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sábado, 1 de agosto de 2015

KAPLAN,solo 10 SEGUNDOS para EJECUTAR en MEXICO'71...la otra "FUGA del SIGLO".


David Joel Kaplan protagonizó en 1971 la llamada “Fuga del Siglo”. Tan espectacular como la que recientemente realizó Joaquín Guzmán Lorea, “El Chapo”, del penal de El Altiplano, la del estadounidense David Kaplan, recluido en el penal de Santa Martha Acatitla, entonces considerado el de más alta seguridad del país, fue planeada con precisión milimétrica por su propia hermana.

Un helicóptero Bell 47 dotado de una turbina sobrealimentada y piloteada por un ex combatiente de Vietnam fue su vehículo a la libertad.

Como también hizo “El Chapo” en su fuga del penal de Puente Grande, Kaplan intentó escapar antes escondido en un montón de ropa sucia que sería llevada, con él adentro, a la lavandería por un camión repartidor. El plan se frustró por alguna delación.
Otra huida considerada por Joel David fue ocultarse en un compartimento falso colocado en la defensa de un camión por otro reo estadounidense de la época, un tipo de apellido Church, preso por asesinar a un policía mexicano con sus propias manos. Trambién se frustró.
Hasta que el 18 de agosto de 1971, cerca de las 18:30 horas lo logró. Y también, como “El Chapo” Guzmán Loera, lo hizo en las narices de los guardias.

