Un
elemento de la Policía Federal exigió la tarde del miércoles un
"moche" con tal de dejar pasar a un camión que formaba parte del
convoy organizado por EL NORTE y Cáritas de Monterrey, dentro de la campaña
"Santa: El sur te espera".
El vehículo conducido por el gerente comercial de una empresa local formaba parte de las unidades que transportaban los donativos que durante 15 días los lectores del periódico entregaron en Cáritas de Monterrey y librerías, para favorecer a niños de escasos recursos de Doctor Arroyo y Aramberri.
Tras pasar la caseta de cobro Los Chorros de la Carretera 57, el oficial detuvo el camión preparado para soportar una carga de 1.5 toneladas y cuestionó al conductor sobre el contenido de la unidad.
Al explicarle que se trataba de cuentos, cuadernos para iluminar, colores, juguetes y despensas donadas, el policía, quien sólo se identificó por su apellido, García, argumentó que la vocación del camión era para materiales industriales.
El conductor le mostró una carta de la empresa dirigida a la SCT en la que explicaba que la excepción era por motivos altruistas.
El policía amenazó con aplicar una multa de 50 mil pesos y retener el vehículo con los donativos. Para liberar el vehículo exigió 5 mil pesos, que le fueron entregados por el conductor.
"Llevamos en septiembre apoyo para los
damnificados de los sismos y sólo bastó la carta (a la SCT)", mencionó el
chofer.
Pese al contratiempo, las 10 toneladas de donativos llegaron a las comunidades y ejidos del sur del Estado. El trineo de Santa no se salvó de la codicia policial, pero llegó a tiempo.
El vehículo conducido por el gerente comercial de una empresa local formaba parte de las unidades que transportaban los donativos que durante 15 días los lectores del periódico entregaron en Cáritas de Monterrey y librerías, para favorecer a niños de escasos recursos de Doctor Arroyo y Aramberri.
Tras pasar la caseta de cobro Los Chorros de la Carretera 57, el oficial detuvo el camión preparado para soportar una carga de 1.5 toneladas y cuestionó al conductor sobre el contenido de la unidad.
Al explicarle que se trataba de cuentos, cuadernos para iluminar, colores, juguetes y despensas donadas, el policía, quien sólo se identificó por su apellido, García, argumentó que la vocación del camión era para materiales industriales.
El conductor le mostró una carta de la empresa dirigida a la SCT en la que explicaba que la excepción era por motivos altruistas.
El policía amenazó con aplicar una multa de 50 mil pesos y retener el vehículo con los donativos. Para liberar el vehículo exigió 5 mil pesos, que le fueron entregados por el conductor.
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Pese al contratiempo, las 10 toneladas de donativos llegaron a las comunidades y ejidos del sur del Estado. El trineo de Santa no se salvó de la codicia policial, pero llegó a tiempo.
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