundo inmueble es el súper lujoso departamento 2102, de 237 metros cuadrados, en el piso 21 de la imponente Torre Dalí, en Residencial Plaza Carso, que forma parte del complejo inmobiliario Plaza Carso desarrollado por el empresario Carlos Slim Helú en Nuevo Polanco. Se trata de un departamento comprado en 2009 directamente a Inbursa, propiedad de Slim, cuando Cárdenas Palomino era un alto funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública y arrastraba ya un negro historial por su complicidad con los narcos. Aunque originalmente pagó 6.9 millones de contado, el valor comercial actual supera los 22 millones de pesos y la de renta llega hasta los 70 mil mensuales.
La tercera propiedad es una residencia de más de 866 metros cuadrados en la calle Montecarlo 210, colonia Lomas Hipódromo, en Naucalpan, Estado de México. Para adquirir esta casa usó como prestanombres una de sus hijas menores de edad, que procreó con Gizeh, quien actualmente vive en ese domicilio. El valor comercial de la residencia es de al menos 30 millones de pesos.
Pese a que la UIF de Santiago Nieto presentó una denuncia penal por lavado de dinero, desde 2020, la Fiscalía de Alejandro Gertz Manero no ha hecho valer la facultad de catear o asegurar los inmuebles de Cárdenas Palomino.
LA RESPUESTA DE LA UIF A ESTE REPORTAJE
La autora del reportaje preguntó a la Unidad de Inteligencia Financiera sobre la situación de las denuncias presentadas por la UIF ante la FGR desde 2020 y sobre las investigaciones que la Unidad ha hecho de las propiedades de Luis Cárdenas Palomino.
La dependencia respondió:
“Uno de sus presuntos prestanombres (Gustavo Cárdenas Moreno) vendió 10 departamentos en 2018, compra una casa en 2016, vende una casa en 2019 y compra y vende dos casas en 2018.
“Una de las empresas en donde Luis Cárdenas Palomino es accionista, compró 6 casas y un terreno en 2016.
“El (Luis Cárdenas Palomino) compró dos casas. En 2014 y 2018, y vende otra en 2018”.
Presumimos que las seis casas y el terreno compradas por Cárdenas Palomino detectadas por la UIF son parte de las propiedades compradas en Nuevo Polanco detectadas en esta investigación periodística. Pero parece que la autoridad no ha detectado que el ex jefe policiaco acusado en NY de narcotráfico compró las propiedades usando primero a su ex pareja sentimental Claudia Soto Gonzalez, madre de su hija Karen.
“Nosotros (UIF) denunciamos y tiene las cuentas congeladas. Y este año presentamos denuncias adicionales contra Ramón Pequeño García y uno presunto prestanombres tanto de Palomino como de Pequeño, el cuál es accionista de una red de empresas que tenían contratación gubernamental...”
“Todos fueron bloqueados”, señaló la dependencia refiriéndose al otro coacusado de Garcia Luna y Luis Cárdenas Palomino en el expediente de NY por narcotráfico y corrupción.
LA UIF explicó qué es lo que falta para que las propiedades sean aseguradas y luego confiscadas, así como para que las cuentas bancarias pasen del congelamiento al aseguramiento:
“El AMPF (Agente del Ministerio Público Federal) deberá ordenar el aseguramiento de los bienes inmuebles, a efecto que ante una eventual sentencia condenatoria, el Tribunal de Enjuiciamiento ordene el decomiso de los mismos, siempre y cuando no se haya ordenado la extinción de dominio. En el caso de las cuentas bancarias, el AMPF debe solicitar al Juez de Control su aseguramiento para los mismos fines".
UN PATRIMONIO INEXPLICABLE
Luis Cárdenas Palomino y Genaro García Luna se parecen en muchas cosas. Compartieron codo a codo oficinas desde el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), AFI y SSP federal. Están juntos como coacusados en el expediente criminal abierto por el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Y también han preferido invertir su dinero, de dudosa procedencia, en bienes raíces.
Sin evitar que esto los incrimine.
