Un
empleado regiomontano y su esposa fueron víctimas de un secuestro virtual de
unas 12 horas que inició en el hotel La Quinta Inn Plaza Mall, ubicado en la
Calle 10 de esta ciudad, a unas cuadras de ese concurrido centro comercial.
El caso, que no tendría precedente en Texas, ocurrió la madrugada del sábado 28 de octubre, cuando la pareja fue contactada a través del teléfono fijo de su habitación por un hombre que se identificó como gerente del hotel y que los comunicó con un supuesto comandante policiaco para alertarlos de un presunto operativo en el lugar.
El caso, que no tendría precedente en Texas, ocurrió la madrugada del sábado 28 de octubre, cuando la pareja fue contactada a través del teléfono fijo de su habitación por un hombre que se identificó como gerente del hotel y que los comunicó con un supuesto comandante policiaco para alertarlos de un presunto operativo en el lugar.
A base
de engaños, narraron los regios, los hicieron salir de ese hotel en las
primeras horas del sábado y registrarse en otro cercano, que identificaron como
La Copa Inn de la calle Houston, a unos 500 metros.
Ya ahí, el tono de las llamadas cambió, y ahora los interlocutores se identificaron como miembros de un cártel mexicano, presionándolos a través de sus celulares para dar información personal que les permitiera cobrar un millón de pesos por su rescate, lo que no se concretó.
Las llamadas, señalaron, fueron en español, aunque hubo momentos en que varias personas le hablaban a la vez, algunas en inglés.
Los afectados, que pidieron no ser identificados, aseguraron que sospechan que alguien del hotel La Quinta dio información confidencial porque los hombres que los contactaron sabían detalles personales sobre ellos y datos sobre su estancia que sólo tendrían empleados del lugar.
La pareja había llegado a McAllen el viernes previo con varios compañeros de trabajo para un evento de negocios.
No obstante, debido a que viajaba con dos perros, el matrimonio no se hospedó en el mismo hotel que el resto de su grupo, sino en el de La Quinta Inn ubicado en el 1120 de la Calle 10, que acepta mascotas.
Relataron que, a los pocos minutos de haber apagado la luz para dormir, recibieron una llamada, aparentemente de la recepción.
"Nos dijeron que estaba la Policía investigando un caso de drogas y nos pasaron a un 'comandante', quien nos pidió calma", señaló el empleado.
"Nos aseguró que iban a hacer una revisión, que le pasáramos el número de nuestro celular para confirmar que no eramos los regios que buscaban".
Añadió que, de repente, la persona con la que hablaban les dijo que tenían que evacuar y que no se alarmaran.
"Dijo que teníamos que salir por la puerta trasera, agachados, y que nuestro vehículo estaba atrás, que sólo nos lleváramos los perritos, cartera, cargador de celular, cepillo dental, que nos iban a guiar al hotel Copa Inn", explicó indignado.
Engañados, él y su esposa siguieron las instrucciones, pero una vez en el hotel Copa Inn la persona en el teléfono comenzó a amenazarlos.
"Decían muchas cosas terribles", señaló, "que estábamos vigilados por sicarios, que no se nos ocurriera avisarle a alguien, que nos iba a matar, que no saliéramos de la habitación.
"Ya casi para amanecer nos empezaron a pedir teléfonos de familiares. Dije: 'Esto es una extorsión'.
"Decían que eran los Zetas", apuntó.
"A mi hermana y a un amigo trataban de pedirles un millón de pesos..., pero las líneas no podían enlazarlos... Fue algo muy raro, una extorsión virtual".
Eventualmente, la pareja decidió salir de la habitación para ver si había sicarios afuera, como les advirtieron.
Al no ver personas en el estacionamiento, corrieron a su auto y fueron al hotel en el que se hospedaron sus compañeros de trabajo.
El grupo suspendió su estadía y regresó en caravana por la ruta McAllen-Laredo-Monterrey, sin denunciar los hechos a la Policía de McAllen.
"Ya hablé con abogados de San Antonio y ellos van a investigar con La Quinta Inn, con la gente de seguridad del hotel, con oficinas centrales del hotel", dijo el afectado.
"Vamos a presentar una demanda legal", señaló.
Además dijo que presentarán una denuncia en la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Ya ahí, el tono de las llamadas cambió, y ahora los interlocutores se identificaron como miembros de un cártel mexicano, presionándolos a través de sus celulares para dar información personal que les permitiera cobrar un millón de pesos por su rescate, lo que no se concretó.
Las llamadas, señalaron, fueron en español, aunque hubo momentos en que varias personas le hablaban a la vez, algunas en inglés.
Los afectados, que pidieron no ser identificados, aseguraron que sospechan que alguien del hotel La Quinta dio información confidencial porque los hombres que los contactaron sabían detalles personales sobre ellos y datos sobre su estancia que sólo tendrían empleados del lugar.
La pareja había llegado a McAllen el viernes previo con varios compañeros de trabajo para un evento de negocios.
No obstante, debido a que viajaba con dos perros, el matrimonio no se hospedó en el mismo hotel que el resto de su grupo, sino en el de La Quinta Inn ubicado en el 1120 de la Calle 10, que acepta mascotas.
Relataron que, a los pocos minutos de haber apagado la luz para dormir, recibieron una llamada, aparentemente de la recepción.
"Nos dijeron que estaba la Policía investigando un caso de drogas y nos pasaron a un 'comandante', quien nos pidió calma", señaló el empleado.
"Nos aseguró que iban a hacer una revisión, que le pasáramos el número de nuestro celular para confirmar que no eramos los regios que buscaban".
Añadió que, de repente, la persona con la que hablaban les dijo que tenían que evacuar y que no se alarmaran.
"Dijo que teníamos que salir por la puerta trasera, agachados, y que nuestro vehículo estaba atrás, que sólo nos lleváramos los perritos, cartera, cargador de celular, cepillo dental, que nos iban a guiar al hotel Copa Inn", explicó indignado.
Engañados, él y su esposa siguieron las instrucciones, pero una vez en el hotel Copa Inn la persona en el teléfono comenzó a amenazarlos.
"Decían muchas cosas terribles", señaló, "que estábamos vigilados por sicarios, que no se nos ocurriera avisarle a alguien, que nos iba a matar, que no saliéramos de la habitación.
"Ya casi para amanecer nos empezaron a pedir teléfonos de familiares. Dije: 'Esto es una extorsión'.
"Decían que eran los Zetas", apuntó.
"A mi hermana y a un amigo trataban de pedirles un millón de pesos..., pero las líneas no podían enlazarlos... Fue algo muy raro, una extorsión virtual".
Eventualmente, la pareja decidió salir de la habitación para ver si había sicarios afuera, como les advirtieron.
Al no ver personas en el estacionamiento, corrieron a su auto y fueron al hotel en el que se hospedaron sus compañeros de trabajo.
El grupo suspendió su estadía y regresó en caravana por la ruta McAllen-Laredo-Monterrey, sin denunciar los hechos a la Policía de McAllen.
"Ya hablé con abogados de San Antonio y ellos van a investigar con La Quinta Inn, con la gente de seguridad del hotel, con oficinas centrales del hotel", dijo el afectado.
"Vamos a presentar una demanda legal", señaló.
Además dijo que presentarán una denuncia en la Secretaría de Relaciones Exteriores.
fuente.-
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