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lunes, 9 de agosto de 2021

"CUANDO el GOBIERNO se AUSENTA": COMO en COLOMBIA las "AUTODEFENSAS MEXICANAS YA se SALIERON de CONTROL y DIERON el PASO a la ANARQUIA"...casi siempre auspiciadas por el narco.


Hace 23 años el municipio de El Aro en Colombia vivió el infierno en carne propia a manos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Al poblado montañoso ubicado a 200 kilómetros de Medellín llegaron 150 civiles camuflados y armados hasta los dientes y asesinaron a 17 civiles, en su mayoría campesinos.

Las AUC o grupos paramilitares colombianos son un antecedente peligroso de lo que podría ocurrir en México si las personas deciden tomar la justicia por su propia mano. 

Aquella noche de 1997 el estruendo de las balas no cesaba en la plaza principal del pueblito de apenas 14 mil habitantes. Un comando tumbó puertas y obligó a sus habitantes a salir en fila india. Llegando al parque, la gente se encontró con tres vecinos asesinados. Un paramilitar sacó una lista negra. En ella, estaban los nombres de hombres y mujeres que según sus “informantes”, trabajaban o colaboraban con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)

Al dueño de la tienda de abarrotes los paramilitares lo acusaron de vender víveres a la guerrilla; “lo amarraron a un árbol y lo torturaron, le sacaron los ojos, le cortaron la lengua, lo abrieron y le levantaron la piel. Luego le enterraron un cuchillo”, cuenta la revista colombiana Semana a 23 años de la masacre. 

A los sobrevivientes, las AUC los obligó a llevarse entre 800 y mil 200 cabezas de ganado para dejarlas en manos ajenas. Elvia no corrió con la misma suerte, narra la revista Semana. “La mujer era la encargada de hacer las labores domésticas en la casa cural. Los paramilitares la violaron en cuadrilla, después la arrastraron por las calles boca abajo haciendo que su rostro se borrara desfigurado. Aún moribunda, la amarraron a un palo para que muriera lentamente”. 

En una década de operación y con un ejército de alrededor de casi 30 mil civiles armados, a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) se le atribuyen 94,754 asesinatos, incluyendo los 17 de la masacre de El Aro. Los paramilitares mataron en Colombia la misma cantidad de personas que caben en el Estadio Azteca en México… y 7 mil más.

El exilio y las autodefensas

Un año antes de la masacre de El Aro hubo otra incursión paramilitar en Mariangola, Valledupar, un municipio de 12 mil habitantes a hora y media de la ciudad de Cartagena. Esta incursión obligó a Nélida Herrera a refugiarse en México con sus tres hijos pequeños quienes apenas aprendían a caminar.

La fotocopia de la noticia publicada en El Heraldo de Barranquilla el 26 de noviembre de 1996 lo muestra todo. El padre de Nélida tiene un balazo en la frente; Raumir, su hermano menor, un hueso roto y a Rafael, el hermano mayor, le han destrozado la cabeza y el estómago.

La noche anterior a los Herrera los despertaron tres golpes fuertes en la puerta.

Al tumbarles la puerta, los hermanos vieron una caravana de autos amarillos y de ellos bajaron hombres armados que se identificaron como Autodefensas. Preguntaron por Hipólito y al responder el menor de los hermanos que “todos eran Hipólito”, se los llevaron a los tres varones para jamás volver.

Al igual que los pobladores sobrevivientes a la masacre de El Aro, Nélida se ha preguntado muchas veces las razones de su desdicha. Antes de subirse al avión rumbo a México como refugiada por la Cruz Roja Internacional, se enteró de caravanas de grupos de civiles armados que iban de pueblo en pueblo, asesinando a su paso a civiles que creían aliados de la guerrilla. 

La última vez que Nélida vio a sus hermanos y a su papá de cerca los habían asesinado y abandonado en una zanja de riego por donde ya no pasa el agua. De ahí su vida se rompió e hizo como pudo para reinventarse en México con sus tres hijos.

