Reprobados y distantes a la población, así calificaron los mexicanos a los senadores de la LXII Legislatura, que concluyó en septiembre de este año. De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional sobre el Senado de la República de 2018, su desempeño mereció una calificación con promedio de 4.4, en la escala del 1 al 10.
La encuesta fue realizada por el Instituto Belisario Domínguez, y aplicada de manera aleatoria a mil 200 ciudadanos mexicanos, para evaluar el desempeño de los senadores, su agenda legislativa, su cercanía con la población y su conocimiento general sobre sus funciones.
Al ser cuestionados sobre la composición partidista de la Cámara Alta, cuatro de cada diez entrevistados prefirió que sean de un partido de oposición, y alrededor de tres consideraron que es mejor que sean del mismo partido que el presidente de la República, como se puede apreciar en la siguiente gráfica:
En respuesta a la pregunta ¿a quién representa mejor la Cámara de Senadores?, la mayoría de los entrevistados consideraron que, a los partidos políticos y después a los ciudadanos.
No reelección
Seis de cada diez encuestados dijo estar en desacuerdo o muy en desacuerdo con la reelección de los senadores, mientras que los cuatro restantes estuvieron de acuerdo, muy de acuerdo, indiferentes, o no contestaron, como lo muestra la gráfica:
Destaca el elevado nivel de confianza que los ciudadanos mostraron hacia los integrantes de la nueva legislatura, pues el 73.3 por ciento espera que su desempeño sea mejor al de sus antecesores; el 3.4 igual de bien; el 12.2 igual de mal, y el 2.4 por ciento cree que serán peor.
Lejanía ciudadana
Uno de los hallazgos más relevantes fue que la lejanía que percibe la población hacia sus representantes populares en la Cámara Alta, pues el 87.2 por ciento de los encuestados manifestaron que acercarse a un senador para que le ayude a resolver un problema en su estado es difícil o muy difícil, mientras que el 12.8 por ciento restante lo consideran fácil, muy fácil, o simplemente no respondieron.
También destaca que una cuarta parte de los ciudadanos consultados consideran que la mejor forma de ser tomado en cuenta por un senador es pidiendo ayuda de alguien con conocidos en el Senado. El 36 por ciento decidió que era mejor acudir a su oficina de atención. Sin embargo, casi la misma cantidad de los encuestados consideró que la mejor manera era contactarlos por internet (6.7 por ciento) que hacer una marcha o un plantón (7.2 por ciento).
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