Como opositores sostenían que no había evidencia que la presencia militar redujera la violencia, además de recriminar posibles violaciones a derechos humanos cometidos por los miembros del ejército, institución que consideraban opaca e impune.
Con 264 votos a favor, 212 en contra y 1 abstención, el pasado sábado quedó aprobado, en lo general y particular, el proyecto que reforma la Ley de la Guardia Nacional y los artículos transitorios, para que pase a formar parte de Sedena. Sólo faltaría la ratificación del Senado.
Citlalli Hernández, Mario Delgado, Alfonso Durazo y Alejandro Encinas son sólo algunos de los personajes que cambiaron su discurso, pero su postura, antes crítica y ahora alineada al discurso oficial, quedó evidenciada en publicaciones en redes sociales. No sólo ellos, los virajes de pensamiento en torno a la militarización también están consignados en Twitter desde la cuenta del presidente Andrés Manuel López Obrador, antes líder opositor.
“El militarismo no es solución”, afirmaba López Obrador en un tuit del 26 de abril de 2010, en el gobierno de Felipe Calderón, mientras afirmaba que debía fortalecerse el poder civil con el establecimiento de la democracia.
El presidente, en un momento de etapa proselitista, se comprometió a regresar el Ejército a los cuarteles, de donde fueron sacados por orden de Calderón.
“Es perverso que los potentados utilicen al ejército para enfrentar el problema de la inseguridad que ellos crearon por dedicarse a saquear”, consideraba el entonces opositor en un tuit del 19 de febrero de 2013, ya en el gobierno de Peña Nieto, quien continuó con la estrategia de militarización.
A la retórica amloísta se ajustaron los principales líderes y aliados de López Obrador, que, con en el gobierno, ascendieron a cargos públicos y de representación.
El 17 de febrero de 2012, Citlalli Hernández, hoy secretaria general de Morena, publicó: “El ejército no debería estar en las calles. Y nosotros no deberíamos acostumbrarnos a verlo p. ej. en el centro histórico, en ninguna plaza”.
Ella fue más lejos, al vaticinar una política de gobierno si el mandatario fuera Andrés Manuel, que no ocurrió.
Un mes después del primer tuit, el 23 de mayo de 2012, escribió de nuevo: Si AMLO fuera presidente retiraría el ejército en 6 meses de la calle. PRI y PAN se oponen... ¿en qué país viven eh?”.
Los seis meses de gobierno se cumplieron en abril de 2019, cuando la política de la 4T en materia de seguridad reflejaba la continuidad de las estrategias anteriores, con el uso de las fuerzas armadas.
El 14 de diciembre de 2017, ya en la antesala de una nueva campaña, la tercera, de Andrés Manuel López Obrador por la Presidencia, Alejandro Encinas, hoy subsecretario de Derechos humanos, Población y Migración del gobierno, recriminó:
“La mano dura ha fracasado y hay que asumir que la militarización en las tareas de seguridad pública, también. No queremos a un guerra sucia en el 2018. No queremos al ejercito en la vida política de la nación (sic)”.
Por aquella época, el primero de marzo de 2017, Mario Delgado, ahora presidente nacional de Morena, afirmó: “Militarizar la seguridad pública es un cheque en blanco para la violación de los derechos humanos”.
El 5 de diciembre de ese año posó con una imagen que decía: “No a la militarización del país. Desde que el ejército está en las calles la tasa de civiles muertos aumentó 200 por ciento. 100 mil muertos. 33 mil 492 desaparecidos”. La fotografía la colgó en Twitter, alineado con el discurso entonces opositor.
Otros personajes que viraron su discurso en contra para alinearlo con los nuevos dichos, ahora del partido oficial y sus líderes, son Alfonso Durazo, ahora gobernador de Sonora y quien fue el primer secretario de Seguridad Pública de la 4T.
El 6 de diciembre de 2011, publicó: “Obligado regresar a las fuerzas armadas a los cuarteles, pues el ejercito (sic), aun frente a su eventual eficacia, combate efectos no causas”.
A días de haber asumido el gobierno lopezobradorista, Tatiana Clouthier, ahora secretaria de Economía, respondió a un usuario en Twitter, que cuestionaba la propuesta de una Guardia Nacional. “Si hablo Andrés de una GN mas no con mando militar. Si estoy a favor de una GN no con mando militar que es otra cosa. Hay q leer profundo p opinar amigo”, le dijo.
¿Cómo entender estos tuits a la luz del presente?
¿QUÉ PIENSA EL VECINO DEL NORTE?
EMEEQUIS publicó en junio pasado que para Estados Unidos la estrategia militarizada de la 4T “no ha debilitado” a los delincuentes, según el informe “Mexico: Organized Crime and Drug Trafficking Organizations”, elaborado por el Congressional Research Service —servicio de investigación del Congreso de EU—, el cual cuestiona la eficiencia de la política de combate a las organizaciones criminales.
El documento, actualizado el 7 de junio, refiere que el presidente Andrés Manuel López Obrador continuó con la estrategia de seguridad militarizada de las dos administraciones mexicanas que le antecedieron, además de autorizar a las fuerzas armadas a continuar con su papel en la aplicación de la ley durante el resto de su mandato. Y aunque menciona que la Guardia Nacional, que el presidente comenzó a desplegar a mediados de 2019, ha tenido menos denuncias de abuso que militares en el anterior gobierno de Enrique Peña Nieto, la estrategia militarizada de la denominada Cuarta Transformación (4T) para combatir a los cárteles de la droga “no ha debilitado efectivamente a los grupos criminales”.
Fuente.-@emeequis
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