Cuando a Edgar Melhem le llegue la instrucción de que tiene que firmar la alianza electoral con el PAN para competir juntos por la gubernatura de Tamaulipas, el priista de Río Bravo dará un paso a un costado y renunciará a la presidencia del partido.
La decisión de Melhem tiene un motivo: él buscó, a través de distintas instancias, que en la pasada elección del 6 de junio, el tricolor y el blanquiazul fueran juntos, pero en el más alto mando de Acción Nacional en la entidad jamás lo escucharon, nunca le abrieron la puerta.
Más allá de la soberbia que caracteriza al alto mando, los azules tenían sus razones para negarse a pactar una coalición con el PRI: un partido venido a menos, desvencijado, rebasado por la velocidad de los cambios políticos del estado y del país.
Las proyecciones de los panistas eran que el Revolucionario Institucional aceleraría su desplome y solo captaría 60 mil votos en el estado, se convertiría, por tanto, en un partido de un solo dígito porcentual.
Además, Acción Nacional tenía un plan entre manos: quitarle varios candidatos al PRI y postularlos como propios. La noticia, auténtico escándalo político, llegó a finales de diciembre del año anterior: Yahleel Abdala, diputada local, renunciaba al priismo y aceptaba la candidatura del PAN a la alcaldía de Nuevo Laredo.
Después, en cascada, llegaron los casos de Jaime Turrubiates Solís, en busca de la presidencia municipal de Madero; y de Oscar Almaraz, postulado a la diputación federal por el Quinto Distrito, con cabecera en Ciudad Victoria.
Molesto y ofendido ante esa estrategia del partido blanquiazul, Edgar Melhem tomó nota puntual y, como suele suceder en política, esperó el resultado electoral de Acción Nacional. La derrota panista el 6 de junio debe haberlo hecho sonreír, con la típica actitud de quien siempre estuvo seguro de estar en lo cierto.
Ahora, las cosas han cambiado: con evidente desesperación, el PAN quiere una alianza electoral con el PRI, pero el dirigente estatal priista se niega a sentarse con los liderazgos del panismo tamaulipeco. Paciente, esperará la decisión que tomen en la Ciudad de México, los Comités Ejecutivos Nacionales de los dos partidos.
Y sí, cuando llegue la instrucción de ir juntos en Tamaulipas. Edgar Melhem dará un paso a un costado, seguramente renunciará a la presidencia del tricolor y volverá a esperar, con suma paciencia, desde su posición como diputado local, desde su asiento en el Congreso del Estado, el resultado electoral de la contienda por la gubernatura en junio de 2022.En la política, como en la vida misma, hay tiempo para tomar desquite.
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