La Cámara de Diputados gastó 13.6 millones de pesos de recursos públicos para estrenar megapantallas en el salón de plenos.
El sistema de asistencia, votación, audio y video que desechó tenía ocho años y no registraba fallas.
La Cámara entregó el contrato a Euromex Importadora y Exportadora, tras descalificar a otros participantes en una licitación en la que también participó Audio Control y Video, que era la encargada de operar el anterior sistema.
La epidemia de Covid-19 se utilizó para justificar el cambio por las megapantallas leds.
"Los trabajos parlamentarios deben llevarse con las medidas sanitarias necesarias para evitar la propagación de este virus, razón por la cual la Cámara está aprovechando las oportunidades del teletrabajo que permite el uso de las tecnologías de la información", expuso.
La compra no estaba considerada en su Programa Anual de Adquisiciones en 2020, pero tenía Presupuesto sin ejercer.
El viernes 8 de enero comenzó el desmonte de las pantallas gigantes que aún servían y que medían 5.8 metros de ancho y 9.6 metros de alto.
El 14 de enero concluyó el cambio de equipo para el arranque de las sesiones.
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