Visitanos tambien en:

martes, 8 de septiembre de 2015

AGENTES del "CISEN" FAVORECIERON FUGA del CHAPO "...se les "olvido" la Seguridad Nacional.


Un juez federal dictó auto de formal prisión a otros cuatro funcionarios del penal de máxima seguridad del Altiplano por favorecer al escape del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán.
De acuerdo con el expediente de investigación, estos cuatro servidores públicos no atendieron los protocolos de seguridad ni la normatividad a la que estaban obligados, tampoco informaron oportunamente de la evasión y ante ese hecho, los que estaban obligados a hacerlo, no activaron “el código rojo” a pesar de que el equipo de monitoreo, con audio y video, y el de comunicación funcionaban adecuadamente.
Lo anterior permitió al impartidor de justicia considerar que los funcionarios, dos pertenecientes al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y dos del Centro de Control de Monitoreo, comisionados y adscritos al penal del Altiplano, favorecieron la fuga de Guzmán Loera.
“La aportación de nuevo material probatorio por la Fiscalía permitió concluir, en esta etapa procesal, que a las 20 horas con 52 minutos y 14 segundos, del pasado 11 de julio de 2015, no hubo falla en el sistema de monitoreo de la celda 20 del área de tratamientos especiales del citado centro, donde se encontraba Joaquín Guzmán Loera”, señala el resolutivo. 
Así, el titular del Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, con residencia en Toluca, consideró a los servidores públicos como probables responsables en la comisión del delito de evasión de presos, con la agravante de que el detenido estaba siendo procesado por la comisión de delitos contra la salud.
Con estas consignaciones, ya son siete los funcionarios detenidos por la fuga del líder del Cártel del Pacífico, pues el pasado 24 de julio un juez libró orden de aprehensión contra tres servidores públicos por estos hechos, cuya orden de captura fue cumplimentada, quedando a su disposición en internamiento en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1 Altiplano, en Almoloya de Juárez.
Del total de funcionarios a quienes se ha girado formal prisión por este caso, la fiscalía probó ante la justicia federal el delito de evasión, al existir datos suficientes para concluir que funcionarios públicos favorecieron el escape de El Chapo.
Fuente.-

En AYOTZINAPA, "FEDERALES" también "BAJO SOSPECHA"...desviaron el "QUINTO AUTOBUS".


Elementos de la Policía Federal interceptaron uno de los autobuses que habían tomado 14 normalistas de Ayotzinapa en la terminal de camiones de Iguala la noche de 26 de septiembre de 2014.

Mexico,D.F 8/Sep/2015 Los federales encañonaron a los estudiantes y los obligaron a bajar del autobús Estrella Roja 3278 en la cercanías de Palacio de Justicia, aunque no los detuvieron, de acuerdo con testimonios de los alumnos y del chofer de la unidad recabados por los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Los jóvenes que iban en ese autobús lograron escapar y ninguno de ellos está entre los desaparecidos.

Según las investigaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), el conductor de la unidad afirmó en un primera declaración manuscrita del 26 de septiembre de 2014 que los agentes federales que se trasladaban en dos patrullas le ordenaron que se dirigiera a la caseta de Iguala, hasta donde lo escoltaron.

Ahí, le dijeron que se comunicara con "su patrón" en la empresa, desde donde le dieron la instrucción de que se dirigiera a Jojutla. 

Los agentes federales no hicieron referencia al hecho en las declaraciones que rindieron ante la PGR y tampoco el Comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, se refirió a este hecho en las entrevistas que sostuvo con el grupo independiente, dijeron los expertos en entrevista con REFORMA.

El GIEI hizo un llamado a las autoridades a investigar y aclarar lo sucedido con un autobús que fue tomado por los normalistas esa noche, pero que no fue incluido en las investigaciones de la PGR.

"El hecho de que el autobús no apareciera registrado en la investigación y se hubiera narrado sobre el mismo un suceso que no ocurrió (que fue destruido a la salida de la estación, como consignó la PGR en el expediente) es en sí mismo un elemento de sospecha.

"¿Por qué se omitió? ¿Por qué no se procesó? ¿por qué no se tomaron evidencias? ¿Por qué no se identificó hasta que el GIEI señaló su existencia?", cuestionaron los expertos de la Comisión Interamericana en el informe presentado el pasado domingo.
El quinto autobús
Los integrantes del GIEI consideran que la investigación sobre lo sucedido con este autobús -un Estrella Roja con número 3278- es uno de los puntos clave para esclarecer los hechos en los que desaparecieron 43 estudiantes de la Normal Rural "Raúl Isidro Burgos", de Ayotzinapa.

Los expertos confirmaron la existencia de este autobús -al que habían hecho referencia los estudiantes en sus declaraciones ante la PGR- con un video que fue facilitado al grupo por la Central camionera de Iguala, pero que tampoco formaba parte de las investigaciones de la Procuraduría General de la República.

Según testimonios de los jóvenes que se trasladaban en ese Estrella Roja, y con una primera declaración del chofer de la unidad (que luego cambió radicalmente), el autobús salió de la terminal y fue interceptado por al menos dos patrullas de la Policía Federal en la zona del Palacio de Justicia, cerca de la salida a Chilpancingo.

Los agentes federales encañonaron a los estudiantes y los obligaron a bajar del autobús, relataron los normalistas y el chofer en un manuscrito hecho el 27 de septiembre y entregado por la empresa camionera a la PGR.

Después, el chofer dijo que los federales lo escoltaron hasta la caseta de Iguala y ahí le pidieron que se comunicara con sus empleadores para que le dieran instrucciones.

"Dos patrullas de federales me guiaron hacia la caseta de cobro y ahí me digieron (sic) que me reportara con mi patrón para que me indicara que es lo que iba a hacer con el autobús, y hablé a tráfico de Cuautla y me dieron indicaciones que me viniera para Jojutla y de Jojutla me enviaron a Cuautla de las 5:00 am", escribió el chofer en esa primera declaración.

Los jóvenes que iban en ese autobús lograron escapar y algunos se refugiaron toda la noche en la casa de una vecina que les dio asilo y otros en un cerro cercano a donde ocurrió la detención. Ninguno de ellos está desaparecido.

Los agentes federales no hicieron referencia al hecho en las declaraciones que rindieron ante PGR y tampoco el Comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, se refirió a este hecho en las entrevistas que sostuvo con el grupo independiente, dijeron los expertos en entrevista con REFORMA. 