México,D.F 01/Ago/2015  Diez: Un helicóptero Bell 47 dotado de una turbina sobrealimentada aparece por encima del muro de la Penitenciaría de Santa Martha Acatitla, en la Ciudad de México.
Nueve: —¡Mira, Kaplan! Allí viene. ¿Lo ves? ¡Es el helicóptero que se acerca! —alardea Castro. —¡Oh, Carlos, tengo miedo! —tiembla Kaplan, protagonista de una decena de fugas frustradas.
Ocho: Quinientos setenta reos menos dos reos del dormitorio uno pasan la tarde viendo una película.
Siete: La nave, un Bell con cuerpo de libélula y frente de burbuja desciende entre la lluvia al interior del patio del tercer sector de la prisión. “(Lo disfruto) de la misma manera que uno aprecia realmente a una muchacha cuando lleva mucho tiempo el acostarse con ella”, dirá el piloto del momento.
Seis: David Joel Kaplan, estadounidense, y Carlos Contreras, venezolano, salen del dormitorio uno y se protegen del agua junto a los muros. ¿Qué decir cuando les pregunten qué hacen en el lugar?
Cinco: Los custodios dudan… El aparato es del mismo color azul metálico en que aparecen y desaparecen los jefes de la Policía del Distrito Federal.
Cuatro: Kaplan y Contreras corren por la cancha de basquetbol. Están a nada de lograrlo y de perderlo. Kaplan está cerca de morir, de suicidarse. Es lo mismo.
Tres: Los custodios no se convencen. La lluvia, la sorpresa… Algo está mal con el helicóptero: su matrícula es extraña.
Dos: El vigilante Victoriano Cruz levanta su arma y jala el gatillo, pero se traba.
Uno: Joel y Carlos reconocen, entre la barba, la amplia sonrisa de Roger, un piloto de combate de Vietnam con actitud de volar a través de un arcoíris. El hombre maniobra el ascenso del aparato. Boquiabiertos, los guardias de la Penitenciaría, la cárcel de mayor seguridad en México en ese momento.
Cero: Durante 10 segundos de las 6.35 de la tarde del 18 de agosto de 1971, se ha consumado La Fuga del Siglo. 
***
La biografía de Kaplan es tan peculiar que pasa por un productor de cine porno nacido en la Unión Soviética, bailarinas exóticas, asesinos cubanos,
E incluye un cadáver, el del hombre a quien acusaron de asesinar, Luis Vidal, Jr., con ojos cafés, en vez de azules como los tuvo.
O los tiene, pues se afirma que sobrevivió a su acta de defunción mexicana.
Aun así, la esposa del hombre asesinado afirmó que se trataba de su esposo y también lo reconoció una camarera que lo vio algunos segundos sentado en la cama del Hotel Continental Hilton en que se hospedó antes de desaparecer.
—¿Cómo explica usted el cambio de color de ojos de su marido? —preguntaron a la esposa de Vidal.
—Seguramente alguien sacó los globos oculares de mi esposo y puso los de alguien más —explicó ella.
El galimatías de la muerte de Vidal y el procesamiento de Kaplan, su socio, está relatado en el libro Kaplan. Fuga en 10 segundos, obra de Eliot Asinof, Warren Hinckle y William Turner, publicado en español por Lasser Press en 1973. Existe además un relato autobiográfico de Carlos Contreras, compañero de celda y de fuga de Kaplan, llamado La Fuga del Siglo, editado por Carnel, en Venezuela, también en 1973.
Además, SinEmbargo posee copia de los expedientes penales y partes penitenciarios de Kaplan.
La versión más aceptada sobre Joel David Kaplan es que fue un agente encubierto de la CIA, traficante de armas y, a la vez, miembro de una familia de empresarios azucareros con intereses políticos en Cuba, de donde salieron tras el triunfo de la Revolución Cubana, en 1959. Por su parte, Vidal, Jr., fue hijo de un acaudalado empresario español con amplias amistades en el Caribe al grado que el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo (1891-1961) apadrinó a Luis Vidal, Jr.
El 22 de octubre de 1971, dos muchachos encontraron una jauría de perros devorando un cadáver de quien, sería reconocido como el de Vidal.
Luego de un proceso plagado de irregularidades —estas ciertas, más allá de la propaganda escrita por Asinof, Hinkley y Turner  a favor de Kaplan—, el estadunidense y socio de Vidal fue detenido, presentado por la prensa mexicana como asesino, procesado y sentenciado en 1964 a 27 años de prisión por el delito de homicidio y a tres años más por el de inhumación clandestina.
¿Por qué el sistema mexicano actuó con tal ferocidad contra un estadunidense acaudalado? En la época, el momento más caliente de la Guerra Fría, se especuló que Kaplan fue víctima de su tío, el magnate de la melaza y el azúcar, Jacob M. Kaplan, cuyos nexos con la CIA y de financiamiento a regímenes latinoamericanos de derecha también fueron ampliamente discutidos.
Se dijo que Kaplan era pieza o parte de una pieza en el asesinato de John F. Kennedy o un contrabandista de drogas con conocimiento de la participación en el negocio de políticos de todos los niveles. 
***
A fines de los sesenta y principios de los setenta, la Penitenciaría de Santa Martha fue destino, según viejos custodios, de la desaparición de decenas de estudiantes y disidentes comunistas de las épocas, a quienes se habría incinerado en una fundidora que ahí existió.
Para la perspectiva de un judío estadounidense de clase alta, la cárcel mexicana debía ser lo más parecido a un calabozo medieval. Junto con los reos trasladados de Lecumberri, se trasladaron a Santa Martha, en ese tiempo a las afueras del Distrito Federal, el confinamiento en celdas cuyas puertas eran clausuradas con soldadura.
A estos sitios se les llamó ZO o zona de olvido y su existencia perduró al menos hasta mediados de la década pasada, ya bien empezado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
En “Kaplan. Fuga en 10 segundos”, el empresario azucarero es descrito con una piel mortecina, blanca como el yeso y un olor a moho propio de quienes han vivido el encierro sin sol ni aire, pero en el mismo libro se hacen constantes referencias de los beneficios de los que gozó el ex agente gracias a la definitoria corrupción del sistema carcelario mexicano: mejor comida, visitas conyugales ilimitadas, noches de póquer, una celda compartida sólo con el venezolano que lo acompañó en su escape y botellas y botellas de whiskey y ron.
En septiembre de 1967, la Suprema Corte de Justicia de la nación denegó, en definitiva, la apelación de Joel David Kaplan.
Si el gringo quería salir de México, su calabozo, habría de fugarse.
La idea de huir se convirtió en algo tan presente en su cabeza como el aire en sus pulmones.
Concibió el plan de fingir apendicitis y convino con el chofer de la ambulancia del reclusorio su salida y entrega, fuera de la Ciudad de México, a un grupo de dos mujeres estadunidenses y un canadiense manco con quienes viajaría al norte con aspecto de turistas. Aceptó el pago de 75 mil pesos y la entrega de un anticipo de la tercera parte. El proyecto fracasó cuando el socorrista fue despedido por llegar ebrio al trabajo tras una farra financiada con el mismo dinero de Kaplan.
Siguió la trama ingeniada por Kaplan en que, luego de repartir sobornos por 100 mil dólares, sería declarado muerto y su “cadáver” envuelto para salir de la cárcel. Afuera, sería suplido por un cuerpo verdadero y él seguiría hacia Perú. Pidió el dinero a su tío, albacea de su fortuna, quien respondió que no.
Judy, una hermana de David, se unió al propósito de lograr el escape. Buscó ayuda entre exagentes de la CIA, exmilitares y desertores del régimen cubano y repartió miles de dólares en cualquier cantidad de ideas que incluyeron el incendio de la penitenciaría.
Algo más viable ocurrió en octubre de 1970, cuando un joven matrimonio mexicano adquirió, en medio del llano del ex Lago de Texcoco, un terreno que convirtió en gallinero, justo a 200 metros del patio del dormitorio uno en que Kaplan rumiaba su tragedia en México. En vez de aumentar el número de pollos, crecía la cantidad de tierra. El plan era un túnel que se cavó hasta que los picos toparon con lava volcánica, imposible de retirar con discreción.
Cosas de las cárceles mexicanas: un agente de la CIA no tendría los mismos beneficios de la ingeniería de túneles de los que gozaría, casi 45 años después, un narcotraficante de Sinaloa. 
***
Judy Kaplan logró el apoyo de Victor Stadter, un ex combatiente de la Segunda Guerra Mundial y contrabandista de lo que fuera, desde monos capuchinos hasta influencias ganadas en los burdeles más ostentosos de América  Latina.
Y algo especialmente interesante sobre Stadter, orgulloso descendiente de prusianos, y el crimen organizado en el continente: este estadunidense se forjó como uno de los mayores transportistas de mercancías ilegales volando su propio avión, desde Guatemala hasta Texas, un par de décadas antes de que Amado Carrillo se ganara el apodo de Señor de los Cielos.
