En 2025, el costo de operación y salarios del Banco del Bienestar(Banbienestar), que el año pasado repartió 655 mil millones de pesos a 25.8 millones de beneficiarios, será 414 por ciento más que el reportado en 2019.
El banco gastará 14 mil 811 millones de pesos para funcionar. En 2024, requirió 11 mil 438 millones de pesos, y el Gobierno le entregó el “apoyo fiscal” más alto de su historia: 6 mil 579 millones de pesos, casi el triple de lo presupuestado.
El Banco del Bienestar: El lazo de marrano de las finanzas públicas
El cajero automático de los programas sociales del Gobierno federal se ha convertido en un monumento a la mediocridad financiera, digno de sátira política y de un buen cartón editorial. Si la intención era acercar el dinero a los más necesitados, lo lograron… pero a un costo que deja a la Tesorería como palo de gallinero: sucia, desordenada y con más problemas que soluciones.
Un banco que gasta como político en campaña
En 2025, el Banco del Bienestar (Banbienestar) operará con un presupuesto de 14,811 millones de pesos, un 414% más caro que en 2019. El año pasado, ya había requerido 11,438 millones y recibió el “apoyo fiscal” más alto de su historia: 6,579 millones, casi el triple de lo presupuestado. ¿Resultado? Un banco que, como lazo de marrano, da vueltas y vueltas sin llegar a ningún lado, pero eso sí, enredando las finanzas públicas.
Sucursales por doquier, pero sin sustento
El gobierno construyó 2,750 sucursales —más que BBVA, el banco privado más grande del país— pero sin dinero suficiente para operarlas.
Entre 2019 y 2024, el gobierno tuvo que inyectarle 28,609 millones de pesos para mantenerlas abiertas. Cada sucursal costó en promedio 4.7 millones, y el gasto en salarios se disparó de 989 millones en 2022 a 3,550 millones previstos para 2025. El costo de llenar los cajeros y vigilar el dinero aumentó 23% en un solo año.
Legalidad a la mexicana: “posesión de hecho”
¿Y los terrenos?
De las 2,750 sucursales, solo 396 tienen papeles en regla. El resto son ocupadas “de hecho”, confiando en que la ley civil los respalde. Hay nueve juicios en curso, pero el banco asegura que no hay problema: “detenta la posesión legal”. Es decir, como en el rancho: “si ya me metí, ya es mío”. Una lógica digna de sátira política, pero peligrosa para el patrimonio público.
Un banco que opera con permiso especial
El despilfarro es tal que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores tuvo que darle un permiso especial para operar con el 69.3% de su capital invertido en inmuebles y mobiliario, cuando la ley solo permite el 60%. Si fuera un banco comercial, ya le habrían cerrado la cortina por ineficiente y riesgoso.
El costo de la “gratuidad”
Mientras se presume que los beneficiarios pueden retirar su dinero sin comisión en Banbienestar y Banjército, la realidad es que muchos no tienen una sucursal cerca y terminan pagando comisiones en bancos privados, perdiendo parte de su apoyo social en el camino. Así, el “banco del pueblo” termina siendo más caro que los bancos de siempre.
“Si el Banco del Bienestar fuera revisado o tratado como un banco comercial, como cualquier otro, no podría operar, porque esto eleva muchísimo sus costos de operación, como lo estamos viendo. Es un banco cuyos costos, gasto o presupuesto anual, lo destina al pago de salarios y al pago de todos los gastos de operación que tiene, por eso es un banco que opera con pérdidas”.
Conclusión: Mediocridad peligrosa
El Banco del Bienestar es el lazo de marrano de las finanzas públicas: enredado, costoso y sin rumbo claro. Su operación, lejos de ser eficiente, es un ejemplo de cómo la mediocridad administrativa puede convertirse en un riesgo para el erario. Si la intención era acercar el dinero al pueblo, lo lograron… pero a un precio que pagaremos todos, mientras los responsables siguen dando vueltas, como gallinas en el palo, sin saber si cacarean de gusto o de puro susto.
Con informacion: ELNORTE/
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