Desde 2008, la autora publicó una investigación que revelaba que Cárdenas Palomino, García Luna, Ramón Pequeño García –coacusado en NY–, Armando Espinosa de Benito, Edgar Millán, Facundo Rosas Rosas, Francisco Javier Garza Palacios y sus correspondientes equipos, formaban parte de una red corrupta de policías a quienes se les vinculaba con cárteles de la droga.
Entre 2009 y 2010, la autora de este reporte investigó y descubrió que García Luna poseía propiedades que en aquel tiempo superaban los 40 millones de pesos. No correspondían a sus ingresos como servidor público ni a sus declaraciones patrimoniales. Dos de estas, la residencia de Monte Funiar 21, colonia Jardines en la Montaña, y la finca en Calle Amate, Pedregal de las Fuentes, en Jiutepec, Morelos, le fueron confiscadas por la FGR en 2020.
A estos inmuebles se sumaron 7 propiedades en Florida, compradas entre 2012 y 2018, algunas de ellas adquiridas de manera simultánea y de contado. Todas ahora son parte de las pruebas que la Fiscalía de Nueva York tiene en su contra como parte de los sobornos que el jefe policiaco habría recibido de los narcos.
Emulando a García Luna, Cárdenas Palomino –mejor conocido en el mundo policiaco como “El Pollo”– hizo algo muy similar. A partir de 2009, al mismo tiempo que García Luna y en la misma temporalidad de recepción de narco-sobornos señalada en el expediente criminal de NY, su patrimonio comenzó a crecer de manera inexplicable.
Según los registros de la Secretaría de la Función Pública (SFP), a los cuales se tuvo acceso, la declaración patrimonial más antigua de Cárdenas Palomino data del 2007, cuando pasó junto a García Luna de la AFI a la SSP.
En la declaración patrimonial del 1 de marzo de 2007, bajo “protesta de decir verdad”, Cárdenas Palomino dio como domicilio un departamento ubicado en Bosques de Tabachines número 46, departamento 201, en Bosques de las Lomas, el cual había comprado de contado por 2.2 millones de pesos en diciembre de 2006. Declaró ser propietario de una casa en condominio que compró a crédito en 2004, ubicada en Comodoro Castillo Breton Número 3, interior 9, en la colonia Costa Azul, en Acapulco, Guerrero, por un monto de 501 mil pesos. Se trata de una propiedad en una colonia de clase media baja en Acapulco, la cual entre 2007 y 2012 más bien era usada como hotel para sus escoltas, ya que él utilizaba un departamento lujoso cerca de Las Brisas.
También era propietario de un departamento en Ahuehuetes Norte número 1431, en Lomas del Chamizal, delegación (ahora alcaldía) Cuajimalpa, comprado también de contado en diciembre de 2006 en 1 millón 270 mil pesos.
Cárdenas Palomino declaró que en todo 2006 había recibido ingresos netos suyos, concubina y o cónyuge de 1 millón 861 mil 901 pesos. Y que tenía un sueldo mensual neto de 125 mil 995 pesos, incluido en sus ingresos anuales.
En aquel tiempo, aunque él declaró que estaba divorciado, aún vivía con su esposa, Minerva Castillejos Cervantes, hermana de Humberto Castillejos Cervantes, quien fuera Consejero Jurídico de la Presidencia en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Y era el responsable de la manutención de los dos hijos que procreó con ella.
De acuerdo con personas que lo conocieron en aquella época, él en realidad no vivía ahí, sino en una casa propiedad de Minerva en Lomas de Tecamachalco. El departamento de Tabachines, en lugar de domicilio, era utilizado por el jefe policiaco y sus compañeros policías como nido para reuniones de negocios y fiestas. Lo vendió hasta mayo de 2012.
Declaró ser propietario de dos vehículos, un BMW modelo 2003 y una Ford Expedition modelo 2004, y que contaba con un seguro de separación individualizado de 1.8 millones de pesos.
En su declaración patrimonial de mayo de 2008 dejó de aparecer como su propiedad el departamento de Lomas del Chamizal, pero no reportó que hubiera tenido algún ingreso por la venta de dicha propiedad. Dijo que el total de ingresos en 2007 había sido de 1.9 millones de pesos y que su salario como funcionario público ascendía a 140 mil 643 pesos. Declaró que no recibió ningún ingreso por actividad financiera, servicios profesionales o algún otro.