Nuevamente antes que El Chapo, esta vez de su fuga del Penal Puente Grande, Kaplan ideó una fuga escondido en un montón de ropa sucia que sería llevada, con él adentro, a la lavandería por un camión repartidor. El plan se frustró por alguna delación.
Otra huida considerada por Joel David fue ocultarse en un compartimento falso colocado en la defensa de un camión por otro reo norteamericano de la época, un tipo de apellido Church, preso por asesinar a un policía mexicano con sus propias manos.
Church gozaba la concesión para la elaboración de remolques de camiones en el interior de la cárcel, cajas que se vendían en el exterior en un negocio privado llevado desde la dirección penitenciaria. Acordaron el pago de 100 mil pesos de la época, pero el plan no prosperó porque Church encaminó el plan hacia la traición, descubierta luego de cobrar 50 mil pesos.
Otra idea fue conseguir un traslado a la cárcel de Cuernavaca argumentando razones de salud, la necesidad de respirar aire limpio y a menor altura. La prisión de la capital de Morelos es descrita en la época como una “prisión sin puertas” en que “se les permitía a los presos ir a la ciudad, disfrutando de una gran libertad”.
“Un lugar ideal para Joel Kaplan”, se lee en el libro.
Paranoides —pero no necesariamente fuera de la realidad—, los estadunidenses calculaban que la carretera a Cuernavaca podría escenificar una emboscada mortal contra el reo. Aun así, decidieron continuar. La noche del traslado se convirtió en mañana amarga: nada ocurrió, nadie abrió la reja y llamó a Kaplan para irse.
Stadter, entonces, lanzó un solo mensaje en todas las frecuencias que conocía del sistema político mexicano: habría plata, mucha plata para quien diera la orden de dejar salir libre a su cliente. Y la respuesta fue una: no importaba cuánto ofreciera ni qué tan alto estuviera la mano que recibiera el dinero, siempre habría alguien más arriba recordando que la puerta debía permanecer cerrada.
El contrabandista contrató un maquillista de cine en Estados Unidos. Un peluquero de Nueva York diseñó una peluca de 700 dólares que se adaptaría a la cabeza de Kaplan quien, en la enfermería de Santa Martha, a donde llegaría luego de tomar una droga que le haría parecer enfermo de paludismo, se disfrazaría del propio maquillista y saldría. El verdadero maquillista saldría libre tras demostrar que el reo lo drogó. Esta vez, con todo listo, Kaplan enfermó en verdad.
¿Huir por aire? Quizá en ese momento pareció el peor de todos los disparates. Fue una idea haya nacida en la cabeza de Kaplan, según la investigación de Asinof, Hincle y Turner, por su conocimiento de las operaciones del ejército estadunidense en Vietnam que extraían prisioneros tomados por la guerrilla vietnamita detrás de las líneas enemigas.
Stadter contactó a un viejo amigo texano, un descendiente de irlandeses de apellido Orville y apodo Cotton que entonces volaba una avioneta fumigadora y quien contactaría al piloto del helicóptero, Roger Hershner, un piloto de combate en Vietnam de 29 años de edad.
Sin que Kaplan conociera muchos de los detalles, organizaron la fuga. Acaso debió fotografiar el patio de aterrizaje para conocer la distribución y dimensión del espacio.
Las imágenes no funcionaron, pero Stadter logró infiltrar a un agente de bienes raíces y familiar suyo como un criminólogo a quien el propio director de la penitenciaría proporcionó un recorrido por la cárcel.
Kaplan decidió incluir en el escape a Carlos Contreras Castro, un narcotraficante venezolano que se las arregló para desconectar la alarma de la torre de vigilancia, a la que el venezolano y el estadunidense se referían como “torre de control” durante las conversaciones, siempre sumergidas en whiskey.
Roger despegó a las 5.53 de la tarde del 18 de agosto de 1971 de Pachuca, Hidalgo. Arribó a Santa Martha Acatitla a las 6.35.
Diez, nueve, ocho…
El escape, como ahora es el de Joaquín Guzmán, fue tema internacional y se le otorgó el título de “la fuga del siglo”. 
***
Kaplan inauguró, exitosamente, el uso de helicópteros en fugas de cárceles. Dos años después que él, tres miembros del Ejército Republicano Irlandés se evadieron de una prisión en Gran Bretaña luego de que un compañero suyo secuestró una nave con su piloto y lo obligó a descender en la cárcel de Mountjoy.
Desde entonces, ha habido 42 intentos de escape de esta manera, 30 de estos exitosos. El último se registró el 7 de junio de 2014 en centro de detención de Facility, Quebec, de donde huyeron tres hombres quienes volvieron, un par de semanas después, al mismo encierro.
En 1975, Charles Bronson interpretó a Nick Colton en Breakout (Dir. Tom Gries) al piloto y héroe en el rescate de un estadunidense preso en una sucia y corrupta mazmorra mexicana.
Será posible ver la fuga de Kaplan, un agente de la CIA, gracias al filme La Cuarta Compañía, thriller mexicano dirigido por Amir Galván y Vanessa Arreola y que se estrenará el último trimestre de este año.
Galván y Arreola utilizaron un helicóptero idéntico al empleado por Kaplan, el Bell con cuerpo de libélula y cabeza de esfera transparente. Rodaron en el interior de la Penitenciaría de Santa Martha y la escena de la fuga de Kaplan fue lograda en el mismo patio al que descendió, en 10 segundos, el aparato. Muchos de los extras y parte del reparto con papeles menores son internos.
La cinta es una ficción resultante de años de investigación documental y aborda la existencia de un grupo de ladrones de autos, todos convictos de Santa Martha, quienes salen todas las noches a robar autos Grand Marquis. La operación criminal era dirigida desde la Policía del DF, entonces en manos del Negro Durazo.
LA PELÍCULA QUE RECREA LA FUGA
Uno pensaría que para un comando de presos de la Penitenciaría del DF, mejor conocida como de Santa Martha Acatitla, que tienen oportunidad de salir y operar en las calles de la Ciudad de México de finales de los setenta, una fuga es un suceso que desluce luego de tanto salir y entrar de la prisión, comentan en entrevista con SinEmbargo Arreola y Galván, directores de La Cuarta Compañía.
Pero La Fuga del Siglo pasado, donde Joel Kaplan y su compañero de celda, Carlos Contreras, se elevaron en un helicóptero en los 10 segundos que les dieron libertad para siempre, produce fascinación por igual en muchos hombres libres, en los internos del presente y en los contados sobrevivientes de “la cuarta compañía”, el escuadrón de presos y a su vez notables jugadores de futbol americano,  cuya historia recuperan los cineastas en una película que llevará el mismo nombre y que se estrena en el invierno de este año, “el mismo donde la fuga del Chapo ya es la precoz aspirante a ser la gran fuga en el México de este siglo”, apunta Galván.
La Cuarta Compañía es una película mexicana de reciente producción donde la pérdida de la inocencia de un joven y los autogobiernos en la cárcel, trenzan una historia poco conocida pero tan real y sorprendente como el autogobierno actual en el 65 por ciento de las cárceles de nuestro país —el control en manos de criminales recluidos, del que hablan especialistas.
Habla Arreola:
“En nuestra historia retomamos la fuga de Kaplan como alegoría, como un símbolo asombroso de la libertad, de la ausencia de presión y también presencia de expansión individual y unión solidaria con los otros. La fuga es uno de los episodios que recreamos en la Penitenciaría del DF, el mismo lugar donde se origina el relato histórico de la cuarta compañía durante el sexenio de López Portillo.
“Lo logramos gracias a la colaboración y apoyo tanto de la población de internos como de autoridades del Gobierno del Distrito Federal (GDF) durante la gestión de Marcelo Ebrard. Y, bueno, el corazón palpita de singular modo cuando hay que recrear una fuga en una cárcel donde un helicóptero bajó y al elevarse se llevó consigo a dos presos y dejó a un tercero que se quedó, y se sigue quedando, porque lo interpreta Raymundo Moreno Reyes, el preso más antiguo, próximo a cumplir medio siglo en el sistema penitenciario nacional y quien forma parte de nuestro elenco”.
A Raymundo le llaman El Burrero, porque vendía la leche de su burra, y ésta, a decir de él, es la tercera película de su filmografía.
Raymundo llegó a la vieja cárcel Lecumberri cuanto tenía 21 años, y en la década de los sesenta fue trasladado a la Penitenciaría.