Nélida Herrera es una de los 8,143,758 de desplazados internos colombianos que tuvieron que huir de su país a finales de los noventa por la violencia de grupos ilegales.Todos ellos encontraron refugio principalmente en Venezuela, México y España, según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

A cinco lustros de distancia de la tragedia, cuatro nietos y una vida por delante, Nélida se gana la vida en el Instituto de la Juventud de la Ciudad de México. En la Unidad Residencial Vasco de Quiroga, ella capacita, acompaña y asesora a decenas de adolescentes para que no se dejen tentar por las drogas ilegales, para que usen preservativos y eviten contagios por transmisión sexual. Ella trabaja con jóvenes en espera de recuperar la paz que le fue arrebatada.

El espejo mexicano 

Las Autodefensas en Colombia tuvieron sus orígenes a finales de los años 80. Ganaderos y terratenientes acosados por la guerrilla se unieron para conformar un ejército privado. El argumento para reclutar civiles fue la defensa de sus tierras y la necesidad de poner un freno a las extorsiones y secuestros por parte de grupos guerrilleros.

Bajo la idea de proteger y “limpiar” las regiones colombianas de la guerrilla, las autodefensas se convirtieron en mercenarios al servicio de los terratenientes. Las AUC que operaron de 1996 a 2006 son protagonistas de delitos como secuestro, despojo de tierras, masacres y narcotráfico. No en vano, el Centro de Memoria Histórica en Colombia, los responsabiliza del 47% de las muertes  ocurridas entre 1996 y el 2006, años en el que las AUC se desmovilizaron. 

A pesar de su naturaleza ilegal, las autodefensas colombianas no sólo fueron toleradas por el Estado, sino que con el tiempo, se convirtieron en activos protagonistas de la política nacional.

Las historias de abusos cometidos por las autodefensas en México comienzan a narrarse de una manera casi anecdótica y por lo mismo es momento de voltear hacia Sudamérica y aprender de dolorosas experiencias.

El mismo año de la masacre paramilitar de El Aro en Colombia, en Chiapas fueron asesinados 45 indígenas tzotziles en una incursión paramilitar que hoy se conoce como la Matanza de Acteal. Desde entonces y hasta la fecha, se pueden encontrar distintos enfrentamientos entre policías comunitarios y cárteles del narcotráfico.

A diferencia de los paramilitares en Colombia que terminaron siendo financiados por el narcotráfico y grupos de ultraderecha para hacerle frente a la guerrilla de las FARC, en México el surgimiento de grupos de autodefensas es la respuesta a la zozobra implantada por el narcotráfico en comunidades donde la ausencia del Estado es notable. 

Los vínculos entre las autodefensas mexicanas y grupos ilegales, son una apuesta riesgosa para el Estado y para sus ciudadanos. Aunque para algunos especialistas es prematuro afirmar que el fenómeno de las Autodefensas en Colombia pueda repetirse en México, “el riesgo está presente”, explicó Francisco Rivas para la BBC

La quema de edificios públicos, propiedad privada y el secuestro de 21 personas ocurrido en Pantelhó, Chiapas, a principios de julio por parte de un grupo de autodefensas conocido como “El Machete” no puede ser considerado como un acto menor ni ser visto como una respuesta natural a la ineficacia del Estado. 

En México los ordenamientos jurídicos señalan que únicamente tres estados, Oaxaca, San Luís Potosí y Guerrero, tienen policías comunitarias. Cuerpos policiacos justificados por los usos y costumbres de los pueblos originarios.

Sin embargo, se tienen registros de al menos 50 grupos de autodefensas y policías comunitarias operando en estados como Michoacán, Veracruz, Morelos, Tamaulipas y Tabasco, según información periodística. 