Ahí mismo asentó que el saldo de su seguro de separación individualizado era de 2.4 millones de pesos y que tenía una cuenta en Banamex por un monto de 423 mil pesos.
IMÁGENES DE ALGUNAS DE SUS PROPIEDADES
EL DEPARTAMENTO DE TORRE DALÍ
Su declaración de 2009 fue prácticamente la misma. Solo cambió que en diciembre de 2008 se compró una motocicleta modelo VRSDX (la marca tiene el VRSCDX) de Harley Davidson con un costo de 207 mil pesos. Prácticamente todos los integrantes del equipo corrupto de policías, comenzando por García Luna, tenían una debilidad por las motocicletas de esa marca y hacían aparatosos recorridos juntos. Su seguro de separación individualizado ascendía a 3.4 millones de pesos.
Y en 2010 dijo que él, su cónyuge y/o concubina tuvieron ingresos totales de 3.4 millones de pesos, y que él directamente solo recibió ingresos de su trabajo como empleado de la SSP por 191 mil pesos mensuales, pero afirmó que no recibió ningún otro dinero ni por actividad industrial o comercial, ni por actividad financiera, ni por servicios profesionales ni ningún otro.
Se dijo propietario del departamento de Tabachines, de la casa en Acapulco, y declaró la compra al contado del departamento en Torre Dalí por 6 millones 921 mil 712 pesos, y es ahí, a partir de ese momento, que no cuadran las cifras, ya que el jefe policiaco no reportó el origen del dinero del departamento en Residencial Plaza Carso.
El departamento se ubica en el penúltimo nivel de la torre. Tiene una imponente vista panorámica al moderno Museo Soumaya. Además, la torre cuenta con alberca, gimnasio, cancha de paddel, pista de jogging, spa, roof garden, helipuerto, ludoteca y otras amenidades.
Cárdenas Palomino declaró que su seguro de separación individualizado ascendía a 4.1 millones de pesos, es decir, que el seguro no fue usado para comprar la propiedad.
Evidentemente, teniendo al menos 4 hijos –dos con Minerva Castillejos, uno con Claudia Soto, y otro más procreado en Estados Unidos–, el salario que percibía lo utilizaba para su sustento y el de sus dependientes económicos. Y en la cuenta de Banamex el saldo declarado en 2009, que desapareció de su declaración patrimonial en 2010, no le alcanzaba tampoco para comprar el departamento de Torre Dalí.
Lo único que podría explicar, de acuerdo con la propia declaración patrimonial que rindió en aquel año, es una operación de narcotráfico ocurrida en septiembre de 2008, en la que estuvo involucrado García Luna y miembros de su equipo, de acuerdo con los cargos criminales que existen contra él y Cárdenas Palomino en NY.
“El imputado Genaro García Luna junto con otros, con conocimiento e intencionalmente distribuyeron una sustancia controlada, con la intención y el conocimiento de que tal sustancia se importaría ilegalmente a los Estados Unidos…”, señala la acusación contra García Luna, “El Pollo” y Ramón Pequeño García, presentada por la fiscalía el 30 de julio de 2020. La sustancia que traficaron fueron 5 kilos o más de cocaína.
Además de la constante participación de Cárdenas Palomino de 2001 a 2020 en otras operaciones de tráfico de droga, según la acusación, y de haber recibido sobornos del Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva a cambio de darles protección.
“El Cártel de Sinaloa acostumbra a corromper servidores públicos en México como medio y método para alcanzar los objetivos de su empresa de narcotráfico. Los imputados Genaro García Luna, Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño eran funcionarios de alto nivel del gobierno mexicano que protegían al Cártel de Sinaloa a cambio de millones de dólares en pagos de sobornos.
“A cambio de los sobornos, los imputados Genaro García Luna, Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño García abusaron de sus cargos públicos al cometer los siguientes actos en fomento de las actividades de narcotráfico del Cártel de Sinaloa…”.