La tarde del 18 de agosto de 1971,  6.35 miró hacia el cielo y vio llegar e irse al helicóptero de Kaplan.

Fuente.-

ACUSAN de "ZETA" a CORONEL DETENIDO en ZACATECAS por DESAPARICIONES.


Aunque a nivel mundial casos de decapitados han causado gran conmoción; en México ya nada sorprende; el caso Calera está transcurriendo sin gran impacto mediático aparente, a pesar de que este podría ser el peor escándalo del Ejército Mexicano en el sexenio, pues por primera vez se está reconociendo la responsabilidad de un alto mando de la Sedena, quien estaría siendo encarcelado y procesado no sólo por la desaparición y asesinato de siete personas, sino también por sus vínculos con el Cártel de Los Zetas.

Fresnillo,Zac,-01/Ago/2015 Fue el pasado 7 de julio cuando el Coronel del 97 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano, Martín Pérez Reséndiz, personalmente encabezó un comando de militares que entraron a un departamento de Calera, Zacatecas, de donde extrajeron a siete personas, incluidas dos mujeres, dos adolecentes menores de edad y un ex militar llamado Germán Martín García González.
Al cumplirse una semana sin noticias de los desaparecidos, familiares realizaron una marcha, lo que atrajó por primera vez la atención de los medios; no pasaron ni 48 horas y los primeros cuatro cuerpos fueron encontrados, y dos días más tarde los tres restantes.
Posteriormente el pasado 21 de julio autoridades confirmaban de forma oficial, que los siete cuerpos correspondían con los 7 desaparecidos de Calera; casi de forma paralela, comenzó a circular en redes sociales imágenes de un video donde presuntamente se observa a Germán Martín, el exmilitar levantado, encabezando a un grupo de sicarios que se muestran torturando y decapitando a civiles.
Presuntamente Germán Martín encabezaba una célula de sicarios del Cártel del Golfo, quienes en el video se graban a si mismos torturando a presuntos miembros del Cártel de Los Zetas.
En una investigación de la periodista Verónica Espinosa, publicada en Proceso; se afirma que diversas fuentes internas del ejército confirmaron que al general Pérez Reséndiz lo están indagando por sus vínculos con el Cártel de los Zetas, lo cual habría sido también el origen del levantamiento y posterior ejecución de los siete jóvenes en Calera, pues presuntamente pertenecían al bando rival.
Los acusaciones son bastante serias pues se afirma también que el coronel Pérez Reséndiz se jactaba de ser compadre del general Salvador Cienfuegos; y aunque esto no está confirmado, si existen varios testimonios que hablan de una buena relación entre los mandos militares; señalando que incluso al coronel se le concedió el inusual privilegio de evitar su traslado; pues Pérez Reséndiz pidió de forma especial que lo mantuvieran al frente del Batallón de Fresnillo, lo cual le fue concedido.
Aunque a pesar de su relación con la cúpula militar, Pérez Reséndiz se encuentra encarcelado y siendo procesado junto con otros tres militares, subalternos suyos quienes tienen también una larga trayectoria de servicio al coronel, a quien también le concidieron el capricho de enviarlos a Fresnillo desde Apatzingán, Michoacán, donde los había conocido.
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Le "ROBAN" ARMA a "GUARDAESPALDAS PRESIDENCIAL" que PROTEGIA a EPN en EVENTO del PRI....asi que cualquiera "pudo haber sido".