El GIEI entrevistó a policías federales adscritos a Iguala y aún quedan pendientes cuatro entrevistas, entre ellas la del comandante.
Contradicciones
El chofer del Estrella Roja cambió su versión de los hechos en declaraciones posteriores en las que dijo que los normalistas se bajaron del autobús apenas saliendo de la terminal porque pensaron que el camión no estaba en buenas condiciones.

Por otra parte, en la consignación que hizo PGR de los hechos efectivamente hay una referencia a un autobús tomado por normalistas, además de los otros dos abordados en la central de Iguala de la empresa Costa Line, pero se señala que éste fue destruido por los estudiantes, algo de lo que no existe evidencia alguna, afirmaron los integrantes del GIEI.

En el documento, el grupo exhorta a la PGR que investigue a qué se deben las contradicciones entre las dos versiones brindadas por el chofer del autobús entre sí y con las declaraciones ya contrastadas de los normalistas.

También, a qué se debe que la existencia de este autobús se haya omitido en el expediente, "debido a que estos hechos tienen un papel clave en las circunstancias del ataque a los normalistas tal y como ha sido señalado en este informe". 

En una de sus recomendaciones, los integrantes del GIEI exhortan a investigar el tráfico de drogas desde Iguala en autobuses de pasajeros, y señalan que hay antecedentes de casos documentados en Estados Unidos.

"La acción de tomar autobuses por parte de los normalistas (...) podría haberse cruzado con dicha existencia de drogas ilícitas (o dinero), específicamente en ese autobús", se lee en el informe.

"El negocio que se mueve en la Ciudad de Iguala podría explicar la reacción extremadamente violenta y el carácter masivo del ataque, su duración en el tiempo e incluso el ataque posterior contra Los Avispones (de Chilpancingo, equipo de futbol), al existir un autobús, tomado por los estudiantes que no había sido detenido. A pesar de esto, esta línea de investigación no se ha explorado hasta ahora", se afirma en el documento.

Con información de Diana Baptista

fuente.-

La "PGR" abre "INVESTIGACION al GOBER de NUEVO LEON"...siempre reactivos,nunca proactivos.

La Procuraduría General de la República abrió una averiguación contra el Gobernador Rodrigo Medina y su familia por la denuncia por enriquecimiento ilícito y otros delitos, presentada hace dos meses por el Consejo Nacional Ciudadano (CNC).

Mexico,D.F8/Sep/2015 Al acudir ayer a la PGR a ratificar la denuncia, que fue respaldada por la firma de casi 21 mil nuevoleoneses, Gilberto Lozano, representante del CNC, señaló que a diferencia de la Procuraduría estatal, la dependencia federal sí inició un proceso.

"Para ellos ya está iniciándose la averiguación previa", dijo Lozano tras ser informado ayer por la PGR de la investigación.

"Para efectos prácticos", reiteró, "ya está completamente en proceso el expediente y la investigación".


El caso se encuentra bajo el expediente AP/PGR/UEIDCSPCAJ/FECCSPF/M-II/120/2015, en la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos y Contra la Administración de Justicia, de la Fiscalía Especializada Contra la Corrupción de Servidores Públicos Federales.

Medina fue denunciado el 9 de julio ante la PGR por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito, asociación delictuosa y otros delitos, junto con su padre, Humberto Medina Ainslie, su hermano Alejandro y su esposa, Gretta Salinas.

El pasado 20 de mayo, el CNC había denunciado por enriquecimiento y tráfico de influencias al Gobernador y su padre ante la Procuraduría estatal, que en apenas 42 días, el 1 de julio, declaró el inejercicio de la acción penal.

IRÁN A CORTE DE EU 

El CNC llevará ahora la acusación de lavado de dinero contra Medina y su familia ante una Corte de Estados Unidos.

Lozano señaló que están preparando la denuncia que presentarán antes del 15 de octubre en San Antonio, Texas, con el fin de que se determine la recuperación de bienes que presuntamente los Medina adquirieron desviando recursos públicos.

El sexenio del priista termina el próximo 3 de octubre.
fuente.-

lunes, 7 de septiembre de 2015

AYOTZINAPA: el "MISTERIO" del "QUINTO AUTOBUS"...cuanta mas "luz",mas "misterio".


La noche del 26 de septiembre de 2014, tropas del 27 batallón de infantería al mando del coronel José Rodríguez Pérez, estuvieron al tanto minuto a minuto desde la salida por la tarde de Chilpancingo de una caravana de autobuses con estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa que iban rumbo a Iguala, hasta la agresión armada que desembocó en la desaparición de 43 jóvenes. 