Entre las prestaciones a cambio de sobornos, enlistadas en la acusación criminal están: no interferir con los envíos de droga del Cártel de Sinaloa en México, de los cuales la gran mayoría tenían como destino final EU; dar acceso a información confidencial sobre operaciones policiales, atacar a los miembros de cárteles rivales, y darles información sensible sobre instituciones públicas y sobre cárteles rivales, así como colocar a otros funcionarios corruptos en posiciones estratégicas útiles para el Cártel de Sinaloa.
En paralelo a esas actividades por las que Cárdenas Palomino recibía millones de dólares en sobornos, adquirió el departamento en Residencial Plaza Carso, el cual le fue vendido por Banco Inbursa, de Grupo Carso.
Es de dominio público que uno de los promotores principales de García Luna y su equipo de policías señalados por corrupción, tortura, abuso de autoridad y otros delitos, ha sido Héctor Slim Seade, director general de Teléfonos de México y miembro del Consejo de Administración de Grupo Financiero Inbursa y Banco Inbursa. El departamento 2102 fue escriturado el 23 de marzo de 2011 a través del Notario Público 248 del entonces Distrito Federal, Eduardo Francisco García Villegas Sánchez Cordero, hijo de la actual secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, según los documentos del Registro Público de la Propiedad.
Así, Nuevo Polanco se convirtió en el nido donde Cárdenas Palomino colocó parte de su inexplicable fortuna.
En su declaración patrimonial de 2011, “El Pollo” reportó la propiedad simultánea de la casa en Acapulco, el departamento en Tabachines y el de Torre Dalí, no reportó ningún ingreso que pudiera justificar la compra al hilo de otros seis departamentos en las inmediaciones de Plaza Carso.
Tampoco en su declaración correspondiente a mayo de 2012. En ésta lo único diferente fue que incorporó como parte de sus propiedades un Jeep Grand Cherokee modelo 2011, que dijo haber comprado a crédito.
Sin embargo, en 2011 acumuló otras seis propiedades en Nuevo Polanco a través de un prestanombres. De acuerdo con su declaración patrimonial él no hubiera tenido como justificar el origen del dinero.
SUS DECLARACIONES PATRIMONIALES
DEL AMOR DE JUVENTUD A PRESTANOMBRES
De acuerdo con personas que conocen a Cárdenas Palomino desde hace años, Claudia Soto González fue su novia en los años de juventud, cuando este vivía en la colonia Planetario Lindavista. Dicen que ella fue “el amor de su vida”, pero la madre de “El Pollo”, Pilar Palomino, se opuso a la relación porque la familia de Claudia no tenía recursos económicos.
Cárdenas Palomino vivía en la calle Santa Bárbara 112, en la colonia Planetario Lindavista, donde aún vive su madre. Y Claudia vivía en calle Santa Bárbara 127. Claudia y Cárdenas Palomino procrearon una hija llamada Karen Cárdenas Soto, mayor de edad.
Personas que conocen a Cárdenas Palomino aseguran que Soto ha sido su prestanombres durante años, y que a nombre de ella puso diversas propiedades. Lo encontrado en este reportaje puede ser apenas la punta del iceberg de la fortuna inmobiliaria del excomandante de la PF.
A través de Claudia y de su madre, Estela González Barrientos, Cárdenas Palomino compró, en un solo día, 29 de junio de 2011, tres departamentos en la torre ubicada en Miguel de Cervantes Saavedra 380, en colonia Irrigación –parte de Nuevo Polanco–, Delegación Miguel Hidalgo. El desarrollo residencial es mejor conocido como Grand Polanco. Ahí adquirió los departamentos 1606, 1706 y 1806 de la torre III, cada uno de 93.67 metros cuadrados, según los documentos del Registro Público de la Propiedad a los que se tuvo acceso.
Para esa operación ambas dieron como dirección Cerrada Villa del Villar del Águila 1035, Colonia Miradores, Hacienda el Campanario, Querétaro. Por el departamento 1606 pagaron de contado 2.836 millones de pesos; por el 1706, 2.810 millones de pesos; y por el 1806, 2.836 millones de pesos. Es decir, en una sola operación inmobiliaria gastaron 8.482 millones de pesos. Se trata de una torre residencial de 21 pisos con alberca, jacuzzi y gimnasio. Y se encuentra justo en contra esquina de Plaza Carso, también con vista al museo Soumaya y a la Torre Dalí. Actualmente el valor comercial de cada uno de estos departamentos supera los 7.3 millones de pesos.