Un elemento del Estado Mayor Presidencial denunció ante el Ministerio Público el robo de su arma de cargo, ocurrido el sábado pasado mientras protegía al presidente Enrique Peña Nieto durante un evento en las instalaciones del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Mexico,D.F 01/Ago/2015 De acuerdo con la averiguación previa FCH/CUH-2/T2/1200/15-07, levantada el pasado sábado a las seis de la tarde, el teniente del Estado Mayor Presidencial, David Navaez Velasco, narró cómo ocurrió el robo. 
En su declaración, Narvaez Velasco dijo que “al término del evento (en el PRI), un grupo de personas quiso acercarse al presidente de la República; desbordó la barrera de contención y brincó la protección, por lo que al contener a dicho grupo de personas es desapoderado de una pistola Smith and Wesson, calibre 9 mm, modelo SW9F, matrícula PAM0715”.
Hasta el momento, el Ministerio Público no ha realizado diligencias en el PRI, y sólo se tiene conocimiento de la denuncia de hechos realizada el pasado sábado.
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En E.U ACUSAN al "CHAPO" de "TRAFICO MASIVO"...no le gusta usar "teléfonos",se desprende en acusaciones.



En latas de chile, cajas de sopa y pollo empaquetado; por tren, avión, camiones y túneles en la frontera, Joaquín "El Chapo" Guzmán colocó en un solo mes 50 toneladas de cocaína en las calles de Estados Unidos, con un valor mínimo aproximado de 700 millones de dólares. 

Mexico,D.F 01/Ago/2015 La exportación de drogas a gran escala la consiguió entre 1989 y 1996, a través de narcotúneles en Tijuana, Tecate y Mexicali, y de empresas establecidas en Los Ángeles, que simulaban la importación de productos mexicanos, a través de una línea de aerotaxis ejecutivos propiedad de Guzmán.

Así lo establece el expediente 95-0973-B, el primer caso criminal de la Corte Federal del Distrito Sur de California, en San Diego, y que se usó para tramitar en México la primera orden de detención provisional con fines de extradición contra "El Chapo". 

Con base en este expediente, el Juzgado Tercero de Distrito en Procesos Penales Federales del DF ordenó desde el 17 de febrero del 2001 la orden de detención provisional con fines de extradición contra el capo en el expediente 3/2001. 

Sin embargo, cuando Guzmán fue detenido el 22 de febrero de 2014 en Mazatlán, los estadounidenses pidieron corregir esta orden de detención para volverla a tramitar, lo que ocurrió el pasado miércoles. 

De acuerdo con el primer expediente, desde principios de los 90 la DEA ubicaba al narcotraficante sinaloense con el alias de "El Arquitecto", debido a su especialidad para la construcción de túneles entre México y Estados Unidos. 

"(Colocaba) 50 toneladas de cocaína con un valor en las calles de aproximadamente 700 millones de dólares, los cuales el inculpado Enrique Ávalos Barriga reconoció importar a los Estados Unidos en un periodo de un mes en 1993", indica el documento.

Los Reynoso, primer indicio

Pero, según la acusación, la otra vía que empleó "El Chapo" fue exportar la cocaína en latas de chiles, pollo para establecimientos de comida rápida, quesos, sopas y demás productos perecederos. 

El 4 de octubre de 1989 la DEA aseguró en una bodega de Los Ángeles 289 kilos de cocaína escondidos entre cajas de sopa importadas desde México. 

La investigación determinó que el producto había sido importado a través de un grupo empresarial denominado Reynoso Bros. Inc., que entre otras compañías tenía a Tía Anita, Frutería Tropicana, Grocery Depot Inc. y Cotija Cheese. 

Las compañías eran propiedad de José Reynoso González "Pepe Reynoso" o "El hermano del Ingeniero" y sus hermanos Antonio "El Electricista" y Jesús "El Chispas", hermanos radicados en Los Ángeles. 

Los agentes estadounidenses ubicaron a la empresa Servicios Aero Ejecutivos Poblanos S.A. (SAEPSA), que después se llamaría Aeroabastos, como la responsable de proveerles los productos a los hermanos Reynoso. 

La empresa de taxis aéreos había sido fundada en febrero de 1990 por Joaquín "El Chapo" Guzmán y Miguel Ángel Martínez Martínez "El Tololoche" o "El Tolo", quien dirigía las operaciones del capo en Estados Unidos, a través de Enrique Ávalos Barriga "El Doctor" o "El Médico" o "Don Chepe". 

Geraldo Antonio Frisbie Calderón y Enrique Suárez Estrada eran los pilotos que "El Chapo" usaba para transportar dinero y drogas entre los dos países, indica la acusación. 

