El 26 de febrero la Fiscalía General de la República (FGR) pidió a la Cámara de Diputados el desafuero del mandatario estatal de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, con lo cual se convierte en uno de los 18 gobernadores investigados por instancias federales desde la transición democrática del país en el año 2000 –casi uno al año.
La Fiscalía presentó seis cajas con pruebas que involucran al panista García Cabeza de Vaca con delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y fraude fiscal.
El caso contra García Cabeza de Vaca apenas comienza y él asegura que se trata de una persecución política, sin embargo, este tipo de acusaciones son una constante entre gobernadores de Tamaulipas.
¿Qué hay detrás de tantos gobernadores investigados?
Estos personajes acusados de corrupción o nexos con el crimen organizado no aparecieron de la nada ni se convirtieron en gente poderosa de la noche a la mañana. Tuvieron cargos menores y fueron escalando por la estructura político-electoral del país hasta llegar a una gubernatura.
Por eso, el doctor en Ciencias Sociales, Daniel Vázquez, considera que hay que ver más allá del personaje de turno sentado en la silla de los acusados y darnos cuenta que el gran problema del país es que tenemos redes de macrocriminalidad conformadas por tres estructuras: la abiertamente criminal, la empresarial y la política.
El especialista considera que la relación entre crimen y política en México, fue parte fundamental de la hegemonía priista que se vivió en el siglo pasado. Sin embargo, cuando ese régimen cayó en el año 2000, esta red no desapareció sino que se fragmentó.
“Lo que sucedió es que antes había un fuerte control por parte de la presidencia, en la medida en que el poder político se fragmentó, los que empezaron a tomar un rol fundamental fueron los gobernadores”, dijo Vázquez.
De acuerdo con el experto, lo anterior se vio en estados como Coahuila y Veracruz, “donde los gobernadores, fueron muy importantes para entender cómo (el grupo criminal) los Zetas se apropiaron del territorio”.
Y agregó que el principal papel de esa estructura político-empresarial-criminal es una “promesa de impunidad”.
El extraño caso de Tamaulipas
El estado de Tamaulipas ha vivido desapariciones y hechos violentos en la última década, como las masacres de Camargo en 2021 y San Fernando en 2010, así como el hallazgo de fosas clandestinas.
También es el estado en el que sus gobernadores han sido acusados de tener nexos con el narcotráfico desde 1993.
Manuel Cavazos Lerma estuvo al mando de esa entidad de 1993 a 1999. En 1997 fue acusado por un funcionario de Tamaulipas de permitir el tráfico de armas y drogas.
Antes de ser gobernador, trabajó en instancias como el Banco de México y la Secretaría de Programación y Presupuesto, así como en la Secretaría de Gobernación entre 1985 y 1988 bajo el mando del actual director de la CFE, Manuel Bartlett.
Cavazos Lerma también fue diputado federal dos veces, entre 1982 y 1985, y 1988 y 1991. Además fue senador entre 1991 y 1997 y apenas hace poco, entre 2012 y 2018.
Aunque no ha sido investigado, el periodista Ignacio Rodríguez Reyna considera que debería serlo, puesto que es considerado el padrino político de los posteriores gobernadores Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, quienes sí han sido investigados por tener nexos con el narcotráfico.
¿De dónde salieron los gobernadores tamaulipecos investigados?
Ya en la era de la transición democrática, el priista Tomás Yarrington, quien gobernó Tamaulipas de 1999 a 2005, fue detenido en Italia en 2017 por delitos contra la salud, operación con recursos de procedencia ilícita y falsificación de identidad.
Antes de ser gobernador, Yarrington fue elegido diputado federal en 1991 y luego fue presidente municipal de Matamoros de 1993 a 1995. En 1997 se convirtió en secretario de Hacienda del estado de Tamaulipas, bajo el mando de Cavazos Lerma.
Resulta curioso que Yarrington fue pre candidato del PRI para ser presidente de la República en 2006.
Ahora, Tomás Yarrington está preso en Estados Unidos a la espera de ser enjuiciado por lavado de dinero y narcotráfico ante la Corte Federal en Brownsville, Texas. El año pasado solicitó libertad condicional por la pandemia pero se la negaron.
El priista Eugenio Hernández, quien gobernó Tamaulipas de 2005 a 2011, fue detenido en 2017 en Ciudad Victoria, acusado de enriquecimiento ilícito y nexos con el Cártel del Golfo.
Antes de ser gobernador, fue coordinador estatal de la campaña del priista Francisco Labastida que buscaba ser presidente de la República en el 2000. A pesar de la derrota electoral de Labastida, la carrera de Eugenio Hernandez tuvo un rápido ascenso.
Fue diputado federal de 2000 a 2001, luego presidente municipal de Ciudad Victoria de 2001 a 2004 y luego gobernador a partir del 5 de febrero de 2005. Si tomamos en cuenta que su carrera política inició en 1997 cuando se afilió al PRI, le tomó ocho años ser la persona más poderosa de su entidad.
Ahora, Hernández se encuentra en el penal de Ciudad Victoria, amparándose para no ser extraditado a Estados Unidos.
El siguiente gobernador de Tamaulipas fue el priista Egidio Torre Cantú, de 2011 a 2016. Él tomó el relevo como candidato del PRI a la gubernatura en 2010, después del asesinato de su hermano Roberto Torre Cantú –en el cual la DEA implica al ex gobernador Yarrington.
Aunque no es investigado por instancias federales, Egidio Torre Cantú también ha sido acusado de delincuencia organizada y en 2020 fue investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera estatal por el posible desvío de 10,000 millones de pesos.
En 2016, por fin ganó las elecciones para gobernador de Tamaulipas un candidato que no era del PRI (antes PRM y antes PNR): el panista Francisco García Cabeza de Vaca, ahora acusado de delincuencia organizada.
García Cabeza de Vaca fue presidente municipal de Reynosa, Tamaulipas, de 2005 a 2007. También fue diputado federal de 2000 a 2003 y diputado local de 2008 a 2011.
En mayo de 2016, cuando era senador de la República y candidato a gobernador de Tamaulipas, se reveló un audio en el que se le relacionaba con el grupo criminal de Los Zetas.
De acuerdo con el periodista Álvaro Delgado, Francisco García Cabeza de Vaca hizo negocios y tiene lazos de amistad con los hermanos Bribiesca, los hijos de Martha Sahagún, esposa del ex presidente panista Vicente Fox.
¿Cuántos de quienes ahora piden nuestro voto serán acusados de corrupción en el futuro?.
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