En el contexto de la política nacional, líderes que han surgido de grupos de autodefensas han ocupado un espacio en la arena pública. Es el caso de Hipólito Mora Chávez, empresario limonero y fundador de autodefensas en La Ruana, Michoacán.

El 11 de marzo pasado, Mora oficializó su registro para contender a la gubernatura de Michoacán por el Partido Encuentro Social, pero perdió la elección contra Alfredo Ramírez Bedolla de la coalición Juntos Hacemos Historia. 

También está el caso de Estephania Valdés, viuda de José Manuel Mireles, líder de las autodefensas de Michoacán. Valdés compitió por una curul en el congreso local en las pasadas elecciones, pero no lo consiguió. Su esposo, José Manuel Mireles, sobrevivió a las balas del narcotráfico, a un accidente aéreo dudoso y la COVID-19 fue lo que lo derrotó.

Finalmente está la senadora Nestora Salgado García. Salgado se define como activista y fue ex comandante de la policía comunitaria del municipio de Olinalá, en el estado de Guerrero. Su incursión como autoridad en la comunidad reposa en la serie de abusos sistémicos recibidos por las comunidades de la sierra de Guerrero y en los mecanismos de autodeterminación que los gobiernan.

La historia de las autodefensas en Colombia siembra un precedente peligroso para América Latina del que México debe reflexionar con cautela porque la ausencia del Estado, el azar de la violencia y el amparo de causas nobles, jamás debería ser un pretexto para la ilegalidad.

fuente.-Carolina Ruiz/


"NETA ...?": SECUESTRAR VIRTUALMENTE CUENTAS de WHATSAPP y FACEBOOK PENADO hasta con 12 AÑOS de CARCEL: DICE EXPERTO de la GUARDIA NACIONAL...muy poco expertos en castigar ilícitos.


Secuestrar una cuenta de WhatsApp, Facebook, un correo electrónico o cualquier red social es relativamente fácil; el atacante generalmente logra obtener el código de verificación con un mensaje de texto o una llamada telefónica, y en cuestión de segundos, instala la aplicación en su teléfono, delito que parecería inofensivo, pero que podría ser tipificado como intervención de comunicaciones privadas, actualmente penado hasta con 12 años de prisión.

El comisario jefe Oliver González Barrales, director de la Unidad Científica de la Guardia Nacional y responsable de la llamada Policía Cibernética, en entrevista con MILENIO habla sobre la estrategia de la corporación y detalla del modus operandi del ciberdelincuente especializado en la usurpación y el fraude a través de medios tecnológicos, que hasta el año pasado alcanzaron las 21 mil 288 denuncias ciudadanas.

“La ciberseguridad podemos entenderla en dos vertientes: aquellas acciones que están dirigidas para afectar la propia tecnología, afectación a sistemas, bases de datos; y la otra vertiente, que tiene que ver con el uso de la tecnología para llevar a cabo un fraude, una extorsión o el robo de identidad”, aseguró.

Los casos recientemente expuestos por la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, la senadora priista por Zacatecas, Claudia Anaya, o la diputada electa y ex primera dama, Margarita Zavala, evidenciaron un tema de usurpación de identidad e intento de fraude, que podrían ser vinculados hasta con temas de extorsión.

Sin embargo, la Policía Cibernética también ha identificado un problema como es el secuestro de del WhatsApp, que es cuando el atacante o el defraudador logra acceder a la cuenta, generalmente a base de engaños; “por ejemplo, llaman diciendo ‘te ganaste un premio o contesta una encuesta’, y para validar, piden un código de identidad; el ciudadano da ese código al defraudador que puede ser utilizado para instalar la aplicación en cualquier teléfono”.

Otro caso detectado es cuando el atacante solicita que se envíe a través del buzón de voz dicho código, y desde luego, si el ciudadano no tiene habilitado un pin en su buzón, se puede acceder para escucharlo vía telefónica, lo que permite robar la cuenta.

