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lunes, 17 de septiembre de 2018

LOPEZ OBRADOR y lo PROMETIDO (...YA NO) ES DEUDA...las promesas no estan sujetas a temporalidad de circunstancias.

LO DICHO

La frase pronunciada en la gira de agradecimiento de AMLO en Nayarit resonó, y fuerte…
“Posiblemente por la situación de bancarrota en que se encuentra el país no podamos cumplir todo lo que se está demandando, pero sí vamos a cumplir, que quede claro, todo lo que ofrecimos en campaña”.
El presidente electo dijo que sus compromisos, como otorgar becas a jóvenes de preparatoria y universidad, así como pensiones para adultos mayores de 68 años y continuar con los programas sociales, serán el piso que se ha fijado.
“Ese va a ser el piso y de ahí para arriba, hasta donde nos alcance el presupuesto que es dinero  de todo el pueblo y se va a manejar con honradez”.

INTERPRETACIÓN

¿Por qué AMLO dijo lo que dijo?
Una de tres.
1.- Sabía de la bancarrota y pese a eso mantuvo sus promesas para ganar votos en la campaña. Es legítimo. Campaña y gobierno son dos cosas diferentes.
2.- No sabía de la bancarrota y sus asesores desde la campaña le presentaron cuentas alegres. Esto revela novatez de parte de su equipo.
3.- Percibía, sí, una crisis de las finanzas ya como candidato ganador, pero desconocía la magnitud. La bancarrota, como él dice.  Y sus asesores no le advirtieron. Aquí habría habido impericia e inexperiencia de parte de su equipo.

DEMANDAS VS COMPROMISOS

AMLO no aclara las demandas que no cumplirá. Pero sí sostiene sus compromisos, diferentes a estas demandas; y específica tres. Los apoyos a los jóvenes, las pensiones para los mayores de 68 años y el mantenimiento de los programas sociales, se entiende, los de la SEDESOL principalmente.
Podría ser que prepara el terreno (AMLO es astuto) para moderar las expectativas de sus electores.
Algo que los analistas ya han advertido, entre otros, en los siguientes ámbitos:
Que no bajará la gasolina. Ya Poncho Romo aclaró que se mantendrá a precios de mercado. Tan sencillo como que el grueso del combustible es importado y los precios no pueden manipularse.
Que, posiblemente, no habrá recursos suficientes para modernizar Pemex, o construir más refinerías.
Que posiblemente -sólo AMLO lo sabe- proyectos como el del Tren Maya, que son de su predilección, irán despacio, a la espera de  la liberación de recursos para el siguiente presupuesto, no el de su primer año de gobierno, de 2019, sino el de 2020, si es que hay sobrantes.
El presidente o su equipo -Poncho Romo o el Secretario de Hacienda Carlos Urzúa- deben aclarar, ante la emergencia financiera que advirtió López Obrador, cuáles compromisos no se cumplirán y cuáles sí, para darle certidumbre a la economía y a los inversionistas.
Sobre todo, si, como señaló ayer López Obrador en Chiapas, se mantendrá la estabilidad financiera, entendiéndose por esto que no habrá exceso de gasto ni déficit en las finanzas gubernamentales para no ejercer presiones sobre la paridad y las tasas de interés.
AMLO sabe perfectamente que las expectativas que generó son enormes. Y éstas podrían desbordarse y chocar con lo cumplido, afectando la imagen personal y de su gobierno. De modo que prepara terreno, pero estas dudas deben despejarse.

¿QUÉ QUIERE LA GENTE?

Pero, para precisar, ¿cuáles son las demandas de la gente? ¿Lo que esperan los mexicanos?
Los sondeos de opinión revelaron que hay principalmente tres.
1.- Combatir la inseguridad. Como dijo en un video hace unos días una señora frente a un López Obrador mudo, “México se ha convertido en una fosa”.
2.- Combatir la corrupción e impunidad.
3.- Empleo y crecimiento. Y, lateralmente, estabilidad.
La gente, sí, espera una baja en los precios de la gasolina, dolida por el gasolinazo, algo que a todas luces no se cumplirá aunque AMLO diga que, “a mediados de sexenio bajará sensiblemente el precio de las gasolinas”.
A mediados y no al arranque de la administración, como esperaron muchos de los 30 millones de electores que votaron por él 1 de julio. Sus compromisos, como él señala, de dar apoyos a los jóvenes o duplicar la pensión universal a los adultos mayores, le sirvieron para cosechar votos, y, de acuerdo con lo señalado, se mantienen. Pero son compromisos, no promesas.

LO IMPORTANTE NO REQUIERE DINERO

En la principal demanda que es la inseguridad, sí, claro, se requiere dinero. Una ampliación presupuestal. ¿Habrá recortes aquí? Alfonso Durazo debe aclararlo.
Pero el asunto de fondo aquí es de diagnóstico, estratégico, no de pesos y centavos. ¿Espera la nueva administración combatir la inseguridad, confiando, como ha sostenido AMLO, en un incremento en el empleo o en alejar a los jóvenes como carne de cañón de los grupos delictivos con los programas de apoyo, SIN combatir frontalmente el narcotráfico y los cárteles?
La cuestión principal en este tema que ha desgarrado gravemente el tejido social es la impunidad de estas organizaciones delictivas, que ganan terreno a pasos agigantados.
En cuanto a la segunda demanda, de combatir la corrupción, el compromiso de AMLO es desterrarla en su administración. Pero su declaración de que no perseguirá a políticos famosos y de que Rosario Robles es un “chivo expiatorio”, como dejó claro Federico Arreola y un buen de analistas, daña su imagen y confianza en esta demanda prioritaria, que compete a presuntos actos de corrupción de la administración que va de salida.
¿Un país en bancarrota es un impedimento para cumplir con esta demanda? No.
Lo mismo puede decirse del empleo, crecimiento y estabilidad, la tercera demanda. La bancarrota a la que alude AMLO, la relaciona con la escasez de recursos para cumplir todas sus promesas, pero él mismo ha señalado que hereda un país estable. Con una economía con un crecimiento insuficiente, sí, pero no en crisis.
Obvio, no se requieren más recursos para mantener al país estable. Sí es responsabilidad de la administración que encabeza López Obrador despejar los temores entre inversionistas principalmente extranjeros por abortar el ambicioso plan de captación de dinero en Pemex, que podría afectar el grado de inversión de los calificadores internacionales, amén de agriar las relaciones con el círculo de Wall Street. Aunado al riesgo, también percibido, de que un exceso de gasto pueda impactar la estabilidad económica.

CONCLUSIÓN

“Con dinero baila el perro”, reza el adagio popular. O, como Quevedo, “poderoso caballero es Don Dinero”.
Una escasez de recursos podría lastimar algunas promesas como señaló AMLO.
No hay problema. Se comprende. No se puede gastar lo que no se tiene, aunque sí podría impactar la imagen.
Pero lo importante, lo que quiere la gente, no requiere de recursos. Si de buenas estrategias como es el caso de la seguridad, y de una férrea voluntad política para enfrentar esta principal demanda, así como también para combatir la corrupción y mantener la estabilidad. A la larga, esta es la ruta para consolidar su proyecto político.

FUENTE.-

De las REDES el ENREDO....



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