Otros personajes que estaban vinculados a Guzmán desde los 90 eran Fernando González "La Gori", Adalberto Partida Chávez y Ricardo Yúdice Campos, a quienes Ávalos encargó el resguardo de las bodegas de droga en California, Chicago y Nueva Jersey. 

También mencionan a Salvador Reza, propietario de Commercial Real Estate Services (CRESE) en El Monte, California, quien aparentemente actuó como intermediario para adquirir almacenes en California. 

19 metros bajo tierra
"El Chapo" no ha cambiado de método. 

El primer túnel que descubrió la DEA al capo en 1994 fue construido con 19 metros de profundidad, como el que usó para escapar del Penal Federal del Altiplano, el pasado 11 de julio. 

En enero de 1992 los hermanos José y Jesús Reynoso contrataron a dos corredores inmobiliarios para consultar la compra de una propiedad en la esquina de Siempre Viva Road y Avenida de la Fuente Sur, en Otay Mesa, en la frontera con Baja California. 

La compra se concretó hasta el 9 de octubre de 1992, cuando los Reynoso pagaron por el inmueble 1 millón 133 mil dólares, la mayoría en cheques y efectivo y sólo 100 mil dólares en depósito bancario.

De 3 de agosto de 1992 al 20 de mayo de 1993 los traficantes pagaron 1 millón 19 mil dólares, por la construcción de una bodega en ese terreno. 

Poco después, construyeron el túnel con 19 metros de profundidad y 431 metros de largo. 

El 5 de septiembre de 1994 la DEA intervino una conversación telefónica entre Ávalos y "EL Tolo", donde aquel le comenta su intención de construir otros túneles entre San Luis Río Colorado y Mexicali. 

Sobornos

Según el expediente estadounidense, "El Chapo" pagó en 1991 una suma de 1 millón de dólares a un funcionario de la entonces Policía Judicial Federal de la PGR, para que dejara en libertad a su hermano Arturo "El Pollo" Guzmán. 

El pago supuestamente lo hizo el abogado Humberto Loya Castro "El Licenciado", un intermediario del Cártel de Sinaloa con la DEA y quien años más tarde negociaría la presunta inmunidad de Vicente Zambada "El Mayito". 

"El Pollo" Guzmán volvió a ser detenido en septiembre de 2001 y fue asesinado el último día del 2004 en el Penal del Altiplano. 

La investigación también insinúa que la organización de "El Chapo" intentó rescatar a uno de los suyos preso en Estados Unidos. 

El 3 de febrero de 1995, la DEA intervino una conversación telefónica de Raúl Guzmán, un operador en San Antonio, Texas, donde habla de la posibilidad de fuga de Guillermo Saillez Cuervo "El Memo", porque estaba preso en el Centro Correccional de Florence, en Tucson, donde el abogado Loya "tiene contactos". 

Loya hoy está bajo resguardo de los estadounidenses y es uno de los testigos clave en los juicios contra "El Chapo". 

Lo que deja entrever la acusación estadounidense, es que capo pocas veces se dejaba ver por sus operadores y nunca usaba los teléfonos.



Fuente.-

EL "CHAPO" TALADRO SAN DIEGO con 56 TUNELES en la ultima DECADA.


En la última década se han descubierto 181 narcotúneles en la frontera entre México y Estados Unidos. De éstos, más de 150 se localizan entre los límites de California y Baja California, y 56 de ellos dentro del área que comprende el condado de San Diego y la franja ubicada entre las ciudades de Tijuana y Mexicali, en Baja California, revela un informe de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en San Diego. 



“De 2006 a la fecha la mayoría de los decomisos (de drogas) en túneles fueron realizados en nuestra área, (aunque) el mayor número de responsables está en México”, asegura en entrevista Lauren Mack, portavoz de ICE en San Diego. 

La agente de inmigración es contundente: “En esta zona, y durante los últimos 10 años, la mayoría de los túneles están vinculados con el Cártel de Sinaloa”. 
En este mismo periodo se han encontrado 22 “supertúneles” sólo en San Diego, es decir, subterráneos construidos con alta tecnología, equipados con carros de transportación sobre rieles eléctricos, iluminación, sistemas de elevación hidráulica y puertas de acero. 



No obstante, cifras indican que algo no funciona del lado mexicano: mientras que en San Diego de 2006 a 2012 fueron detenidas 18 personas involucradas en la operación de túneles, hasta 2013 en México no existía un registro de detenciones. 

Este viernes, elementos del Ejército mexicano hallaron en una bodega la entrada de un supuesto narcotúnel en una colonia de Tijuana, a 400 metros de San Diego. 

Fuente.-

EJECUTADOS: "4 MUJERES y un HOMBRE" en "DEPA" del D.F



Al menos cinco personas -cuatro mujeres y un hombre- fueron hallados sin vida la noche de este viernes dentro de un departamento de la Colonia Narvarte Oriente, en la Delegación Benito Juárez.

Mexico,D.F 01/Ago/2015 Una mujer solicitó apoyo de policías preventivos aproximadamente a las 21:00 horas debido a que halló muertas a varias personas, entre ellas un par de compañeras con quienes compartía la vivienda.

Mientras los uniformados comprobaban el reporte y solicitaban apoyo de un par de ambulancias para confirmar los decesos, se resguardó el edificio de departamentos, en el número 1909 de la calle Luz Saviñón, entre Zempoala y Doctor José María Barragán.