WhatsApp, Facebook e Instagram son las redes sociales que más se buscan hackear. (Jesús Quintanar)
“Ya que si se apropia del WhatsApp de alguien más, es decir, si le roba o secuestra su cuenta, estamos hablando de un delito grave que tiene que ver con la intervención de comunicaciones privadas sin la autorización de un juez, delito que podría llevar hasta los 12 años de prisión”, advierte.

No obstante, al vulnerar una comunicación, se concursa para otro tipo de delitos, por ejemplo, cuando se relaciona con imágenes de carácter sexual; el acceso ilícito a sistemas, con penalidades de hasta dos años de prisión; o bien, si estos sistemas pertenecen al Estado, se pueden alcanzar hasta los cuatro años de cárcel.

Para evitar el secuestro de la cuentas, según explica el Comisario Jefe, debe ser activado el doble factor de autentificación o el código de verificación de doble paso; “y esto nos va a permitir ahorrarnos varios dolores de cabeza e impedir que otra persona ajena a nosotros pueda apropiarse de nuestra cuenta”.

Pero la usurpación y el fraude no son las únicas tareas de la división de ciberseguridad de la Guardia Nacional, pues en los últimos tres años se atendieron más de 199 mil incidentes cibernéticos, de los cuales el 80 por ciento estuvieron relacionados con códigos maliciosos; y tan solo en 2020,habrían sido neutralizados 5 mil 920 Sitios web apócrifos, evitado así la pérdida de cerca de 900 millones de pesos.

El ciberpatrullaje que realiza la corporación también estaría dirigido a contrarrestar las acciones que afectan a niñas y adolescentes como el grooming, el ciberacoso o la trata de personas, y como resultado se tendrían 217 denuncias interpuestas en las 32 entidades federativas, que han conducido a la detención de 46 personas, 10 sentencias condenatorias y el rescate de 47 víctimas.

“El tema de pornografía infantil se sigue por oficio, no es necesario que se presente una denuncia por parte del afectado, sino que la propia Guardia Nacional puede actuar. “Recabamos toda la evidencia necesaria para crear carpetas de investigación, y hemos detenido presuntos responsables imputados y hemos rescatado víctimas”, explicó.
El hackeo de redes sociales puede ser completamente un delito. (Octavio Hoyos)

Asimismo, destaca la preocupación que ha tenido presente la división, como es el ramsonware, un mecanismo de extorsión para que depositen criptoactivos a cambio de liberar las cuentas, y del que han sido víctimas diversas dependencias del gobierno federal. El caso más reciente, el ataque a la Lotería Nacional, pero según el comisario jefe, “se han tenido respaldo y se han logrado contener los ataques”.

En este sentido, explica que se trata de “un tema mucho más sofisticado, que tiene que ver con criptografía, es decir de cifrados avanzados para no dar accesos a la información del usuario, pero también tiene que ver con vulnerabilidades en el usuario”, una preocupación, dice, de todas las policías cibernéticas del mundo. 

Si bien reconoce que la tecnología, e invertir en ella, es fundamental, “es aun más importante la capacitación del recurso humano en técnicas de inteligencia y fuentes abiertas para la contención apropiada de estos eventos”.

Finalmente, destaca la estrategia de digital de la Guardia Nacional, que estaría enfocada en tres pilares: prevención, contención y respuesta, y fortalecimiento de las capacidades investigativas, y para ello, “hay presencia, ciberpatrullaje, análisis de información que permite prevenir, y hay colaboración público privada”.

Fuente.-


"PADRE lo NARRA y VIDEO lo ATESTIGUA": UN "SUPER OPERATIVO" para ASESGURAR a DOS NIÑAS por "ORDEN de un JUZGADO FAMILIAR"...y en pijamas se las llevaron.