En diciembre de 2012, como si el dinero lo sacara de una chistera, Claudia Soto González compró otros dos departamentos en Nuevo Polanco, esta vez en Lago Zurich 168, Torre A condominio Agua: departamentos 609 A y 610 A; el primero de 96.35 metros cuadrados y el segundo de 68.41 metros cuadrados. Pagó de contado 2.495 millones de pesos y 1.533 millones de pesos, respectivamente. Para esta operación no usó la dirección de Querétaro sino la de calle Santa Bárbara 127, en Planetario Lindavista. Actualmente un departamento de las mismas características en el mismo edificio oscila entre los 6.3 y 4.5 millones de pesos.
Claudia compró también un departamento en Lago Andrómaco número 61, interior 304, esquina con Moliere. Mide 81 metros cuadrados en la misma zona de Nuevo Polanco. El valor comercial actual del inmueble es de al menos 5 millones de pesos.
LA SIMULACIÓN
Antes de que finalizara el sexenio de Felipe Calderón, el narcotraficante Édgar Valdez Villarreal, mejor conocido como “La Barbie”, integrante de la facción de los Beltrán Leyva, denunció públicamente a través de una carta que él había sido testigo de reuniones con narcos encabezadas por el propio presidente de México, y del pago de sobornos a García Luna, Cárdenas Palomino, Armando Espinosa de Benito, Facundo Rosas Rosas, Gerardo Garay Cadena y otros integrantes del equipo. Aseguró que personalmente había también pagado sobornos a dichos jefes de la SSP y PF a cambio de protección.
Pese a los múltiples señalamientos públicos contra Cárdenas Palomino de corrupción, abuso de autoridad y tortura, eso no fue impedimento para que, al terminar el sexenio de Calderón, entrara a trabajar a Adamantium Private Security Services, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, uno de los empresarios más cercanos a López Obrador.
Pero además él mismo fundó empresas que después le servirían para operaciones fachada: por ejemplo, obtener la titularidad formal de las propiedades compradas a través de Claudia Soto.
El 18 de junio de 2013, ante la titular de la Notaría 27 del Estado de México, Isabel Julia Victoria Rojas de Icaza, creó las empresas Smart Shield Consulting S.A. de C.V. y Comercializadora Aqua Shield Advising S.A. de C.V.
La primera registra hasta 2016 un capital de más de 8 millones de pesos y tiene un amplio objeto social, que incluye temas de seguridad como: prestar servicios de vigilancia, investigación y seguridad en inmuebles privados, y de empresas públicas y privadas, secretarías de Estado, así como a instituciones financieras y de crédito. Prestar servicios de vigilancia, investigación y seguridad privada a personas físicas y personas morales “sean estas indistintamente del sector público o privado”, “adquisición de material de vigilancia, investigación y seguridad privada para el desempeño del personal operativo” y “venta de material de vigilancia, investigación y seguridad privada requerido por las personas físicas y morales, del sector público o privado”, entre otros.
Propietario de un sarcasmo particular, el domicilio de Smart Shield se encuentra en la Calle Escape número 2 en la colonia Industrial Alce Blanco, en Naucalpan, Estado de México. Se trata solo de una bodega de 900 metros cuadrados, la cual en mayo pasado ya estaba en renta. De acuerdo con la información recabada, las autoridades presumen que ha tenido poco movimiento en el Sistema de Administración Tributaria y que podría tratarse de una empresa del tipo “fachada”.
Aqua Shield Advising tiene como objeto social “comercializar todo tipo de producto nacional o extranjero, al por menor o al por mayor por todos los modos posibles de venta y distribución”. Cárdenas Palomino tiene 99 de 100 acciones; su socio, con una acción, es Rafael Ulises Oliveros Ángeles, quien fuera brazo derecho de Cárdenas Palomino en la AFI y luego se fue con él a la PF, a donde llegó como Director de Área en la Coordinación de Seguridad Regional, de la cual se dio de baja en enero de 2013.