Mexico,D.F 07/Sep/2015 La toma de un quinto autobús de la línea Estrella Roja en ésta ciudad, donde presumiblemente se transportaba droga o dinero, habría desencadenado el ataque que por su nivel de beligerancia y alcance contra otras personas inocentes, revelaría la importancia que ese vehículo tenía para la policía municipal que encabezó el ataque. El informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aporta pistas de la participación no sólo de la Policía Federal o Estatal en los hechos, sino de militares que en todo momento estuvieron al tanto del desarrollo de la acción que se realizaba.
El ataque contra los estudiantes normalistas, y contra el equipo de futbol de los Avispones de Chilpancingo de la tercera división de futbol profesional, se desarrolló por espacio de tres horas por parte de policías de Iguala, Cocula y civiles armados. Esto ocurrió entre las 21:40 horas del 26 de septiembre y las 00:03 horas del día 27. Desde el atardecer, alrededor de las 17:59 horas, al anochecer aproximadamente a las 20:00 horas, hubo un periodo de vigilancia previa de sus movimientos antes de llegar a Iguala por parte de la policía estatal, federal y tropas de la 35 zona militar al mando del entonces general de brigada Alejandro Saavedra Hernández.
El nivel de adiestramiento de los cuerpos policiacos y los civiles armados para ejecutar el ataque, donde fuerzas federales y estatales no hicieron nada por impedir la agresión, revela que existió un nivel de coordinación central que fue de donde salieron las órdenes. Durante la presentación el pasado domingo 6 de septiembre del informe “Ayotzinapa. Investigación y primera conclusiones de las desapariciones y homicidios de los normalistas”, elaborado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), se dio a conocer una hipótesis que no ha sido investigada aun y que podría explicar el por qué de la “reacción extremadamente violenta y el carácter masivo del ataque”, que incluyó un vehículo que nada tenía que ver con los estudiantes, el cual transportaba a los jugadores del equipo de futbol.
El informe de los expertos latinoamericanos señala en el quinto apartado, titulado: “Características de los hechos y análisis de las posibles causas”, una línea de investigación que se basa en evidencias obtenidas en investigaciones judiciales en Estados Unidos sobre la utilización de autobuses de transporte público para traficar pasta de heroína desde Iguala al mercado estadounidense. La hipótesis de que la agresión contra los jóvenes que tomaron de manera circunstancial los cinco autobuses para transportarse a una actividad social, como llamaron al dato de que los iban a usar para trasladarse a la ciudad de México y participar en la marcha del 2 de octubre, estuvo dirigida “a no dejar salir los autobuses de Iguala” a cualquier costo.
“Los normalistas no iban armados, ni boicotearon ningún acto político, ni atacaron a la población como se señaló en distintas versiones”, señala el informe. “El nivel de la agresión sufrida y el carácter indiscriminado”, donde hubo disparos contra civiles desarmados y en actitud de huida, y el aumento progresivo del nivel de agresión desde el inicio de la toma de autobuses, persecución y disparos al aire, hasta el bloqueo, disparos a matar, golpizas, preparación de acciones de emboscada, o persecución durante largo tiempo que se vivieron en distintos momentos, tuvo un nivel de beligerancia que no corresponde con ningún caso registrado con anterioridad contra estudiantes.
Fue una “operación coordinada”, de las que se requiere cierto nivel de adiestramiento. El informe señala que esa noche mientras se registraba el ataque contra los autobuses en la avenida Juan N. Álvarez y Periférico Norte, al mismo tiempo en la salida de Iguala a Chilpancingo, frente al Palacio de Justicia del municipio, un autobús Estrella de Oro con 15 a 20 normalistas fue detenido y destrozado por policías municipales de Iguala. Sus pasajeros fueron golpeados, obligados a bajar, detenidos y desaparecidos posteriormente, de acuerdo a declaraciones de un testigo que disparó contra uno de los normalistas. Esta acción duró aproximadamente de 45 minutos a una hora.
“Los ataques con intervención de al menos dos cuerpos policiales municipales de dos ciudades distintas de Iguala y Cocula en dos diferentes escenarios (Juan N. Álvarez con Periférico norte, y carretera de salida Iguala-Chilpancingo a la altura del Palacio de Justicia), tuvo cerca de una hora de duración en cada lugar y se llevó a cabo de forma coordinada y simultánea, a veces incluso con la participación en los dos lugares de los mismos agresores, una parte de los cuales se dirigieron a reforzar el escenario del autobús, detenido frente al Palacio de Justicia. Testigos señalan la presencia de policía estatal y /o ministerial en ambos escenarios, y una patrulla ministerial en la persecución posterior en la colonia Pajaritos y colonia 24 de febrero de un grupo de sobrevivientes”.
“Hay dos periodos en los que no aparecen comunicaciones en el C-4 que ha sido proporcionado al GIEI, durante ciertas horas. Dichos periodos coinciden con el tiempo posterior al primer ataque de la calle Juan N. Álvarez y el tiempo del segundo ataque en el mismo lugar. En un documento oficial de Protección Civil de la coordinación de Chilpancingo se señala que no tienen acceso a información a partir del C-4 en ciertos momentos esa noche porque la comunicación está intervenida por Sedena”.
“Antes de todo eso, tanto la policía federal, estatal, como el ejército tuvieron personal destacado en la caseta de Iguala en ese momento, donde los normalistas se disponían a tratar de tomar autobuses y una patrulla estatal habría observado su llegada antes de retirarse. Según testimonio de los normalistas, la policía federal estuvo presente muy cerca del otro lugar de boteo, el cruce de Huitzuco. Es decir, antes de los hechos los normalistas tuvieron seguimiento tanto de la policía federal, como la estatal y el ejército que tenían conocimiento de que se trataba de estudiantes de Ayotzinapa en actividades de boteo y toma de autobuses. Por otra parte, diferentes testigos señalan la presencia de policía federal en el escenario del Palacio de Justicia en dos momentos diferentes y también de policía ministerial según los normalistas, otros testigos y policías municipales; de policía ministerial en el escenario de Juan N. Álvarez, según algunos policías ministeriales; y agentes de inteligencia del ejército en el escenario de calle Galeana (salida a Juan N. Álvarez) y del Palacio de Justicia según reportes y declaraciones de miembros del ejército; de policía ministerial en el escenario de persecución a normalistas en la Colonia Pajaritos, según el testimonio de dichos sobrevivientes”.
La zona militar al tanto
De la investigación de los expertos de la CIDH se desprende que el entonces comandante de la 35 zona militar, el general Alejandro Saavedra Hernández, estuvo al tanto vía oficiales del 27 batallón de infantería encabezados por el coronel José Rodríguez Pérez, de todo lo que ocurrió esa noche.
“Además de la policías municipales de Iguala y Cocula que fueron los directos agresores”, dice el informe, “en las dos escenas de Juan N. Álvarez y el Palacio de Justicia de donde fueron detenidos y desaparecidos los normalistas, hubo presencia de agentes del ejército, de la policía federal y ministerial en distintos momentos. Tras la detención de los normalistas una patrulla del ejército visitó la comisaría de barandilla donde aparentemente habría sido llevado un grupo de normalistas detenidos, y posteriormente la misma patrulla se dirigió al Hospital Cristina donde se habían refugiado un grupo de normalistas sobrevivientes y uno de los heridos graves. También resguardó la escena del crimen donde quedaron muertos dos normalistas en la calle Juan N Álvarez y Periférico Norte tras el segundo ataque. Posteriormente otra patrulla del ejército llegó entre 6 y 7am y resguardó el lugar donde apareció el cuerpo sin vida y torturado de Julio César Mondragón, antes de que llegaran las autoridades civiles”.