Aprovechando que la noche caía sobre la Ciudad de México, el lunes 21 de junio de 2021, pasadas las 20:00 horas, un grupo de nueve personas armadas, entre ellas algunas mujeres, todos portando uniformes de la desaparecida Agencia de Investigación Criminal (AIC), órgano que perteneció a la exProcuraduría General de la República (PGR), llevaron a cabo un operativo.

Como si fueran a cumplimentar la aprehensión de un capo del crimen organizado, y empleando el uso de la fuerza y la brutalidad que los caracteriza, allanaron el domicilio de Héctor Ávila Bribiesca, donde el objetivo, por orden del juez 36 de lo Familiar de la CDMX, Edgar Enrique Vasconcelos, fue sustraer sin importar las consecuencias y a como diera lugar, a las dos niñas que bajo su cuidado por orden del mismo magistrado tenía Héctor, quien al intentar impedir que se llevaran a sus pequeñas, a las que identificaremos como “N” y “P”, de 3 y 6 años, fue golpeado junto a su mamá, quien también trató de evitar que les arrebataran a sus nietas, quienes vestidas con sus pijamas fueron sacadas del domicilio sin la presencia de algún actuario que avalara la diligencia.

Héctor cuenta a Crónica que nunca pensó que las autoridades, en este caso, un juez que lleva procesos de problemas familiares donde se realizan juicios por la custodia de menores, “ordene acciones policiales de esta magnitud, (lo que fue captado en videos y de los que Crónica tiene copia) para sacar a dos niñas de su hogar como si fueran criminales, enviaron a un grupo de personas armadas, llegaron, derribaron la puerta de la entrada a patadas, nos golpearon y solo se limitaron a decir que fue por orden de un juez, me aventaron un papel arrugado para que me informara de esta acción y se llevaron a mis hijas en un auto particular con placas RBZ259C, que no portaba logotipos de alguna dependencia oficial”.

Este diario recurrió al Registro Nacional de Vehículos y constató que el auto en cuestión, con placas RBZ259C de uso particular es un Aveo marca Chevrolet de color Blanco, (actualmente presenta un color plata) cuatro puertas, que fue emplacado el 6 de mayo del 2020 en el estado de Morelos y no pertenece a ninguna dependencia del gobierno.

Asimismo, la gente que cumplimentó el operativo de sustracción de las niñas actuó de forma ilegal, ya que la diligencia era competencia de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX), por lo que esto apunta que la autoridad capitalina fue desplazada de su función y tal vez nunca informada de este procedimiento.

Héctor refiere que en ningún momento el juzgado 36 de lo Familiar le notificó el motivo y por qué irían por las niñas. “Creo que para procedimientos de este tipo además de avisar deben hacerse a horas más accesibles y no en la noche, como lo hicieron, con ese abuso de autoridad y agresión. En la entrada del edificio hay vigilancia, no respetaron la solicitud de informar el motivo de su presencia y por el número de gente anularon a quienes cuidan el acceso del lugar. Sin avisar el motivo y una vez que estuvieron afuera del departamento sólo gritaron ‘abra’, yo por supuesto les solicite que se me informa el motivo, no abrí y sin más comenzaron a golpear la puerta hasta que la derribaron”.

Asimismo, relata que una vez adentro del departamento “nos golpearon a mi mamá y a mí cuando vimos que iban por mis hijas, a las que envolvieron en unas cobijas y a pesar de que tratamos de impedirlo uno de ellos expresó que fue por orden de un juez. No conformes con agredirnos y llevarse a mis niñas, también se robaron cosas. A mis hijas se las llevaron en un auto que no portaba logotipos de ninguna dependencia oficial”.

