E, incluso, dentro de ese selecto grupo, hay un escalón más, reservado para los constructores de mayor estima para el gobierno de la “economía moral”, en donde sólo caben los 14 que han recibido facturaciones mayores a 150 millones de pesos.
Dichas firmas son: Vise, Constructora Moyeda, Consorcio Continental de Infraestructura, Caminos y Desarrollos Urbanos; Terracerías, Pavimentos y Caminos; Semex, La Cima Terraceros; Merp; Idevvsa Construcciones; Industrial de Asfaltos y Pavimentos, Constructora Santos Chisum, Proyectos y Desarrollos Prodesa; Talwiwi Construcciones; e Ingenieros y Equipos Mecánicos S.A. de C.V.
De acuerdo con una revisión efectuada por EMEEQUIS de los registros de contratos de obra de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en Compranet, entre enero de 2019 y julio de 2021, las cuatro primeras constructoras mencionadas recibieron asignaciones por al menos 260 millones de pesos cada una.
También se revisaron documentos patrimoniales para ubicar a la mayor parte de accionistas detrás de las razones sociales de las constructoras preferidas por el gobierno de López Obrador, entre quienes se encuentran inversionistas de San Salvador Atenco, Texcoco, Ecatepec; empresarios ligados al foxismo, al calderonismo y hasta empresas conectadas con el empresariado peñista químicamente puro.
LA NATA DE LOS CONTRATISTAS DE OBRA
Los proyectos estratégicos de AMLO como el Tren Maya, el Aeropuerto “Felipe Ángeles” de Santa Lucía o la Refinería de Dos Bocas han absorbido la mayor parte del presupuesto destinado a infraestructura, que es administrado, respectivamente, por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
Aún así, la SCT ha conseguido quedarse con una partida con la cual desarrollar obras de mantenimiento, conservación, restauración, ampliación y construcción de infraestructura, mayoritariamente en el rubro carretero.
Como ocurrió en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, el gobierno de López Obrador también ha desarrollado preferencia por un reducido grupo de constructores, quienes reciben las asignaciones más cuantiosas de la SCT.
Este grupo es encabezado por Vise, de la familia Villanueva Sandoval, de Guanajuato, muy cercana al foxismo. Vise ha facturado 906.87 millones de pesos a la dependencia en cuestión en los 30 meses que comprende en periodo revisado.
Está después Constructora Moyeda, propiedad de Arturo Moyeda, expresidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Nuevo León, quien ha recibido asignaciones por 342.24 millones de pesos.
Los contratistas de infraestructura mejor pagados.
VAN 460 MILLONES PARA CONSTRUCTORES DE ECATEPEC Y TEXCOCO
En el tercer sitio se encuentra Consorcio Continental de Infraestructura, del ecatepenses Edgar Cruz Lagunas y del atenquense Francisco Javier Pacheco García, la cual logró contrataciones por 292.71 millones de pesos.
Estos empresarios mexiquenses son propietarios de otra constructora en Texcoco, Idevvsa Construcciones, la cual ocupa, individualmente, el noveno sitio de facturación del periodo revisado, con 167.98 millones de pesos. Así, Cruz Lagunas y Pacheco García han facturado 460.69 millones de pesos a la SCT.
En el cuarto sitio Caminos y Desarrollos Urbanos, empresa del juarense Ricardo Caballero Mota, alcanzó contratos en el periodo por 264.02 millones de pesos.
Fallo de licitación a favor de IDEVVSA.
Registro público de IDEVVSA.
Registro público de Consorcio Continental.
SEGUNDO PISO: MÁS DE 150, MENOS DE 200 MILLONES DE PESOS
En el siguiente peldaño se encuentra Terracerías, Pavimentos y Caminos (Tepyc), empresa fundada por Gregorio Cruz González, con María de Jesús Hernández Serratos y Manuel Sánchez Hernández.
Con los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, dicha empresa jalisciense alcanzó una facturación de más de 800 millones en contratos para obras carreteras. Con la SCT de la administración obradorista lleva apenas 194 millones de pesos.
La regiomontana Semex, de Grupo Signal y Alejando Brunell Meneses, ha facturado en lo que va de la gestión actual 177.66 millones de pesos.
La empresa atlacomulquense La Cima Terraceros, de Claudia Villegas Juárez, José Albino Ruiz y Juan Manuel Gómez Hurtado, ha recibido asignaciones por 172.39 millones de pesos.
Merp Edificaciones y Terracerías y Merp Pavimentos, del chihuahuense Julio César Mercado Rodríguez, acumulan hasta ahora una contratación de 171.62 millones de pesos.
Está después la coahuilense Industrial de Asfaltos y Pavimentos, de Grupo Sánchez Garza, con una facturación de 160.58 millones de pesos.
En el siguiente escalón está la neoleonesa Constructora Santos Chisum, la cual consiguió contratos de obra por 158.76 millones de pesos. Pertenece a Rolando Sánchez Chisum y María Elena Leal González.
Proyectos y Desarrollos Prodesa, de Mauricio Francisco Muñoz Tolentino y Gildardo Molina Ballesteros, en sociedad con Dragados del Mar. Esta firma hermosillense alcanzó 153.51 millones de pesos en contratos de obra hasta ahora.
Talwiwi Construcciones, también de Hermosillo, es propiedad de Soila Mavel Manzo Zazueta y Gilberto Aguirre Vázquez. Su facturación en el periodo fue de 153.17 millones de pesos.
Y está Ingenieros y Equipos Mecánicos S.A. de C.V., de la familia Elizalde León, de Guamuchil, Sinaloa, que acumuló contratos por 151.76 millones de pesos.
BARRIO BAJO: ENTRE 100 Y 150 MDP
En el rango de facturación de entre 100 y 150 millones de pesos están Constructora Eunice, del presidente de CMIC Michoacán, Eduardo Mendoza Barajas; la culiacanense Arrencosa, de Juan Carlos Cervantes y Rafael Quintero Avendaño; la mexiquense Edsa Construcciones, de Rapul y Arturo Sánchez Reyes.
También se insertó en este segmento de contrataciones Gluyas, fundada en 1989 por Marcos Francisco y Enrique Gluyas Solórzano; Trinidad Osuna Cota, María de Jesús Osuna y Librado Méndez Casilla.
Otra empresa que está en este rango es la morelense Torreza Construcciones, de Jorge Hernández Jaimez y José Cruz Torrez Campos.
También Transportaciones y Construcciones Tamaulipecos (Tracotomasa), fundada (1993) en Reynosa, Tamaulipas, por Rolando Cantú Barragán, hermano del expresidente municipal priísta de esa ciudad, Serapio Cantú Barragán, y del también empresario del sector de transporte de carga (TITSA), Javier Cantú Barragán. Según versiones de prensa, son primos del también constructor Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de Grupo Higa, el del escándalo de la Casa Blanca de Peña Nieto.
En este grupo figura también Demovial, de Clemente Bernardo Ortega Sosa; y en fin, Construcción de Caminos y Puentes Paraestatales, Constructora y Arrendadora López, Placosa, Grupo Total Inbas, R & R, Exploraciones Mineras del Desierto, Puentes y Maniobras, Precova, Sirovial, Gameros y Luvianos Construcciones, Construcciones Marcksa, Proyectos de Infraestructura de La Laguna, Checa y Constructora Gusa.
Fuente.-@estedavid /
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