Los cuerpos se encontraban en distintas partes del departamento: recámara, sala, comedor y baño, de acuerdo con el primer reporte de las autoridades.

Hasta el momento en que personal de Servicios Periciales llegó y comenzó a levantar los indicios, se informó que algunas de las víctimas se encontraban desnudas, maniatadas y presentaban heridas de bala y de arma blanca.

Algunos vecinos comentaron que fue a alrededor de las 15:00 horas del viernes cuando vieron por última vez a una de las mujeres que rentaba el lugar.

Incluso, comentaron que se habían percatado de la presencia de un Mustang que había permanecido estacionado por varios días cerca del edificio y que al descubrirse el crimen ya había desaparecido.

Sin haber establecido el móvil de los presuntos homicidios ni revelado la identidad de las víctimas, a las que aparentemente también torturaron, las autoridades trasladaron los cuerpos hacia el anfiteatro, en tanto se continuaba la investigación.


Fuente.-


ACTUALIZACION...


Fuente,-La Razon

A la "POLICIA FEDERAL" también le gusta "ABATIR"..."Matan mas y detienen menos",revelan las cifras.


En los enfrentamientos contra miembros del crimen organizado en los que ha participado la Policía Federal se mata a más presuntos delincuentes de los que son detenidos. 

Mexico,D.F 01/Ago/2015 En lo que va de la Administración de Enrique Peña Nieto, la corporación se ha enfrentado en 290 ocasiones con la delincuencia organizada, con un saldo de 278 criminales muertos y 269 detenidos. 

Tan sólo el 22 de mayo pasado en Tanhuato, Michoacán, policías federales mataron a 42 presuntos criminales y sólo detuvieron a 3. 

En cambio, durante los seis años del Gobierno de Felipe Calderón, cuando la violencia alcanzó sus índices más altos, la Policía Federal detuvo a dos personas por cada uno de los que abatió. 

Ante estas cifras, Juan Salgado, especialista del CIDE, consideró que si los controles de confianza no han cambiado, entonces México tiene policías más matones o hay responsabilidad de los mandos.

"Detrás de todo esto hay un problema, o de supervisión policial, que hubo omisión y los mandos no se dieron cuenta de qué pasó, o, lo que es igualmente grave, el mando les dijo mátenlos a todos", comentó el especialista, quien es maestro en derechos humanos por la Universidad de Essex, Inglaterra.


También consideró que ante el incremento de prácticamente el doble de muertos por cada detenido hay elementos suficientes para que intervenga la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

"La verdad es que no hay manera en la que la CNDH no haga, por lo menos, un informe especial. Dentro de sus facultades está que cuando hay una violación, que yo diría que si ya van tres años (de Gobierno) y estamos a este nivel, es grave y sistemática, tienen que actuar de oficio", dijo.

Para Pablo Monsalvo, especialista en seguridad nacional y pública, estas cifras reflejan que en los hechos México se encuentra sumido en una guerra contra la delincuencia organizada. 

"Si nos vamos al fondo de las cosas y no a la ficción, pues es una guerra contra la delincuencia (...) y en la guerra se premia a quien mata a más", comentó el académico, quien ha sido funcionario en áreas de seguridad en el Gobierno federal.

"Ahora, si hablamos de lo jurídico, pues sí tenemos problemas con los derechos humanos, por ejemplo, porque se toman determinaciones, en lugar de llevarlos (a los criminales) a proceso". 

Sobre la letalidad consideró importante que la PF demuestre que actuaron en legítima defensa, aunque reconoció que hasta ahora este proceso no ha sido claro.

Catalina Pérez Correa, también investigadora del CIDE, señaló que el problema es que en México no existe una política clara que regule el uso de la fuerza. 

"Si buscas datos de qué pasa después de un enfrentamiento pues no hay nada, no se hacen investigaciones, no se hacen públicos los datos, no sabemos qué pasa cuando hay un enfrentamiento", lamentó. 

Restringe Sedena datos de abatidos

La Secretaría de la Defensa Nacional cambió su política y ya no hace públicos los datos de personas abatidas por sus elementos en enfrentamientos. 

La dependencia expuso en marzo de 2015 que desde el 6 de abril de 2014, los soldados después de repeler una agresión se limitan únicamente a preservar el lugar de los hechos en espera de las autoridades ministeriales y que dejó de dar continuidad sobre las personas abatidas, por lo que su Estado Mayor ya no cuenta con la información solicitada.

El tema es motivo de litigio en el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) .
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“La función de ellos es evadirse, la de la policía es detenerlos;dice General Rosso José Serrano

De visita en México, como integrante de una comisión de militares colombianos asesores quiénes sostuvieron un encuentro con el Gobierno mexicano la pasada semana, el General Rosso José Serrano fue uno de los responsables de la captura de los hermanos Rodríguez Orejuela y Pablo Escobar, los narcotraficantes más buscados en la década de los noventa.