En el mismo tenor, Héctor señala que una vez pasado este turbio episodio “acudí al juzgado con mi abogado para solicitar una explicación por lo ocurrido y me entero que le entregaron a mis hijas a mi exesposa, y sus familiares, quienes las amedrentan, firmaron como testigos de ello, se las llevaron a un lugar donde no están seguras, donde están los personas a las que denuncie y donde mis niñas sufren maltrato, esto es increíble, uno acude a la autoridad por ayuda y ahora yo resulto ser el culpable, ya que aunque yo demandé a mi exmujer por maltrato, les dan a mis niñas a su familia, y a mí, sin una explicación clara, me dictan una orden de restricción en la que no puedo ver ni hablar con mis hijas, desgraciadamente esta es la ley y la autoridad que nos protege”.

Afectado emocionalmente al desconocer la situación en la que se encuentran sus pequeñas, a más de un mes de haber sido sustraídas de su domicilio, Héctor cuenta que “desde finales de 2019 comenzó el proceso de separación con mi exesposa Patricia, al haber diferencias por las acciones de ella y su familia, con problemas por abuso de alcohol, drogas y fiestas, por lo que nos separamos y ella se quedó con mis hijas y le pedí que me dejara seguir conviviendo con ellas, y en un acuerdo de palabra así sucedió durante cuatro meses, tiempo en el que según le contó su hija mayor, las encerraban a ella y a su hermana menor con un perro si se portaban mal”.

Héctor subraya que un día su hija mayor le dijo con lágrimas que ya no quería irse con su mamá, pero tenía que cumplir con el acuerdo con su exmujer. Sin embargo, refiere que “un día mi exesposa llega y me dice que ya no podía cuidar a las niñas, que su papás le dijeron que ya no querían que las niñas estuvieran con ellos. Ella me las deja y a partir de ese momento yo inicio un proceso legal, recurro a los juzgados para que me asesoren y me ayuden para tener la custodia de mis hijas, era todo lo que pedía”.

Asimismo, señala que con las pruebas que recabó para reforzar sus argumentos del maltrato del que fueron víctimas sus hijas y el descuido por parte de la mamá, él continuó con el proceso por la custodia, “las presenté al juez, quien le dictó medidas precautorias a mi exesposa, en la que ni ella ni ninguno de sus familiares podrían acercarse a mis niñas a menos de 500 metros. A mí me asignan un código Águila por si en algún momento sucediera alguna cosa o que se quisieran llevar a las niñas cuando las llevara a la escuela o si ella cambiaba de parecer, lo que ocurrió, ya que de la nada ahora ella quería la custodia de mis hijas cuando me había dicho que ya no las podía atender ni tenerlas”.

A partir de ese momento comenzó el proceso legal por la custodia, tiempo en el que he estado presentando pruebas, le solicité al juez de lo familiar, Edgar Enrique Vasconcelos, que le realizaran exámenes con peritos a mi hija mayor para que corroborara que dice la verdad del maltrato que sufre cuando está con la familia de su mamá, le presenté pruebas de un perito y me dijo que no, que esas no eran evidencias oficiales, ya que el perito no pertenece a la fiscalía, y nunca se la quiso hacer. También cuando demande penalmente a mí exesposa por maltrato a mis hijas, también demandé a su hermano Javier, por la misma causa, solicité al juez que ordenara les hicieran exámenes psicológicos y toxicológicos, ya que hay antecedentes de alcohol y drogas, y tampoco quiso proceder con esta última prueba”.

A más de un mes desde el día en que le arrebataron a sus niñas, Héctor asegura que se mantiene firme y decidido a sacar adelante el proceso de custodia de sus niñas, ya que las pruebas para ello las tiene.

Fuente.-

"YERROS y PUROS FRACASOS": LA 'GUARDIA NACIONAL y la TRAMPOSA CONVERSION con CARGO a la SECRETARIA de la DEFENSA NACIONAL"...con vocación militar sera remilitarizada.



