Amir Reyes, uno de los 12 policías federales detenidos por la fuga de Joaquín "El Chapo" Guzmán, fue reinstalado ayer en su cargo, tras ser liberado en agosto pasado y haber sido exonerado por la Procuraduría General de la República (PGR) de cualquier relación con este hecho y aseguró que regresó con las mismas condiciones laborales que tenía.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva, el elemento policiaco informó que siente orgullo por su reinstalación en la Policía Federal y que lo hizo como personal de nuevo ingreso, aunque se respetaron las condiciones laborales que tenía antes de haber sido detenido y precisó que esto fue posible a que quien lo juzgó fue la PGR y no la institución a la que presta sus servicios.
Dijo que fue recibido bien por sus compañeros, que no le mostraron recelo; "he recibido apoyo y cobijo, más que nada humanismo y eso es lo que hace la diferencia, que se hizo justicia de acuerdo con los lineamientos jurídicos y mis compañeros saben que siempre cumplí con mi deber".
Señaló que aún está pendiente el pago de los casi dos años que duró el proceso, pero destacó que lo importante para él era reincorporarse al servicio.
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