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jueves, 14 de agosto de 2025

“DOS ANGULOS de una MISMA FALLA”: “MINISTROS de SALIDA PRESUMEN se VAN con la DIGNIDAD INTACTA en MEDIO de la JUSTICIA INTACTA”…un sistema judicial tan independiente… que ni de sí mismo depende.


Ángulo 1: “Los próceres de la dignidad intacta”

En México, la dignidad es como esas vajillas heredadas: aunque tenga grietas, todos aseguran que sigue intacta. Así lo recordaron ayer los ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte al despedirse, asegurando que se van con vocación entera, reputación incorruptible y… algunos millones bien justificados.

El Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, conmovido casi hasta las lágrimas —aunque sin una sola referencia concreta a las sentencias polémicas— proclamó que “a pesar de los infundios y calumnias” se marcha con la frente alta. Tal vez porque ya se acostumbró a que la justicia en México funciona mejor como escultura que como mecanismo: está ahí, se ve bonita, pero nadie puede moverla.

Mientras tanto, Margarita Ríos Farjat quien fuera recomendada para el puesto por AMLO y terminó confrontándolo, lamentó la desaparición de la Primera Sala, una institución histórica dedicada a la defensa de los derechos humanos… siempre que estos no incomodaran demasiado al poder. González Alcántara citó a Cerati, porque en la Corte también se improvisa playlist, y Gutiérrez Ortiz Mena fue breve: “un privilegio” —y se entiende, hay pocos trabajos mejor pagados por opinar cada quince días.

Dignidad intacta, justicia intacta… lástima que la realidad no haya quedado igual.


Ángulo 2: “La justicia transformadora… que viene”

En la Primera Sala de la Suprema Corte se bajó el telón después de 31 años… y lo reemplazaron por un bonito telón nuevo, pero con la misma obra. Entre discursos nostálgicos y palabras como “legado” y “transformación”, los ministros se despidieron, dejando el mismo paquete envuelto para los que llegan: un sistema judicial tan independiente… que ni de sí mismo depende.

La presidenta saliente, Loretta Ortiz, habló de una “justicia más abierta, incluyente y transformadora”. Una frase que bien podría estar impresa en un folleto de hotel, porque es difusa, promete mucho y nadie la lee completa. Lo de “abrir” suena atractivo, aunque en México abrir la justicia suele significar abrir más expedientes… que se quedan abiertos.

La gran expectativa social de un poder judicial más democrático es como esperar que el microbús pase a tiempo: la ciudadanía sigue en la parada, los choferes cambian, pero la ruta es la misma y el pasaje cada vez más caro.

Con informacion: ELNORTE/

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