Una corte de Paz de El Salvador envió a prisión a seis extranjeros procesados por el delito de tráfico ilícito de drogas por el traslado de 1.4 toneladas de cocaína, cargamento que fue incautado la semana pasada por la Fuerza Naval.
Se trata de los mexicanos Ángel Ramírez Hernández, Marco Antonio Jarquín, Ludwing Martínez, el colombiano Walter Ocampo y los ecuatorianos Jimmy David Espinal y Wilber Javier Lazo.
Cargamento de cocaína incautado en El Salvador. Foto de EFE
Los implicados enfrentaron este lunes la audiencia inicial en su contra en la que se decretó detención provisional por seis meses, tiempo en que la Fiscalía General de la República (FGR) continuará con la investigación para “robustecer” las pruebas, señaló uno de los fiscales del caso, cuyo nombre fue reservado por seguridad.
De ser encontrados culpables, los extranjeros podrían ser condenados a 15 años de cárcel cada uno.
De acuerdo con el ministro de Seguridad salvadoreño, Gustavo Villatoro, el cargamento de 1.4 toneladas de cocaína incautado en aguas del Pacífico de El Salvador tenía como destino México y provenía de Sudamérica.
Indicó que el valor estimado de la droga es de 34.2 millones de dólares en el mercado del narcotráfico.
En 2020, las autoridades de seguridad salvadoreñas se incautaron al menos de 2.93 toneladas de diferentes tipos de drogas, valoradas en más de 48 millones de dólares, según el Gobierno.
De acuerdo con un informe de 2020 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), el narcotráfico en Centroamérica y el Caribe contribuye a aumentar el ya muy elevado nivel de violencia en la región por la pugna competitiva entre los grupos criminales.
La JIFE insiste en que “las pandillas locales y los grupos delictivos internacionales siguen explotando” la región de Centroamérica y el Caribe “como zona de tránsito y ruta de reexpedición de las drogas procedentes de América del Sur y destinadas a los mercados de consumo de América del Norte y Europa”.
En El Salvador, una de las principales fuentes de ingreso de las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18 es la venta de droga al menudeo, pero estas estructuras también han tenido contacto con cárteles mexicanos.
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