En México, 1 de cada 5 litros de gasolina que se consumen proviene del contrabando, reconoce el Servicio de Administración Tributaria (SAT), lo que ya provoca un hoyo en las finanzas públicas.
EL GOBERNADOR,EL CANDIDATO Y SU SOCIO SUCIO:
Desde el 2012 se presentó una disminución en la venta legal de combustibles respecto a lo proyectado por el crecimiento económico. De acuerdo con el Prontuario Estadístico de Petrolíferos 2019 –de la Secretaría de Energía–, la demanda real estimada para 2021 sería de 1.3 millones de barriles diarios, es decir, 477.7 millones de barriles durante todo el periodo.
La producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) el año pasado fue de 125.2 millones de barriles, y las importaciones legítimas de combustibles alcanzaron 250.5 millones de barriles, es decir, sólo el 78.6% de la demanda.
“La oferta legítima de combustible, compuesta por la producción Pemex y las importaciones alcanzó 375.7 millones de barriles. Es decir que el volumen del contrabando se estima hasta en 102 millones de barriles para 2021; equivalente al 27% de las ventas legítimas de combustibles; y al 41% de las importaciones legítimas de combustibles”, afirma el SAT.
El contrabando de combustibles tiene un impacto en las finanzas públicas. Datos del SAT revelan que la recaudación por IEPS de gasolinas y diésel cayó 18% en 2021, “esta disminución se debe principalmente al contrabando y a la aplicación del estímulo fiscal al precio de estos productos”.
La evolución del contrabando de combustibles de 2018 a 2021.
SE DUPLICÓ EN TRES AÑOS
El crecimiento del contrabando es gradual en México desde la llegada al gobierno del presidente López Obrador y el combate al huachicol. En 2018 era de 45.8 millones de barriles, en 2019 alcanzó los 74.1 millones de barriles, en 2020 –en plena pandemia de Covid– fue de 89.6 millones de barriles y en 2021 la cifra llegó a 102 millones de barriles: se duplicó en tres años.
“Entre 2018 y 2021 el contrabando estimado de combustibles se incrementó en un 122.7% al pasar de 45.8 millones de barriles a 102 al año. En 2020 se observó una disminución temporal como consecuencia de la pandemia por Covid-19. Sin embargo, sin el efecto de esta, se estima en 89.6 millones de barriles”, detalla.
Las autoridades sospechan que el contrabando de combustibles se realiza vía la importación de lubricantes, la cual ha tenido un crecimiento inusual en los últimos dos años.
“Desde 2020 se ha observado un incremento en las importaciones de lubricantes, sin que exista algún sustento en la actividad económica. Estos productos no están sujetos al pago de IEPS, por lo que son usados como medio de evasión para introducir hidrocarburos a través de las aduanas terrestres”, revela el SAT.
Los números respaldan esta hipótesis de las autoridades: en 2021 la recaudación de IEPS petroleros realizada en las aduanas se redujo 58 mil 78 millones de pesos, respecto al mismo periodo del año anterior.
La llegada de la Secretaría de Marina a las aduanas marítimas contuvo el ingreso de combustibles de contrabando, pero “ocasionó que la introducción ilegal de combustibles modificara la logística de internación hacia las aduanas terrestres a través de pipas, inicialmente y en la actualidad por medio de carrotanques, principal medio de transporte de los lubricantes”.
En las aduanas marítimas, la Semar tiene desplegadas 2 mil 205 personas, de ellas 217 son personal naval y mil 998 personal civil.
En 2021, el SAT presentó mil 41 denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) que involucran a mil 65 personas, y sólo 218 han sido vinculadas a proceso, 6 servidores públicos, 108 personas físicas y 104 personas morales.
Entre ellas hay denuncia contra un exservidor público de alto mando acusado de delincuencia organizada con el contrabando de combustibles.
“Lo anterior es un gran acierto ya que para combatir la corrupción de raíz es necesario enfocar esfuerzos a la detención de altos mandos, toda vez que esto debilita realmente sus operaciones”, expone.
El año pasado en las aduanas marítimas se embargaron 36.5 millones de litros de hidrocarburos, entre diésel, gasolina y condensado de gas, lo que representa aproximadamente 800 millones de pesos.
Fuente.-@emeequis/
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