“El nivel de intervención de diferentes policías y escenarios y de los ataques en distintos momentos que muestran los documentos, testimonios y peritajes evaluados por el GIEI, da cuenta de la coordinación y mando existente para llevar a cabo dicha acción. La necesidad operativa de coordinación entre fuerzas de dos cuerpos policiales municipales diferentes (Iguala y Cocula), y al menos 18 patrullas municipales y una de protección civil que intervinieron esa noche señalan la necesidad de un nivel de coordinación central que dio las órdenes”.
Por otra parte, según testigo protegido una patrulla estatal participó en trasladar un chofer detenido y luego liberado. Otro de los choferes sobrevivientes señala que fue llevado a una casa de seguridad en el centro de Iguala, y presentado ante un hombre que dirigía el operativo y tomaba decisiones sobre las acciones a realizar con detenidos. Dicho modus operandi revela una estructura de mando, con coordinación operativa. Este testimonio sugiere que la decisión de qué hacer con los choferes de los autobuses, que fueron detenidos con los normalistas posteriormente desaparecidos, no estaba tomada en ese momento y que el objetivo de la acción no se dirigía contra ellos sino contra los normalistas.
El informe resalta que entre las hipótesis del por qué de la agresión que han sido consideradas por el grupo de expertos, se encuentra, que la normal de Ayotzinapa ha sido vista como base social para movimientos políticos y guerrilleros. También se tomó en cuenta la versión oficial mantenida un tiempo sobre la confusión de los autores sobre la identidad de los normalistas. “Otra posibilidad considerada sería una acción de castigo contra los normalistas por los antecedentes de enfrentamientos y señalamientos contra el alcalde Abarca. Sin embargo, a juicio del GIEI, ninguna de ellas explica el modus operandi ni el nivel de coordinación y violencia. Es probable que entre los factores que explican la agresión se encuentren también los estereotipos sobre los “ayotzinapos” como de forma despectiva que se ha señalado en muchas ocasiones y hemos encontrado incluso en nuestra investigación por parte de diferentes sectores. Sin embargo, a juicio del GIEI este sería un factor facilitador de la agresión, dado que el desprecio por el otro promueve la violencia, pero no un desencadenante de la misma ni del nivel de actuación”.
El quinto autobús
El narcotráfico ha estado presente como argumento oficial del ataque contra los estudiantes en diferentes momentos. La PGR ha sostenido que un grupo de estudiantes habría sido confundido con un grupo antagónico al que dominaba Iguala, los autodenominados “Guerreros Unidos”, del cual el alcalde formaba parte. “Un grupo de miembros del crimen organizado infiltrados entre los estudiantes que van a la ciudad con oscuros objetivos de boicot político; un grupo de narcos o estudiantes infiltrados que van a matar a “contrarios” o tratar de quitarles “la plaza”.
En todos estos dichos el informe resalta que hay un aspecto que no ha sido suficientemente considerado hasta ahora. “Por una parte la información pública señala que Iguala es un lugar de comercio y transporte de estupefacientes, especialmente heroína, hacia Estados Unidos y especialmente Chicago. Una declaración presentada en un caso reciente en dicho país muestra los lazos en la ciudad y el tráfico de heroína que se realiza habitualmente. Las informaciones proporcionadas al GIEI señalan que Iguala era un centro de tráfico muy importante. Según dichas informaciones, algunos autobuses son utilizados para transportar heroína y cocaína y el dinero obtenido de este tráfico, entre Iguala y Chicago”.
Y citan un informe judicial de los Estados Unidos. “Con fecha 8 de diciembre de 2014 la Fiscal Federal para el Estado de Illinois, Nicol Kim, sometió a consideración de un Juez un “probable cause affidavit”, es decir una declaración jurada para acreditar causa probable para obtener registro de inmuebles, vehículos y computadores, suscrita por A. S., agente de la DEA. Dicha investigación está dirigida en contra de Pablo Vega y otros, señalado como el jefe en Chicago del cártel llamado Guerreros Unidos. De la declaración jurada y de las escuchas telefónicas de las que ahí se da cuenta, surge información que señala que el cartel transportaba la droga desde México a Chicago mediante el uso de buses de transporte público. En una interceptación telefónica en ese caso, realizada en una conversación entre dos sujetos bajo investigación entre Guerrero y Chicago se dan instrucciones para limpiar los buses y en otro se da cuenta de que hubo interceptación en la frontera. El transporte se hacía en un compartimento especial diseñado para ello. Si bien las compañías de buses mencionados en la declaración jurada no son de aquellas que tomaron los estudiantes el día 26 de septiembre de 2014, el GIEI ha tenido conocimiento de que para esos envíos se utilizan también otras líneas de buses desde Iguala. No se ha realizado ninguna investigación para determinar quiénes son los dueños. En México no se ha realizado ninguna investigación al respecto, al menos de la que tenga conocimiento el GIEI. Tampoco se ha investigado si existe algún vínculo comercial o de otro tipo que relacione estas compañías de buses Monarca y Volcano, que son señaladas en dicho documento, con las dueñas de los buses que sí fueron tomadas por los estudiantes”.
Es decir, el negocio que se mueve en la Ciudad de Iguala podría explicar la reacción extremadamente violenta y el carácter masivo del ataque, su duración en el tiempo e incluso el ataque posterior contra Los Avispones, al existir un autobús, tomado por los estudiantes que no había sido detenido. A pesar de esto, esta línea de investigación no se ha explorado hasta ahora, subraya el documento.
“En resumen, según las informaciones recogidas, Iguala es un lugar de tráfico de heroína muy importante y, según la información pública, una parte de ese tráfico se haría mediante el uso de algunos autobuses que esconden dicha droga de forma camuflada. Los estudiantes tomaron 5 autobuses, y como se señaló, la propia existencia de uno de los autobuses Estrella Roja no fue presentada en la investigación. El testimonio del chofer de este autobús, es contradictorio con los testimonios de los normalistas y con la hoja de ruta del propio autobús, pero un manuscrito en el expediente confirma en cambio la versión de los normalistas. A falta de otros análisis más profundos, el autobús, presentado parece no corresponder con el autobús, registrado en las cámaras de video de esa noche. Examinadas todas las hipótesis posibles de esos hechos probados, la única circunstancia que explica las contradicciones entre los hechos sobre este autobús, y su trayecto en la ciudad esa noche, la versiones opuestas del chofer, y sus distintas versiones en dos documentos, las diferencias con los normalistas testigos y otras circunstancias probadas, las ausencias en el expediente de dicho autobús, y los documentos contradictorios obrantes en él, es que dicho autobús, sea un elemento central del caso. La acción de tomar autobuses por parte de los normalistas, a pesar de que tenía otros objetivos, como era obtener transporte para que los normalistas provenientes de diferentes escuelas normales pudieran participar en la marcha del 2 de octubre, podría haberse cruzado con dicha existencia de drogas ilícitas (o dinero) en uno de los autobuses, específicamente en ese autobús, Estrella Roja”.
“El resto de explicaciones posibles, como confusión con un grupo del narco o la delincuencia organizada es inconsistente con el grado de conocimiento de las autoridades de los hechos, con la situación de que los estudiantes iban desarmados, con las circunstancias de la llegada de los normalistas a Iguala, o con la sola circunstancia de castigo contra los normalistas como represalia por la toma de autobuses, que no explican la masividad, la reacción tan hostil y la generalización de escenarios de violencia directa contra las personas y los autobuses, y por tanto no ayuda a entender los hechos producidos esa noche. Mientras no existe una evidencia completa, el GIEI señala todas estas evidencias circunstanciales que confirman la importancia de investigar en profundidad esta hipótesis, ya que hasta el momento es la más consistente con la violencia desatada contra los normalistas, y posteriormente contra el equipo de fútbol de Los Avispones y otras personas, confundidas con ellos”.

