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lunes, 2 de junio de 2025

“CASI 200 MUERTES en MAYO”: “MATAZON CRECE y CRECE en CIUDAD CAOTICA ESPEJO del FRACASO NACIONAL vs CRIMEN del SUPERPOLICIA GOTICO…te decimos en buen plan como deberian percibir ciudadanos cualquier plan que se digne en serlo.


En Sinaloa, la impunidad no solo reina: se ha vuelto costumbre, y la barbarie es el precio que pagan Sinaloense por un Estado ausente que hace lo que puede y resulta que puede muy poco.

La barbarie crece mientras el gobierno y sus autoridades encabezadas por el superecretario Omar García Harfuch,apodado “Batman”.

  • Celebra la impotencia y aplaude la ineficacia.
  • Convierte la debacle en trofeo y la incapacidad en bandera.
  • Erige monumentos a la derrota y le otorga medallas al fracaso.
  • Viste de éxito la rendición y de logros la claudicación.
  • Premia la inacción, condecora la omisión.
  • Hacen de la tragedia un mérito y de la ineptitud un logro.
  • Transforma el desastre en hazaña y la vergüenza en orgullo.
  • Corona la torpeza y ensalza la resignación.
  • Enaltece la mediocridad y festeja la descomposición.
  • Hacen de la incapacidad una virtud y del retroceso un avance.

¿Cómo se vería y sentiría el éxito de una verdadera estrategia de seguridad?

1. Calles seguras y ambiente de confianza

  • Las familias podrían salir de noche, caminar por sus colonias y disfrutar los espacios públicos sin miedo.
  • Los niños regresarían a jugar en los parques y los negocios abrirían sin temor a extorsiones o balaceras.

2. Reducción tangible y sostenida de delitos

  • Los homicidios, secuestros, desapariciones y robos disminuirían de manera clara y comprobable, mes tras mes.
  • Los medios dejarían de reportar levantones,masacres ,despojos de autos y hallazgos de fosas clandestinas como parte de la rutina diaria.

3. Presencia de autoridad confiable y cercana

  • La policía y militares serían vistos como aliados, no como amenazas o cómplices.
  • Los operativos serían preventivos y eficaces, no solo reacciones tardías a la violencia y que llegan siempre a la hora de los velorios.

4. Justicia y fin de la impunidad

  • Los responsables de crímenes serían detenidos y procesados, no protegidos o ignorados.
  • Las víctimas tendrían acceso a la justicia, no al olvido.

5. Paz social y reactivación económica

  • El comercio florecería, habría inversión y empleo, y los desplazados podrían regresar a sus hogares.
  • El miedo dejaría de dictar la vida cotidiana.

6. Confianza en las instituciones

  • Los ciudadanos volverían a creer en su gobierno y en sus autoridades, sintiendo que su seguridad es una prioridad real y no un discurso vacío.

En resumen:
Si hubiera una estrategia exitosa, los ciudadanos verían menos violencia en las calles, sentirían tranquilidad en su día a día, confiarían en la autoridad y recuperarían la esperanza de un futuro sin miedo. Todo lo contrario a lo que hoy padecen bajo la misma constantes de siempre, el plan parece bueno, la táctica para aterrizarlo ha sido pésimamente mala.

El fracaso civil y militar ante una violencia imparable

La violencia en Sinaloa, lejos de disminuir, se ha recrudecido hasta niveles históricos, exhibiendo el rotundo fracaso de las estrategias implementadas tanto por autoridades civiles como militares al mando del superpolicia Omar García Harfuch. 

El Cártel de Sinaloa, especialmente la facción de los Chapitos, mantiene una capacidad de violencia incontenible e imparable, desbordando cualquier intento gubernamental por restaurar la paz.

Siete homicidios en un solo día: la normalización de la barbarie

El sábado 31 de mayo se registraron siete homicidios en Sinaloa, distribuidos entre Culiacán y Mazatlán, además de dos civiles abatidos por fuerzas federales en El Limón de los Ramos. A esto se suman hallazgos de osamentas y un incremento sostenido en robos de vehículos y privaciones de la libertad. Estos hechos no son aislados: mayo cerró con 188 muertes dolosas, superando el récord de mayo de 2017 y convirtiéndose en el mes más violento de la historia reciente del estado.

Estadísticas que desnudan el desastre

  • 1,389 homicidios dolosos en menos de nueve meses (5.2 diarios)
  • 1,508 personas privadas de la libertad (5.7 diarios)
  • 5,215 vehículos robados (19.7 diarios)
  • Promedio móvil diario de homicidios: 6.7 asesinatos
  • Mayo 2025: 188 homicidios, el peor registro histórico.

El conflicto entre los Guzmán y los Zambada, que las autoridades no han logrado contener y por el contrariio complicar, ha sumido a Sinaloa en una espiral de violencia que supera por mucho los niveles previos al estallido de la guerra interna del Cártel de Sinaloa en septiembre de 2024.

La incapacidad de la autoridad: civil y militar

Pese al despliegue de millares de fuerzas federales, la militarización de la seguridad pública y la supuesta coordinación interinstitucional, la violencia no solo persiste, sino que se agrava. 

El promedio de homicidios y desapariciones no ha logrado descender ; incluso, tras un breve descenso, las cifras muestran una preocupante tendencia al alza. El triunfalismo oficial es insostenible frente a la realidad de los datos.

“La estrategia del grupo interinstitucional, como eufemísticamente se le llama al despliegue militar, ya lleva más de 8 meses estancada y sin generar reducciones en las tasas de violencias letales, en específico homicidios y desapariciones.”

La militarización, lejos de resolver el problema, ha evidenciado sus límites: los soldados no están preparados para la prevención del delito cotidiano y su presencia no ha impedido la escalada de asesinatos, desapariciones y robos de vehículos. Los resultados son, en palabras de los propios empresarios y organismos civiles, “poco convincentes” y han sumido a la población en un clima de miedo, parálisis económica y desconfianza institucional.

El CDS: violencia incontenible e imparable

La guerra interna entre los Chapitos y la facción de la Mayiza, detonada tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, ha convertido a Sinaloa en el epicentro de la violencia nacional. El Cártel de Sinaloa, lejos de fragmentarse, ha multiplicado su capacidad de fuego y terror, con enfrentamientos armados, masacres, bloqueos, desplazamientos forzados y ataques indiscriminados.

El Estado, en todas sus formas, ha sido incapaz de contener la violencia de este grupo criminal, que opera con total impunidad y desafía abiertamente la autoridad. El saldo: miles de familias desplazadas, negocios cerrados, pérdidas económicas millonarias y una sociedad atrapada entre el fuego cruzado y la ineficacia gubernamental.

Conclusión: el saldo de la ola

La evidencia es contundente: el plan de seguridad, basado en la militarización y la acción reactiva, ha fracasado rotundamente. Los homicidios, desapariciones y robos no solo no disminuyen, sino que alcanzan máximos históricos. La violencia del Cártel de Sinaloa, especialmente de los Chapitos, sigue siendo incontenible e imparable, mientras la autoridad civil y militar se limita a administrar la crisis y normalizar el horror cotidiano.

Con informacion:NOROESTE/

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