Para entender de manera sencilla la Seguridad Nacional, la tendríamos que describir como un vegetal que tiene varias capas; por ejemplo una cebolla o una lechuga.
Entonces tenemos que conceptualizar a la Seguridad Nacional como la primer capa que engloba de manera general el país y sus problemas, la segunda capa sería la seguridad interior, que es acotada al espacio y territorio que tiene el país, la tercer capa es la seguridad pública, que está relacionada con la prevención y persecución de los delitos y por último la cuarta capa sería la seguridad privada, que es aquella que auxilia y complementa a las demás bajo su supervisión ejercida por particulares por concepto de honorarios.
El reto es entender, diferenciar y profundizar en cada una de estas capas de Seguridad Nacional, ya que esto nos dará perspectiva y prospectiva del tema en un sentido y otro; probablemente esto permita a los legisladores argumentar y delimitar la creación de la Guardia Nacional.
Es prioritario, que todos nos involucremos en generar un proyecto compartido de Seguridad Nacional, en otras latitudes ha ocurrido con gran éxito, ejemplo de ello son países como España y Argentina. El proyecto de construcción del Sistema de Seguridad Nacional requiere de importantes esfuerzos por parte de múltiples actores que deben estar alineados entre sí (sociedad, fuerzas armadas, fuerzas del orden, policías, políticos, legisladores, académicos, etc.) para fomentar la sinergia entre las diferentes acciones. Su carácter dinámico nos debe hacer aprender con la realidad del día a día e ir ajustando su interrelación con el resto de la Administración.
El mandato democrático del primero de julio de 2018, obliga a quienes votamos y por quienes se votó a establecer una colaboración entre lo público y lo privado, así como el apoyo del ciudadano son imprescindibles. Esta implicación será posible si se fomenta una cultura de seguridad sólida. La Seguridad Nacional garantiza la libertad y prosperidad de los ciudadanos. La Seguridad Nacional es un baluarte de nuestro modo de vida conforme a los postulados del Estado social y democrático de Derecho. Está dirigida a proteger la libertad y el bienestar de sus ciudadanos, a garantizar la defensa del país, sus principios y valores constitucionales, con implicaciones internacionales basados en los compromisos derivados de instrumentos, convenios y mecanismos de cooperación.
Si consideramos que Seguridad simplemente es la ausencia de peligro, daño o riesgo y los traspolamos a la Seguridad Nacional, resulta más fácil de entender, ejemplos de los ámbitos de aplicación: Defensa Nacional, Seguridad Marítima, Ciberseguridad, Lucha contra el Crimen Organizado, Lucha contra el Terrorismo, Contrainteligencia, Seguridad Económica y Financiera, Seguridad Energética, Protección de infraestructuras críticas, No proliferación de destrucción masiva, Protección ante emergencias y catástrofes.
De tal suerte que la segunda capa de la Seguridad que sería la interior, es entender evitar el riesgo a la libertad, la vida y el patrimonio de los habitantes de un lugar determinado, sus derechos y garantías y la plena vigencia de las instituciones del sistema representativo, republicano y federal que está reconocido en el Constitución. Entonces podemos entender que la Seguridad Interior, implica el empleo de los elementos humanos y materiales de todas las fuerzas policiales y de seguridad de la Nación a fin de alcanzar el resguardo del orden constitucional en un ámbito espacial (territorio, aguas, espacio aéreo) basado en la coordinación entre niveles de poder (Federal, Estatal y Municipal) cuya organización se basa en la colegiación de instituciones (Consejo de Seguridad, CONAGO,etc.) con roles, responsabilidades y acciones específicas.
El fin de la Seguridad Interior, debe ser determinar las políticas de seguridad, planificar, coordinar, dirigir, controlar y apoyar el esfuerzo nacional de las fuerzas policiales y de seguridad de la Nación, dirigido al cumplimiento de esas políticas. En donde el entendimiento básico, del más amplio consenso posible y participado por la ciudadanía genere la construcción del Sistema de Seguridad Pública que sería la Tercera Capa, que es el que afronta el desafío más grande, el de desarrollar un proyecto capaz de suscitar ilusión y confianza también a los sectores público y privado.
La Seguridad Pública, debe ser entendida como un servicio universal que debe brindar el Estado, para garantizar la integridad de todos los ciudadanos y sus bienes; ello implica que podamos convivir en armonía, cada uno respetando los derechos individuales del otro. Es decir, ejercer tus derechos y libertadas hasta donde los derechos y libertades del otro no se contrapongan con las propias. Si ello no se cumple, el Estado provee de fuerzas de seguridad (como los policías). Las fuerzas del orden público, deben prevenir la comisión de delitos y reprimir estos una vez que están en curso o se ha producido; también es función de las fuerzas de seguridad perseguir a los delincuentes y entregarlos a la Justicia.
La última y cuarta capa es la seguridad privada, que consiste en ser un conjunto de bienes y servicios brindado por entes privados, para proteger a sus clientes de la comisión de delitos, daños y riesgos, que trabaja de forma auxiliar y complementaria a la Seguridad Pública y requiere autorización, licencia, permiso y concesión de la autoridad competente del sistema de seguridad para poder actuar.
Cómo organicemos cada capa de esta cebolla o lechuga, quién los tenga bajo su mando, no debe ser el problema, sí se construye de como un proyecto compartido; en donde todos entendamos las capacidades y competencias de los elementos involucrados en hacer la estrategia del Sistema Nacional de Seguridad con Guardia Nacional incluida, con policías de los tres niveles de gobierno coordinados; esa será una labor titánica de la administración de Andrés Manuel López Obrador, es una cuestión de forma que hace fondo. Feliz 2019!!!
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