fuente.-
Juan Veledíaz
@velediaz424

YA se SUPO...GARCIA MARQUEZ fue "ESPIADO" por el FBI mas de 20 AÑOS...y en Mexico por la temida "DFS".


El escritor colombiano Gabriel García Márquez se ha sumado a la lista de personalidades del mundo de las artes y las letras que en algún momento de su vida fueron espiados por el FBI. A partir de 1961, cuando Gabo, llegó a Estados Unidos para establecer una sede de la agencia de noticias cubana Prensa Latina, fue seguido por el gobierno, en el tiempo en que Edgar Hoover estaba al frente del FBI.
Parte del expediente fue dado a conocer por el diario The Washington Post el pasado sábado. El expediente se integra por más de 200 páginas, pero sólo 137 páginas fueron dadas a conocer, otras 133 permanecen aún bajo resguardo estricto de la agencia estadounidense.
Gabo, fallecido en México el 17 de abril de 2014, es sólo el último nombre anexado a una larga lista de escritores espiados por el gobierno norteamericano. Allí está también el narrador y periodista Ernest Hemingway, que durante la Segunda Guerra Mundial fue colaborador del FBI, pero luego esta agencia prescindió de sus servicios al considerarlo muy cercano a losideales comunistas.
También se encuentra el escritor John Steinbeck, que al igual que García Márquez obtuvo el premio Nobel de Literatura y su colega Norman Mailer, quienes fueron minuciosamente estudiados por la agencia.
El número de páginas de los expedientes de intelectuales y escritores espiados por el FBI varía. Si el de Gabo supera las 200, el de Richard Wright es de 276; y el de Truman Capote de 110 páginas; pero hay otros que superan las mil cuartillas de seguimiento; es el caso del escritor y activista por los derechos civiles de los afroamericanos, James Baldwin, de quien se reunieron 1884 páginas.
Pero Gabo no sólo fue espaciado en Estados Unidos, a donde llegó con su esposa Mercedes y su hijo Gonazlo en 1961, también fue objeto de seguimiento en México, su segunda patria.
Su vinculacón con la izquierda latinoamericana desde los años 60 y su amistad con Fidel Castro, motivaron que Gabo fuera investigado por la Dirección Federal de Seguridad (DFS), según consta en documentos de los servicios de inteligencia mexicanos en poder del Archivo General de la Nación.
El autor de Cien años de soledad El amor en los tiempos del cólera, fue fichado por la DFS. El primer documento data de 1967 y partir de allí le dieron un seguimiento puntual a sus actividades; incluso su casa era considerada en 1981, un consulado alterno de Francia, cuando el socialista François Mitterrand llegó a la presidencia de esa nación.
Gabo fue uno de los muchos intelectuales mexicanos y extranjeros, residentes o de paso por el país, que fueron espiados por la hoy desaparecida Dirección Federal de Seguridad.
Otros escritores fichados fueron Octavio Paz, Salvador Novo y Juan José Arreola, y los filósofos Ricardo Guerra y Eli de Gortari, quien incluso pasó años en la cárcel porque representaba un presunto riesgo para el régimen.
Con información de El Universal.

Otra vez ASALTAN BANCO en TAMPICO"...pero la "violencia" esta disminuyendo.


Otra vez la realidad cotidiana confrontando el "discurso" oficial y dicharachero que desde las instancias del Gobierno se encargan de "minimizar",para ellos la manifestación cotidiana de la violencia  son "hechos aislados" o simple y llanamente la "reducen" a estadisticas "amañadas  y tramposas",hoy de nueva cuenta fue asaltada la "Sucursal del Bosque" de Banamex en la zona norte a las 9 de la mañana,el incidente obligo el cierre del Banco y no se revelo el monto sustraido.

Imagen.-Rabindranath Juarez
Tampico,Tam.-07/Sep/2015 Y es que apenas el fin de semana el Delegado de la Secretaria de Gobernación en la entidad Rabindranath Juarez Marroquin destacaba la "reducción de la violencia" gracias dijo a la presencia y operación de 13 mil 600 efectivos de las diferentes fuerzas encargadas de la seguridad en Tamaulipas.

Un discurso claramente "hueco" a la luz de los últimos acontecimientos en la Zona Conurbada tras el asalto a un domicilio,la violacion de una joven embarazada al tiempo que los delincuentes agredían a balazos a una anciana y  abuela de esta.

Foto.-Gral.Marines/ Mediocre desempeño.
El asalto de hoy en Tampico es la continuación de una escalada de robos que obligaron incluso a residentes de las colonias de la zona norte de Tampico y Altamira  a fijar su postura,advirtieron "lincharían" a criminales ante la nula presencia del aparato de seguridad que mal dirige en la zona el "mediocre" General Jose Marines Juarez,en la misma intención se manifestaron antes vecinos de la Colonia Petrolera hartos e insatisfechos con la "labor policial" dedicada a capturar capos y a dejar en estado de indefension al ciudadano común en los delitos de alto impacto y también del fuero común.

Con información de: Milenio,Gaceta


LA "PAX MAFIOSA",el "CHAPO LIBERADO" para "PACIFICAR a MEXICO"...pensando "mal" para acertar.