El 27 de julio el diario colombiano “El Tiempo” publicó una nota titulada “Policía colombiana se unió a la cacería del ‘Chapo’” (http://www.eltiempo.com/politica/justicia/fuga-del-chapo-guzman-ayuda-de-policia-colombiana/16158503) donde confirmaba la asesoría de militares del mencionado país al gobierno mexicano en torno a la recaptura de “El Chapo” Guzmán: “Tres generales en retiro y seis oficiales activos de la Policía hacen parte de la comisión élite que esa institución envió a México para apoyar la cacería del capo Joaquín el ‘Chapo’ Guzmán Loera.
El 29 del mismo mes, el diario antes mencionado le dio seguimiento con información proveniente de agencias, “Bloque de países crean grupo de búsqueda para la captura del ‘Chapo’” (http://www.eltiempo.com/mundo/latinoamerica/bloque-de-paises-crean-grupo-de-busqueda-para-la-captura-del-chapo/16167356) donde se publicó que “Tomás Zerón de Lucio, Jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República de México se reunió el martes con los funcionarios de justicia y seguridad de países como Guatemala, Colombia y E.E. U.U.
El General Rosso José Serrano Cadena fue el director de la Policía Nacional durante el Gobierno del Presidente Ernesto Samper, de 1994 a 2000. Hizo una reestructuración de fondo de la Policía Nacional de Colombia, primero combatiendo a la corrupción. Bajo su mando, se desarticularon dos de los más importantes cárteles de Colombia, el de Cali y Medellín, culminando con la captura de los hermanos Rodríguez Orejuela (líderes del cártel de Cali) y Pablo Escobar (líder del cártel de Medellín). Al concluir su paso por la Policía Nacional, fue embajador de Colombia en Austria por 8 años.
El General saluda con voz firme para, después de un breve intercambio de palabras sobre la situación en torno a la seguridad en México y la reciente fuga de “El Chapo” Guzmán (http://www.estadomayor.mx/?s=el+chapo+guzman), iniciar su plática comentando la “coincidencia” y similitudes con otro caso muy sonado en Colombia: el de José Santacruz Londoño, alias “Chepe” Santacruz. El tercero a mando del cártel de Cali, escapó en los años noventa de la cárcel de máxima seguridad La Picota en Bogotá, Colombia. En aquella ocasión, la corrupción jugó un papel muy importante. “Chepe” Santacruz se fugó durante un interrogatorio celebrado en la cárcel de alta seguridad, quitando los tornillos de una ventana y huyendo en un automóvil muy similar a los utilizados por la fiscalía. Esta no fue su primera fuga, ya se había escapado de un penal de Estados Unidos de América. Tiempo después, el narcotraficante murió en un enfrentamiento para recapturarlo, el cual encabezó el General Rosso José Serrano.
La corrupción en la policía colombiana fue el primer enemigo a vencer. Sin tomar aire, con esa fuerza del empuje adelante, mezclado con la afrenta a las fuerzas armadas y a Colombia, el General Rosso comparte la problemática de aquellos días: “en Colombia, [Pablo] Escobar mató a 527 policías en Medellín, pagaba entre 1000 y 2000 dólares por matar a cada policía. Al que no pudo corromper lo mataba. Siendo Director de la Policía, tuve que hacer una gran depuración”. Esa depuración se tradujo en cerca de 8,000 policías cesados o detenidos por corrupción. Esa fue la primera gran clave para los éxitos posteriores.
Con la claridad, narra cómo fueron las operaciones más importantes en contra del narcotráfico en su país hace treinta años. Se creó un equipo especializado para desarticular a los cárteles de Cali y Medellín y detener a sus líderes. La pieza fundamental fue la inteligencia y obtención de información: “se analizó la experiencia, sobre hechos concretos, en aquel entonces no se contaba con computadoras ni celulares”. Las labores se centraron en la información recopilada y con el trabajo de campo. El equipo fue conformado por “gente joven, excelente en inteligencia”. Gracias a esta labor, “el cartel de Cali cayó en seis meses”.
La unidad de inteligencia formada fue conocida como la “Central Especializada en Inteligencia e Información Delincuencial”, la actual Dipol . El jefe de inteligencia de este equipo fue un joven Teniente Coronel, Óscar Naranjo.
El ahora General en retiro Naranjo, fue asesor de Enrique Peña Nieto en materia de seguridad desde su salida como Director de la Policía Nacional de Colombia en 2012 y hasta 2014 (http://www.estadomayor.mx/?s=oscar+naranjo). El General Serrano lo considera de “una capacidad extraordinaria para la estrategia”
La experiencia se hace evidente en su tono al hablar sobre la fuga de figuras criminales como “El Chapo”. El General Serrano es enfático al declarar “La función de ellos es evadirse, la de la policía es detenerlos; nadie puede estar por encima del Estado.” Como miembro de la comisión que sostuvo encuentros con las autoridades mexicanas, comenta la importancia de compartir experiencias y compartir conocimiento y lecciones aprendidas, el objetivo primario de la reunión celebrada con autoridades mexicanas.
Durante su mandato como Director General de la Policía Nacional y su disposición a la cooperación internacional, consiguió por parte del gobierno de Estados Unidos de América, una flota de 30 helicópteros Blackhawk y 32 helicópteros Super Huey para el combate al crimen organizado.
El General Serrano habla de un deber ser de la comunicación y relación entre los encargados de seguridad pública y los gobiernos, al “colaborar con experiencia y todo lo que se pueda”. Continúa sentenciando que así como “las mafias se interrelacionan” libremente, los gobiernos y naciones deben “estrechar su amistad y colaborar, hacer alianzas sin tanto misterio ni protocolo”.
Nuestra platica con el General Rosso José Serrano se lleva a cabo a su regreso a Colombia. De la comisión, los tres Generales en retiro colombianos regresaron a su país mientras que otros sus compañeros militares en activo siguen en México brindando su experiencia y asesoría para la recaptura de “El Chapo” Guzmán.

Bruno Cárcamo Arvide