Ya siendo socio de Cárdenas Palomino regresó a la función pública en 2017, invitado por la Agencia de Investigación Criminal (AIC), cuando el titular era Omar García Harfuch, uno de los hombres más cercanos a “El Pollo” y quien actualmente es secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, cuya jefa de Gobierno es Claudia Sheinbaum.
PASAN BIENES A SU NOMBRE
Para formalizar su propiedad de los departamentos comprados por Claudia Soto, en noviembre y diciembre de 2016 los seis departamentos pasaron a ser oficialmente de Luis Cárdenas Palomino, a través de una supuesta operación de compra venta.
Gracias al mismo Notario Público 27 que le ayudó a constituir sus empresas, el 15 de noviembre, a través de Smart Shield Consulting, Cárdenas Palomino compró –simultáneamente– a Claudia Soto los departamentos 609, en Lago Zurich 168, y 1606 y 1706, en Grand Polanco. Por ellos, el exjefe policiaco pagó 1.57 millones menos del precio cubierto por Claudia cinco años antes, por el 609; 1.22 millones de pesos menos por el 1606, y 1.23 millones de pesos menos por el 1706.
Una operación similar ocurrió días después: el 28 de noviembre de 2016 compró, a través de Smart Shield Consulting, los departamentos 1806, en Grand Polanco, y 610, de Lago Zurich 168. Por el primero supuestamente pagó a Claudia 1.56 millones de pesos, cuando cinco años atrás había desembolsado 2.8 millones. Y por el segundo pagó 858 mil pesos, cuando cinco años antes la supuesta propietaria lo había comprado en 1.5 millones.
Para terminar la formalización de sus propiedades, el 7 de diciembre de 2016 compró a la madre de su hija el departamento en Lago Andrómaco por 1.39 millones de pesos, también a través de la misma empresa.
El sistema descrito es un típico esquema usado en operaciones de lavado de dinero.
DOCUMENTOS DE LAS PROPIEDADES
EN MONTECARLO Y MALINALCO
Antes de concluir el sexenio de Felipe Calderón, el 21 de abril de 2012, Cárdenas Palomino, entonces de 42 años, se casó con una joven de 24 años de nombre Gizeh Díaz Martínez. Ella y los tres hijos procreados en el matrimonio viven en Privada de Montecarlo 210, en Lomas Hipódromo. Una residencia de desniveles, distribuida en un terreno de más de 800 metros cuadrados que abarca todo el ancho de la manzana, es decir la puerta principal está en Privada de Montecarlo y la parte posterior de la propiedad está en Privada Saratoga.
La propiedad tiene un valor catastral de 8.775 millones de pesos, pero el valor comercial supera los 30 millones, de acuerdo con una revisión del mercado inmobiliario en la misma calle y propiedades similares. La propiedad está a nombre de la hija mayor de Gizeh y Cárdenas Palomino, que no supera los 11 años de edad.
Así como García Luna se hizo de una magnífica residencia en Jiutepec, Morelos, “El Pollo” no se quedó atrás. En diciembre de 2014 compró una finca ubicada en el pueblo mágico Malinalco, en la calle Mártires de 1928 sin número, Barrio San Martín, justo al pie de la Peña. La vendedora fue una mujer que se identificó con tres alias: Ana Claudia Sepúlveda Vildosa, Claudia Sepúlveda Vildosa de Briones y Ana Claudia Sepúlveda Briones. Y el comprador fue Luis Cárdenas Palomino. Pagó 5 millones de pesos: el valor comercial actual asciende a los 12.3 millones.
Se trata de una construcción colonial desarrollada en un terreno de 3 mil 263 metros cuadrados, 5 recámaras, 5 baños –algunos de los cuales tienen tina con hidromasaje–, sala, comedor, cocina, amplios jardines, alberca con jacuzzi, área de juegos para niños, cancha de paddel. Se encuentra a pocos minutos del Centro del Pueblo Mágico y el Cerro de los Ídolos, donde se encuentra la zona arqueológica de Malinalco.