El gobierno mexicano podría estar buscando el retorno de un poder hegemónico entre la delincuencia organizada, según un documento del Congreso estadunidense fechado a finales de julio pasado. El objetivo: establecer una pax mafiosa liderada por el Cártel de Sinaloa, que baje los niveles de violencia y reemplace la actual “situación multipolar” donde priva el crimen y el terror. Bajo esta lógica estaría la reciente fuga de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.
El documento señala que esta posible apuesta del gobierno de Enrique Peña Nieto podría significar la pérdida de la legitimidad del Estado. Pero también podría lograr la reducción de la violencia y sacar el problema del narcotráfico de los asuntos de seguridad nacional para llevarlo a los del orden público.
El negocio del trasiego de drogas en México no se va a terminar pero, por la viabilidad del país, sí se debe transformar: hacerlo menos violento, controlado y con “unidad de mando”, señala, en entrevista con Contralínea, el especialista en seguridad nacional, narcotráfico y Fuerzas Armadas Guillermo Garduño Valero. Ése es el análisis que, considera, privó en las esferas de seguridad nacional del gobierno de Peña Nieto.
De acuerdo con el doctor en sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en América Latina por la Universidad de Pittsburgh, lo que está en marcha es la expansión del Cártel de Sinaloa a todo el Pacífico, la “recuperación” de la frontera con Estados Unidos, su llegada al Golfo y el control del negocio en Centroamérica. En esta operación, los demás cárteles serán sometidos o aniquilados, considera. La fuga, un asunto consensuado en los “más altos niveles”, asegura.
Así, Joaquín Guzmán se convertiría en el capo di tutti capi, o el jefe de jefes, de toda la mafia del hemisferio occidental.
Hoy, el trasiego de drogas en México está dominado por nueve grandes cárteles: tres de ellos de carácter “nacional” (Sinaloa, Los Zetas y Jalisco Nueva Generación); cuatro “regionales” (El Golfo, los Caballeros Templarios y Pacífico Sur) y dos “cobradores de peaje” (Juárez y Tijuana). A los anteriores se suman 202 células delictivas distribuidas en todo el territorio nacional, principalmente en las entidades federativas de Tamaulipas (42), Guerrero (25) y el Distrito Federal (24).
La información está contenida en el estudio Mexico: organized crime and drug trafficking organizations (que podría traducirse como México: crimen organizado y organizaciones traficantes de drogas), publicado por el Servicio de Investigación del Congreso estadunidense: Congressional Research Service. El documento, elaborado por el analista en asuntos latinoamericanos June S Beittel, está fechado el 22 de julio pasado y da cuenta del mapa de la mafia en México luego de la fuga de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, líder del Cártel de Sinaloa.
El poderío del Cártel de Sinaloa es destacado en el estudio. A pesar del nivel de violencia que han demostrado otros cárteles, el encabezado por el Chapo es “la organización mafiosa más poderosa del hemisferio occidental”. Y es la única que, en el trasiego de drogas desde América del Sur y de las producidas en México, “ha utilizado túneles, catapultas, submarinos, lanchas rápidas y semisumergibles”, además de buques de transporte aéreo y contenedores.
Las capacidades organizativas también son resaltadas en el documento: es un cártel con un modelo descentralizado que, sin embargo somete a todas sus células. Guillermo Garduño, catedrático en la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa, asegura que esta organización delictiva está dedicada netamente a su negocio: “no tiene negocios paralelos como el secuestro, la extorsión o el robo de hidrocarburos”; el modelo de organización criminal “preferible”.
El documento destaca que la reciente fuga de Guzmán Loera tendrá “serias consecuencias” para México, Estados Unidos y Centroamérica.

Adiós al país mariguanero

La madrugada del pasado domingo 12 de julio las más altas autoridades de seguridad en México debieron informar que Guzmán Loera había escapado por medio de un túnel de 1.5 kilómetros, construido desde un terreno adyacente al penal y hasta la regadera de la celda de Guzmán: justo en el único punto ciego de las cámaras de seguridad del Centro Federal de Readaptación Social 1, El Altiplano, de máxima seguridad del país y considerado hasta entonces el de mayor rigor carcelario, con infraestructura física y tecnológica para evitar todo intento de fuga e, incluso, repeler un ataque.
 “La fuga se realizó con toda la aprobación de las autoridades mexicanas de todos los niveles. No se puede escarbar y hacer un túnel de esa naturaleza sin la anuencia de las autoridades. Es una estupidez considerar que la fuga fue un asunto de los celadores. Lo que ocurrió es de una enorme complicidad de las autoridades de todos los niveles del país”, dice, categórico, Guillermo Garduño, quien es también conferencista en el Colegio de la Defensa Nacional de la Secretaría de la Defensa Nacional y en el Centro de Estudios Superiores Navales de la Secretaría de Marina.
El especialista agrega que un personaje como el Chapo es, en estos momentos, más útil afuera que adentro. Hoy, cuando un capo es capturado o abatido, la sucesión no se realiza escalonadamente, como hace 1 década. Lo que ocurre es el fraccionamiento de los grupos y la multiplicación de la violencia. “Por eso lo que ahora se necesita es la unidad de mando. La propia DEA [organismo del gobierno federal estadunidense encargado del combate al tráfico de drogas] y Estados Unidos tuvieron que tener esto en consideración a propósito de la fuga.
Por su parte, el documento del Congreso estadunidense señala que el escape ocurrido el pasado 11 de julio representa un enorme retroceso (“a huge stepback”) para el gobierno de Peña Nieto, de por sí “ya asediado por acusaciones de corrupción y bajos índices de aprobación”.
Todo lo que hubiera logrado la administración de Peña Nieto en materia de combate al narcotráfico quedó rebasado. Los golpes a los cárteles que nunca hizo la administración de Felipe Calderón y de los que presumía el gobierno actual fueron eclipsados. El documento cita la propia captura de Guzmán Loera en febrero de 2014; la detención de los más altos líderes de Los Zetas en 2013 y marzo de 2015, y los arrestos de Héctor Beltrán Leyva y Vicente Carrillo Fuentes. También se podría mencionar la captura de Servando Gómez, la Tuta, y el abatimiento, en marzo de 2014, de Nazario Moreno, el Más Loco, ambos de los Caballeros Templarios. El último, dado por “muerto” en 2010 por el gobierno de Felipe Calderón y por quien fuera su titular de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
El propio documento señala que de un total de 122 líderes del narcotráfico, el gobierno de Peña Nieto había arrestado o neutralizado 93. Pero la fuga de Guzmán “contradice” la aseveración de que se combate frontalmente a la delincuencia, asienta el estudio del Congreso estadunidense.
Para Guillermo Garduño, el desprestigio es un costo que el gobierno federal tuvo que aceptar: “el Estado mexicano no puede ya revertir la situación. Ya no aguanta más la presión. Las unidades militares están copadas. Hay suicidios entre la tropa y oficiales, mientras los narcos en plena batalla están atacados de risa, es decir, las fuerzas morales que debe tener toda organización militar están abatidas. El país se está descapitalizando, pues no hay capital que soporte esta inseguridad. No hay garantías para quien quiera invertir. Había que parar esta situación”.
—Si es así, ¿por qué se escoge al Chapo y no a otro personaje? –se le cuestiona.
—El Chapo es el único capaz de coagular los intereses de toda la mafia o someterla en un mando único. No hay ningún otro actor así de los que están afuera.
Pero no se trata sólo de que exista un “mando” de la mafia con el cual tratar. A decir de Garduño Valero, de lo que se trata es de transformar un negocio que cada vez es más violento, tiene más actores y genera menos ganancias, tal y como está estructurado. Para reorganizarlo podría resultar útil otro capo nacido, igual que elChapo, en el municipio sinaloense de Badiraguato y puesto en libertad en 2013.
 “En este mismo sentido se inscribe la libertad de [Rafael] Caro Quintero. La mariguana ya no es negocio: se ha legalizado en varios estados de Estados Unidos y su uso ha sido sustituido por otras drogas. Cada vez genera menos dividendos.”
Garduño explica que con menos ganancias y más actores, la mayoría de los cárteles han diversificado sus negocios: secuestro, extorsión, robo. Sólo el Cártel de Sinaloa mantiene como principal trabajo el trasiego de drogas. El negocio del narcotráfico en México pasó de ser “mariguanero” a uno que produce opio, heroína, morfina y que procesa la hoja de coca. Y aunque tienen más capacidad de fuego, los cárteles siguen, organizativamente, como los de 1980.
 “El que puede dar fin a este modelo de narcotráfico y dar paso a uno moderno es Caro Quintero”, explica.
Rafael Caro Quintero fue liberado por resolución de un tribunal colegiado el 9 de agosto de 2013, 8 meses después de que Enrique Peña Nieto asumiera la Presidencia de la República. El 16 de enero de este año se emitió una nueva orden aprehensión en su contra y, como en el caso del Chapo, las autoridades mexicanas y estadunidenses de manera formal lo buscan intensamente.
Caro Quintero, el Narco de Narcos, fundó a finales de la década de 1970 el Cártel de Sinaloa (también conocido entonces como el Cártel de Guadalajara por haber trasladado a la ciudad capital de Jalisco sus principales operaciones administrativas). Sus otros socios fundadores, Miguel Ángel Félix Gallardo, el primer Jefe de Jefes o el Padrino, y Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, permanecen en prisión.
Luego de la fuga de Joaquín Guzmán, en México el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, Eugenio Ímaz Gíspert, permanecen en sus cargos. El comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, fue sustituido el pasado jueves 27 de agosto por Renato Sales Heredia. Sólo fue destituido el director del penal y tres custodios se encuentran presos.
En una de sus primeras declaraciones, Sales Heredia se refirió al Chapo. El que en 2001 estuviera a cargo de la investigación de la muerte de la defensora de derechos humanos Digna Ochoa y que concluyó que la activista se había suicidado, prometió que capturará al capo.
Lo cierto es que Joaquín Guzmán Loera tiene más garantías: las autoridades mexicanas le han expedido un amparo para que, en caso de que nuevamente sea detenido, no sea extraditado a Estados Unidos. El pasado 31 de julio, el Juzgado Quinto de Distrito concedió a Guzmán Loera un amparo promovido por sus abogados contra todo intento de, una vez capturado, ser enviado al vecino país del Norte.
Y las informaciones a las que tuvo acceso el Servicio de Investigación del Congreso estadunidense “hacen suponer” que el Chapo “no será aprehendido en 1 par de semanas”, como cuando se fugó la primera vez y duró 13 años fugitivo.