La Secretaría de la Defensa Nacional inicia una reorganización administrativa y operativa y como parte de ella la Guardia Nacional será la “tercera fuerza armada” del país, revela un documento interno de la Sedena fechado el pasado 4 de mayo, el cual ya preveía lo que el presidente López Obrador anunció después: realizar dicho cambio mediante una reforma constitucional. Así –advierten expertos– no sólo se anularían los recursos de inconstitucionalidad que enfrenta la propuesta del Ejecutivo para militarizar la seguridad pública, sino que, de plano, se abandonaría por tiempo indefinido el carácter supeditado de la GN a la autoridad civil.

En Chiapas, habitantes de Pantelhó catean casas; detienen a presuntos delincuentes; queman negocios, domicilios y autos; y obligan al repliegue de los militares y las fuerzas estatales. En Magdalena de Kino, Sonora, facciones rivales del Cártel de Sinaloa se enfrentan para controlar territorios, queman casas, destruyen negocios… En Tamaulipas los cárteles y bandas armadas que controlan varias zonas del estado se dan el lujo de anunciar treguas “para generar la paz”. Y en Michoacán, el Cártel de Jalisco Nueva Generación reanuda su ofensiva en Tepalcatepec con ataques simultáneos, pese al despliegue del Ejército, de las policías estatal y municipal y de la Guardia Nacional (GN).

Con un despliegue de prácticamente 100 mil efectivos en 222 coordinaciones regionales en todo el país (99 mil 946, según el Informe de Seguridad del pasado 21 de julio) y la misión de encabezar el combate a la delincuencia y pacificar al país antes de que concluya el mandato de Andrés Manuel López Obrador, la GN y su consolidación van a contrarreloj y sin resultados que avalen el gasto que se ha hecho en su formación.

Mientras las cifras de violencia, homicidios, feminicidios y desapariciones forzadas siguen al alza, López Obrador hizo dos anuncios inesperados y, según expertos, inconstitucionales: le dará a la GN una partida extra de 50 mil millones de pesos y construirá 234 cuarteles más para esta corporación, que se sumarán a los 266 originalmente planeados, buscando tener 500 instalaciones de este tipo al final del sexenio.

Estas decisiones, aunadas a otros anuncios presidenciales relacionados con la GN y su futuro inmediato –como el de incorporarla a la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y darle a dicha secretaría el control operativo de la institución– configuran escenarios de “fragilidad” y “trampas jurídicas”, según expertos, porque el presidente sabe que si en 2024 su partido pierde la Presidencia, la corporación podría ser borrada de un plumazo.

Aun más; un documento elaborado por la Sedena y difundido desde la VII Región Militar el pasado 4 de mayo revela que la secretaría entrará a una fase de reorganización en la que la GN pasará a ser la “tercera fuerza armada” de la institución, por encima de la Fuerza Aérea.

El documento “Reorganización de la Sedena” anticipa dos etapas de transformaciones administrativas y operativas. La llegada de la GN como tercera fuerza armada se prevé en la segunda fase de los cambios, entre los que destacan la creación de un Estado Mayor Conjunto, de una Comandancia del Ejército en el Primer Cuerpo del Ejército –con sede en la Ciudad de México–, interacción con el Comando Norte, diseño de la Visión Estratégica Mutua México-Estados Unidos y la creación de la Comandancia de la Fuerza Aérea Mexicana.

El texto señala que en la segunda etapa se incorporará a la GN “como fuerza armada” y recuerda que “la Sedena ya ejerce la coordinación operativa” de la corporación. La incorporación se proyecta en dos etapas; la primera, en 2021, prevé “presentar al presidente el proyecto de iniciativa de reforma constitucional, remitir el proyecto a la Cámara de Diputados, cabildeo en el Congreso y promulgación de la reforma constitucional”.

La segunda etapa, que deberá cumplirse en 2022, plantea “publicar la legislación secundaria, materializar las adecuaciones orgánicas y administrativas y revista de entrada de la Guardia Nacional como fuerza armada adscrita a la Sedena”.

***Fragmento del reportaje publicado en la edición 2335 del semanario Proceso./