Millones de jóvenes de todo el mundo documentan sus experiencias en el trabajo, la escuela o con sus amigos en TikTok. Lo mismo aplica para quienes se dedican a actividades criminales, quienes comparten videos de cómo elaboran cocaína, cultivan amapola de heroína o roban autos.
En 2021, TikTok fue la aplicación más descargada del mundo. Este crecimiento lógicamente atrajo la atención de las autoridades, quienes notaron que la fascinación con las redes sociales llegó a tal punto que, integrantes de redes criminales, estaban publicando videos incriminadores.
Aquí, InSight Crime explora algunos de los casos más sorprendentes en los que TikTok descorre la cortina sobre el mundo criminal y las consecuencias que conllevó.
1. No les muestres cómo se produce la cocaína
A comienzos de febrero, los medios bolivianos publicaron un reportaje en el que se relataba cómo jóvenes de zonas rurales del país cargaban videos de TikTok en los que se veían participando en la elaboración de cocaína. Con reguetón de fondo, los usuarios se filmaban conduciendo una lancha cargada de precursores químicos, en cocinas de cocaína en medio de la selva u ostentando vehículos que, según ellos mismos, habían comprado gracias al narcotráfico. Tenían miles de seguidores e incluso cometieron la imprudencia de compartir su ubicación en sus comentarios.
No tardó en abrirse una investigación que terminó con la captura de dos de los jóvenes autores de los videos por cargos de narcotráfico en Cochabamba, al suroeste de Bolivia.
2. Mad Max en la carretera
Pero ese no fue el único uso de TikTok por parte de delincuentes en Bolivia. Algunos "chuteros", un término usado para designar a los ladrones de autos, han subido videos en los que alardean mostrando imágenes de los vehículos que roban en otros países y llevan al otro lado de la frontera en Bolivia. Entre ellos figuran varios con placas bolivianas y chilenas.
Estos grupos suelen robar o comprar autos baratos en Chile, Argentina, Perú, Paraguay y Brasil, cruzan la frontera con ellos y los venden ilegalmente en Bolivia. Sus videos de TikTok parecían indicar una relación con productores de cocaína, pues los chuteros insinuaban que habían vendido autos a narcotraficantes. Además, se exhiben conduciendo autos por el desierto, siempre al compás del reguetón.
3. La Chapiza en México
La ostentación de riqueza por parte de los narcos en las redes sociales no es nada nuevo en México. Narcos mexicanos hábiles con internet han inundado Instagram con fotografías de armas, autos de lujo, mascotas exóticas y otras extravagantes muestras de riqueza.
Los videos de TikTok de los carteles son una categoría por sí solos, y apelan a jóvenes, seguramente para atraerlos hacia la vida delictiva.
“Es narcomarketing. Utilizan este tipo de plataformas para hacerse publicidad, pero claro, como esta publicidad hedonista”, señaló Alejandra León Olvera, antropóloga española que estudia el uso de las redes sociales por parte del crimen organizado, en entrevista con el New York Times.
Los videos de “La Chapiza” son toda una subcategoría. Estos arrojaron pistas sobre una de las economías criminales más interesantes en México, el cultivo de amapola en el Triángulo Dorado, una zona al norte del país, entre los estados de Chihuahua, Sinaloa y Durango. Los narcos implicados decían tener relación con el exjefe del Cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, alias "El Chapo", y sus hijos, conocidos como Los Chapitos. La Chapiza es un término para referirse por lo general a sicarios armados asociados con Los Chapitos.
Al parecer, los videos muestran a traficantes del Cartel de Sinaloa patrullando la zona, presentan sus estilos de vida y sus trabajos de todos los días, sus armas, las interacciones con efectivos uniformados de las fuerzas de seguridad, y el uso de avionetas para trasegar drogas. Las conversaciones grabadas en los videos indican que el grupo tiene alianzas criminales en países como Colombia y Panamá.
Los videos muestran el respeto y el temor que puede inspirar la asociación con Los Chapitos. En un video de TikTok, un agente de policía armado y enmascarado pide a un presunto narcotraficante que baje la ventana de su auto. El traficante se burla del agente y lo llama Power Ranger antes de decir simplemente “Nosotros somos La Chapiza”. De inmediato el agente levanta la mano y dice: “Todo bien, gracias, todo en orden” y se aleja caminando.
4. El estilo de vida de la coca en el Catatumbo
La región del Catatumbo en Colombia, en la frontera de ese país con Venezuela, es un importante centro de producción de cocaína. Bajo el hashtag #Catatumbo, los sembradores y raspachines de coca, una actividad cada vez más expandida en esa región, comparten en TikTok sus rutinas. Estos videos se han viralizado como tendencia bajo el numeral #Catatumbo.
A diferencia de los casos relatados anteriormente, el contenido publicado en Catatumbo muestra las vidas de los recolectores y sembradores de coca y de quienes se encuentran en los eslabones más bajos de la cadena de producción de cocaína. La cosecha, el secado y la selección de la hoja de coca se documentan allí, con un detalle casi periodístico. Aprovechando esta tendencia, el gobierno ha usado el mismo numeral para publicar videos de las fuerzas de seguridad decomisando plantaciones de coca y advirtiendo a la población que no se involucre en esta actividad.
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