Los nacionales

La clasificación de los cárteles que presenta el estudio del Congreso estadunidense es de la autoría del investigador mexicano Eduardo Guerrero Gutiérrez. La información proporcionada al Congressional Research Service por el politólogo, exasesor en la Oficina de la Presidencia de la República y, entre otros cargos, exanalista del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, identifica a nueve organizaciones: tres nacionales; cuatro regionales, y dos cobradores de peaje.
Adicionalmente a las nueve organizaciones criminales que trasiegan drogas en México, operan 202 células de la mafia. Según la investigación del Servicio de Investigación del Congreso estadunidense, estas pequeñas organizaciones se desprendieron de las organizaciones grandes. Operan en localidades contiguas en algunos estados. Su principal actividad es la distribución de drogas a pequeña escala, pero también pueden estar involucradas en la extorsión, el secuestro y el robo de vehículos.
De acuerdo con los datos ofrecidos por Guerrero Gutiérrez –hoy al frente de la firma Lantia Consultores– al Congressional Research Service, en México existen tres grandes organizaciones de carácter nacional: el Cártel de Sinaloa, Los Zetas y el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
Estas organizaciones están presentes o controlan numerosas rutas de la droga, incluyendo los puntos de entrada y salida en las fronteras Norte y Sur. También operan en las principales rutas internacionales. Han diversificado sus negocios hacia otras actividades delictivas muy lucrativas pero con poca violencia.
De acuerdo con el estudio del analista de asuntos latinoamericanos June S Beitel, el Cártel de Sinaloa controla actualmente entre el 40 y el 60 por ciento del total de la droga que se trasiega en México. Las ganancias de esta organización superan los 3 mil millones de dólares anuales. Tiene presencia en 50 países de cuatro continentes: América, Europa, África y Asia.
En México, controla casi la totalidad de la delincuencia en cinco estados de la República: Baja California, Sonora, Sinaloa, Durango y Chihuahua. Trafica principalmente cocaína; pero también heroína, metanfetaminas, drogas sintéticas y, entre otras, mariguana. No hay región de Estados Unidos adonde no lleguen los productos del Cártel de Sinaloa.
Esta organización, la más poderosa, es la que conserva el núcleo que descendió de Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo. El documento destaca su “reputación” por su destreza organizativa. A diferencia de los otros cárteles, está integrado por una red de organizaciones más pequeñas que ha logrado dirigir y controlar con éxito.
Los Zetas, por su parte, originalmente integrados por exmiembros de las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano, tienen como principal negocio “la violencia organizada”. Según el documento, el principal activo de esta organización de carácter nacional no es el narcotráfico, sino la suma de otros negocios: robo de combustible, extorsión, tráfico de personas y secuestro. Se trata de los delitos que más impactan en la sociedad mexicana.
Esta organización está presente en la mayoría de los estados del Golfo de México pero también ha llegado a Ciudad Juárez, Chihuahua, y algunos estados del Pacífico. También se encuentran en centro y Suramérica. Lejos de tratar de obtener el apoyo de la población, la intimidación, a través de la tortura y el asesinato, es la principal estrategia que emplea para mantener el control de los territorios.
Luego de haberse encumbrado durante el sexenio de Felipe Calderón, es el cártel más golpeado desde que el Partido Revolucionario Institucional regresó a la Presidencia de la República en 2012. Más de 30 líderes zetas habían sido capturados o asesinados hasta abril de 2015.
Por su parte, el Cártel de Jalisco Nueva Generación es un desprendimiento del Cártel de Sinaloa ocurrido tras la muerte de Ignacio Coronel, Nacho, abatido por elementos del Ejército Mexicano en julio de 2010. La fracción, ya independiente de Sinaloa aunque sin entrar en conflicto con este cártel, se presentó en 2011 como Los Matazetas. Según la investigación del Congreso estadunidense, el rompimiento definitivo con Sinaloa habría ocurrido en el verano de 2013. Tienen presencia en nueve estados de la República Mexicana.
A esta organización se le atribuye el primer derribo de un helicóptero militar realizado por fuerzas criminales. Lo cierto es que el 1 de mayo pasado no sólo derribaron un helicóptero, sino que enfrentaron de manera frontal a las Fuerzas Armadas Mexicanas.
Guillermo Garduño observa que ese día el país se partió en dos. La organización criminal tomó el sistema carretero en Michoacán, Guanajuato, Jalisco y Colima y tapó toda la entrada al Noroeste del país. “Ese fortalecimiento de los de Nueva Generación ocurrió tras la captura del Chapo”. El investigador considera que la capacidad mostrada por la organización delincuencial, que enfrenta frontalmente a las Fuerzas Armadas, probablemente fue el detonante para el cambio de estrategia en el gobierno de Peña Nieto.

