“¿De qué nos sirven estas campañas electorales? Son ejercicios de más de lo mismo: promesas que luego la mayoría no cumplirá en buena parte. ¿Para qué queremos campañas largas, agotadoras, repetitivas y mentirosas?”.
En un país con 60 millones de pobres,
tener partidos políticos que reciben casi 7 mil millones de pesos, es una
obscenidad, un insulto, un escándalo, un crimen moral y ético, un atentado a la
decencia.
¿Por qué hemos llegado a este punto?
¿Cómo es posible que en un país tan pobre con millones de gente que no tiene
qué comer, existan partidos y políticos ricos?
El Consejo General del infame Instituto
Nacional Electoral (INE) aprobó por unanimidad este proyecto de financiamiento
público para “actividades ordinarias” de los partidos y sus “campañas
electorales”.
¿De qué nos sirven estas campañas
electorales? Son ejercicios de más de lo mismo: promesas que luego la mayoría
no cumplirá en buena parte. ¿Para qué queremos campañas largas, agotadoras,
repetitivas y mentirosas?
Pero el inefable Lorenzo Córdova
Vianello considera que este multimillonario presupuesto entregado a los
partidos y a los candidatos independientes no es una “determinación arbitraria
del INE”. Claro, como no, eso ya lo sabíamos. Aquí todo es consenso y se
reparten y cerrar con un claro: “todos contentos”.
Los 6 mil 788 millones de pesos para ser
exactos irán a parar a las elecciones del 2018 que ya sabemos serán arbitradas
por el mismo arbitro fraudulento y corrupto que es el INE.
Entonces pregunto: ¿qué necesidad
tenemos de entregar tan elevada suma de dinero a unos políticos que son
auténticos vividores del sistema y que solo pretenden beneficiarse en términos
personales?
Este presupuesto no beneficia más que a
los políticos y sus partidos, muchas veces convertidos en organizaciones o
empresas familiares como en el caso del Partido del Trabajo (PT) o el Partido
Verde Ecologista de México (PVEM) y en menor medida el resto.
Los Consejeros del INE que se negaron a
renunciar luego del fraude electoral monumental del Estado de México y
Coahuila, ahora dicen como Ciro Murayama que este presupuesto es “dinero
limpio”. Explicación no pedida, acusación manifiesta.
¿A poco no saben los señores consejeros
que estos casi 7 millones de pesos oficiales son pecata minuta frente a los
miles de millones de pesos que partidos y políticos reciben por fuera? Muchas
veces, ese dinero procede de actividades ilícitas, es dinero negro que sirve
para financiar candidatos y partidos del gusto del crimen organizado o de los
distintos estamentos de poder político y empresarial.
El pase de charola es ya una tradición
mexicana. Las instituciones han mirado para otra parte a la hora de tener la
obligación de investigar este financiamiento ilegal.
Pero aquí no pasa nada. Veamos cuánto se
van a embolsar los partidos políticos. Empecemos por el Partido Revolucionario
Institucional (PRI) al que le han asignado nada más y nada menos que la
cantidad de más de 1,689 millones de pesos. Así como pretenden los señores del
INE que pretenden la equidad.
El Partido Acción Nacional (PAN)
recibirá más de 1,281 millones de pesos, mientras que el Partido de la
Revolución Democrática (PRD) recibirá más de 773 millones de pesos y su partido
satélite el PVEM recibirá más de 578 millones de pesos.
Le siguen, el Movimiento Ciudadano
propiedad de Dante Delgado con más de 537 millones de pesos y después Nueva
Alianza de la maestra Elba Esther Gordillo y los maestros, con 419 millones y
el Partido del Trabajo (PT) propiedad de Alberto Anaya y su esposa Guadalupe
que casi desaparece, con más de 376 millones de pesos.
Los nuevos partidos como Morena con más
de 659 millones de pesos y Encuentro Social con 398 millones de pesos, no
cantan mal las rancheras. Aquí de lo que se trata es que todos tengan para sus
“chicles”, incluidos los candidatos independientes con 42 millones 964 mil 332
pesos.
Obviamente los independientes no podrán
competir equitativamente con partidos que reciben más de mil millones de pesos
como el PRI y el PAN, ni con los que reciben un poco menos, porque la
diferencia entre estos presupuestos es abismal.
Estamos frente a un derroche
innecesario, un exceso monumental frente a las necesidades más urgentes que
requiere la sociedad en educación, seguridad y salud, principalmente.
En el uso de los dineros, el INE,
tampoco está haciendo su trabajo. La Unidad Técnica de Fiscalización (UTF)
dirigida por Eduardo Gurza es una pantomima que no actúa, ni vigila nada.
Obvio, este señor tiene un vinculo directo con el PRI.
México no puede seguir sosteniendo este
derroche obsceno e inmoral de los partidos. Ni por la vía oficial ni por la vía
ilegal. Las autoridades tampoco deben seguir normalizando la inyección de
dinero negro a las campañas, políticos y partidos. Eso es un delito y debería
empezar a perseguirse judicialmente para castigar a quienes compran el voto de
la gente y para quienes con su dinero imponen candidatos y partidos en el poder
que luego les otorgarán beneficios.
Nos urge una reforma política que
incluya un replanteamiento de financiación de los partidos basado
particularmente en los votos, es decir, vincular el dinero que reciben, a la
cantidad de sufragios obtenidos en la elección.
Por lo pronto, prepárense a vivir el
infierno, el horror de las campañas electorales con su avalancha de anuncios basados
en promesas y mentiras. Prepárense para el hartazgo, el enfado, la indignación
que sentimos por el desmedido uso de espacios televisivos y radiofónicos.
Prepárense para ver como el duopolio televisivo se llena los bolsillos a cambio
de moldear las intenciones de voto. Prepárense para ser testigos del
enriquecimiento ilícito de tantos políticos con dinero de sus partidos. Y
finalmente, prepárense psicológicamente para la guerra sucia y la marea de
propaganda deshonesta pagada con nuestro dinero.
Fuente.-
Twitter: @SanjuanaMtz
Facebook: Sanjuana Martinez
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