Cárdenas Palomino y su esposa ofrecen la propiedad en el sitio Airbnb, el costo por noche es de 275 euros. “Las fotos no le hacen justicia, la casa es aún más linda de lo que se ve en fotos. Es ideal para ir en familia o con amigos, el parque es muy amplio, la zona de la alberca es muy linda y el sector de la galería para comer fuera es de lo mejor para aprovechar cada comida con buenas vistas”, señala una de las reseñas sobre la propiedad del jefe policiaco. Y su esposa publica su foto junto a la de sus tres hijos y es catalogada como “súper anfitrión”.
Usando a la empresa Smart Shield Consulting, compró en diciembre de 2016 –al contado– un terreno sin construcción en José María Teresa Número 85, en la Colonia San Ángel, ubicado en una zona habitacional y comercial de gran plusvalía, a una cuadra de la avenida Alta Vista. Pagó a través de la empresa Smart Shield Consulting 3.89 millones de pesos. Tiene actualmente un valor comercial de más de 10 millones de pesos.
En agosto de 2018 adquirió, directamente en el conjunto residencial Villalba, la casa número 15 de 280 metros cuadrados de terreno y 171 de construcción. Se ubica en la llamada zona Esmeralda, en Atizapán, Estado de México, donde se encuentran fraccionamientos como Valle Escondido y Chiluca. Pagó en aquella época 4.2 millones de pesos al contado. El precio comercial actual llega a los 6.7 millones de pesos.
De acuerdo con la información obtenida, ahí vive uno de sus hombres de mayor confianza, a quién él se refiere como su hermano: Enrique Bravo Chew, quien trabajó con Cárdenas Palomino desde la AFI, pasando por la SSP federal, donde llegó al grado de subinspector. Cuando García Harfuch llegó a la AIC, también le dio cabida, como ocurrió con el socio de Cárdenas Palomino. Ahí, de 2017 a 2018, ocupó el cargo de director general Adjunto de la Unidad de Investigaciones Cibernéticas. Actualmente es director general de Combate a Robo de Vehículos y Transporte en el gobierno del Estado de México.
Personal que trabajó en aquella época con Cárdenas Palomino afirma que hay un parentesco con Bravo Chew.
La última propiedad adquirida por el exjefe policiaco es una residencia en Lomas de Tecamachalco. Fotos: Cuartoscuro.com.
SIN LLENADERA
La última propiedad adquirida por el exjefe policiaco acusado formalmente de narcotráfico y corrupción en EU, y de tortura en México, es una residencia en Fuentes de Águilas número 13, en Lomas de Tecamachalco, Naucalpan, Estado de México. La compró el 19 de diciembre de 2019, justo días después del arresto de García Luna en EU.
La pagó de contado en 10 millones de pesos a María de los Ángeles Pidal Noriega, de entonces 80 años. Está apenas a unos pasos de Avenida de las Fuentes, la arteria principal de Lomas de Tecamachalco. El valor comercial actual supera los 19 millones de pesos.
Mientras Cárdenas Palomino está en prisión representado por el costoso despacho de abogados Nassar Nassar y Asociados, su esposa Gizeh sigue viviendo en Montecarlo, teniendo el mismo ritmo de vida, según se pudo constatar directamente haciendo una visita al lugar donde habita, confirmando la información con el guardia. Se pudo saber que ella recibe periódicamente dinero de la renta de algunas de las propiedades, lo que le permite vivir sin preocupaciones.
Como ocurre con los capos del crimen organizado, mientras estén en prisión y sus bienes sigan generando riqueza, estar tras las rejas no es el peor escenario.
Fuentes de información de la FGR afirman que, hasta pocos días antes de la detención, Cárdenas Palomino vivía tranquilo en Paseos del Bosque, Naucalpan, Estado de México, donde fue capturado el 5 de julio pasado. Incluso daba paseos en motocicleta con sus antiguos amigos y colegas, muchos de ellos en posiciones estratégicas en el gobierno federal, de la Ciudad de México y en la FGR.
Se afirma que su captura fue previamente negociada con él. La promesa que le habrían hecho sus amigos en la FGR es que solo sería acusado de tortura, diciéndole que las pruebas eran “débiles”, y que no prosperarían las denuncias de lavado de dinero y delincuencia organizada. Hasta la conclusión de este artículo así ha ocurrido.
fuente.-@emeequis /
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