Los regionales

Estos cárteles mantienen un control limitado sobre los segmentos de las rutas de tráfico que pasan por su territorio. Según la información de Guerrero Gutiérrez contenida en el estudio Mexico: organized crime and drug trafficking organizations, estos cárteles reciben mucho menores ganancias que las de carácter nacional. Por ello son las que más han diversificado sus actividades delictivas con un alto impacto social: extorsión, secuestro, robo de petróleo, contrabando de bienes y personas y robos de vehículos. Se trata del Cártel del Golfo, la Familia Michoacana, los Caballeros Templarios y el Cártel del Pacífico Sur (también conocido como Los Beltrán Leyva).
El Cártel del Golfo fue el más cercano competidor que ha tenido el Cártel de Sinaloa. En 2000, El Cártel del Golfo se encontraba en el cenit de su poder. Hoy está dividido en varias bandas que luchan por el control de la organización. Su acelerado declive comenzó en 2010, cuando su brazo armado, Los Zetas, se separó del cártel y ambas organizaciones entraron en una sangrienta e “hiperviolenta” batalla por el negocio. Según el documento, se trata del conflicto “más violento en la historia del crimen organizado en México”.
El Cártel del Golfo ha derivado en bandas dedicadas a la extorsión que, en muchas ocasiones, no tienen comunicación entre sí. Aspira a exterminar a Los Zetas para retomar el control del negocio y de la estratégica ciudad de Monterrey, Nuevo León. Hoy defiende su bastión en Matamoros, Tamaulipas.
La Familia Michoacana oficialmente ha sido disuelta. Sin embargo, continúa funcionando mediante células dispersas. Aunque se dedica principalmente a la producción de metanfetaminas y al trasiego de marihuana, cocaína y heroína, cada vez más depende del secuestro y la extorsión. Opera en zonas del Estado de México y de Guerrero.
Los Caballeros Templarios, originalmente una escisión de la Familia Michoacana, se especializa en la producción de metanfetaminas, pero también participa en el trasiego de cocaína y marihuana a Estados Unidos. Como la mayoría de las organizaciones en declive, su negocio ha derivado en extorsión y otros delitos, entre el que destaca la minería ilegal: hasta junio de 2014, las autoridades mexicanas habían incautado 70 millones de dólares en mineral de hierro provenientes de las minas que ilegalmente operaba esa organización. La detención de su último líder, Servando Gómez, la Tuta, hizo que se desplomaran abruptamente las actividades del cártel.
El Cártel del Pacífico Sur es originalmente un desprendimiento del Cártel de Sinaloa. Luego de su separación, esta organización también conocida como Los Beltrán Leyva, se ha venido desintegrando por los golpes recibidos de las autoridades mexicanas: la detención o el abatimiento de sus principales líderes. Pero esta fragmentación no termina con la violencia; por el contrario, la potencia. Algunos grupos de esta organización mantienen una lucha por la hegemonía en la estructura que resta. Algunos de estos grupos son Guerreros Unidos y Los Rojos. Sigue traficando cocaína y tiene presencia en unas nueve entidades de la República, pero cada vez más depende del secuestro y la extorsión.

Los cobradores de peaje

Son dos organizaciones que en otros años figuraron entre las más poderosas de México y el Continente. Hoy sus ingresos principales provienen de las cuotas que cobran a otras organizaciones que realizan cargamentos de droga en los municipios que controlan. Se trata del Cártel de Juárez (también llamado Organización Carrillo Fuentes) y el Cártel de Tijuana (al que también se le conoce como la Organización Arellano Félix).
El Cártel de Juárez es otro de los que en 2008 se separó del de Sinaloa. La disputa que siguió hizo de la fronteriza Ciudad Juárez una de las más violentas de México. Los golpes recibidos han hecho que pierda el control de su brazo armado, La Línea, pero no ha entrado en conflicto con él y se consideran aliados. Mantiene un acuerdo ahora también con Los Zetas y con la pandilla Barrio Azteca, para tratar de expulsar al Cártel de Sinaloa y recuperar esa ciudad.
Por su parte, el Cártel de Tijuana mantiene la ciudad fronteriza de Baja California por un acuerdo con el Cártel de Sinaloa, el cual paga una cuota para usar la plaza. La organización de Los Arellano Félix, hoy encabezada por Fernando Sánchez Arellano, no es parte del Cártel de Sinaloa pero está totalmente subordinado a él.
La destrucción de la organización de Los Arellano Félix data de 2001, precisamente en el contexto de la disputa contra el Cártel de Sinaloa.
“Desde el sexenio de Vicente Fox se ha buscado apuntalar a la organización de Joaquín Guzmán –señala el especialista Guillermo Garduño–. La primera fuga [ocurrida el 18 de enero de 2001] tuvo el objetivo de destruir a Los Arellano Félix. Y se logró. Ahora habrá que someter al Cártel de Juárez, a Los Zetas, al Cártel del Golfo y al Cártel de Jalisco Nueva Generación. Y parar toda la guerra entre cárteles.”
Joaquín Guzmán Loera había sido detenido por primera vez el 9 de junio de 1993. Fue aprehendido en Guatemala en un operativo encabezado por el entonces director de Inteligencia Militar de ese país, Otto Pérez Molina.
Como presidente de la República de Guatemala hasta la semana pasada, Pérez Molina rechazó la guerra contra las drogas y abogó por la legalización de algunos estupefacientes. Fue obligado a dimitir y actualmente es procesado por corrupción. Mientras, el Cártel de Sinaloa se expande a Centroamérica.
[Fuente.-