Félix Salgado Macedonio se fue del Salón de Plenos del Senado todavía moviendo la cabeza de derecha a izquierda, entrecerrando los ojos, juzgando de tan molesto.
"¿Ese Cabeza de Vaca dónde tiene la cabeza? O más bien: ¿De qué tiene la cabeza?", dijo.
Él, que un día se aceptó mujeriego, parrandero, jugador, borracho incorregible, que como diputado fue detenido en estado de ebriedad, como senador reconoció haberse rezagado: "Ese Cabeza de Vaca, ahora sí me ganó, me puso el pie adelante".
Estaba escandalizado el acapulqueño. El martes, el panista Ismael García Cabeza de Vaca fue fotografiado cuando chateaba con sus amigos desde el Pleno. Miraba fotos de una joven con escote.
"Pásame el cel del padrote no seas gacho; ya me la quiero zumbar", le escribió uno de sus contactos. "Ya somos 2", contestó el hermano del Gobernador de Tamaulipas, donde en julio la Segob implementó un operativo contra la trata de personas.
Ayer, García Cabeza de Vaca regresó al Senado con la ídem baja. Antes de las diez de la mañana se reunió en privado con su bancada, planearon su disculpa pública.
"Las senadoras fuimos muy críticas con él", contó Xóchitl Gálvez.
"Yo le dije algo que luego retomó en su discurso", añadió Kenia López Rabadán, "le dije: 'la ciudadanía está esperando de nosotros un cambio'".
El senador fue el último en llegar a la conferencia de prensa. Se mordía los labios y parecía que miraba su chat, pero ensayaba su discurso de media hoja.
"Quiero reiterar una disculpa", dijo ante las cámaras.
"Especialmente para Fernanda Moreno, cuya imagen llegó a un chat en mi teléfono", como si el chat no fuera suyo. Y que esperaba tener el gusto de conocerla: "Saludarte y decirte esto personalmente".
Aunque en público lo condenaron, en corto López Rabadán y Gálvez le apretaron el brazo, le dieron palmaditas. Lo arroparon.
El líder del grupo, Damián Zepeda, evitó que respondiera cualquier pregunta.
"Hubo un error, lo está reconociendo", dijo.
De ahí, pasaron directo al Salón de Plenos. En la entrada, García Cabeza de Vaca apenas respondió si había pasado el teléfono del padrote.
"Sí, gracias", dijo, sin entender, para salir del paso, sonriendo.
Ya en su lugar, revisaba su celular debajo de su escaño, protegiéndolo de los fotógrafos que lo apuntaban desde el palco. La culpa panista pasó pronto. El ambiente se fue relajando. Detrás de Zepeda, la poblana Nadia Navarro bromeaba mostrando la pantalla de su celular a los fotógrafos y escondiéndola rápido. Provocadora. Divertida. Hasta que comenzó de nuevo otra disputa.
Damián Zepeda reclamó al presidente, Martí Batres, haber dicho en una entrevista que los panistas abandonaron la sesión la semana pasada "nomás por chingar".
Así que Salgado Macedonio saltó de su asiento, pidió la palabra, golpeó el micrófono.
"Habría que juzgar a quien tiene actitudes pornográficas, a quien tiene actitudes misóginas, actitudes que de verdad avergüenzan a este Senado", dijo el morenista.
De derecha a izquierda, siguió una ronda de acusaciones.
La morenista Lilly Téllez pidió que le quitaran a García Cabeza de Vaca la secretaría de la Comisión de Marina. López Rabadán acusó que Salgado Macedonio había dicho el martes que en Puebla iba a haber "primer damo".
"Vámonos respetando, vámonos respetando, hemos sido nota desde que inició esta Legislatura por las flagrantes conductas misóginas, discriminadora, machistas", exclamó la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, Martha Lucía Micher.
Desde su asiento, en tanto, García Cabeza de Vaca se tronaba los dedos. O se echaba para atrás, aferrándose a su sillón. Apenas le dieron tiempo para que volviera a pedir disculpas ahora ahí en el Pleno.
Convertido ya en conciencia ética del Senado, Salgado Macedonio levantaba la mano, golpeaba el micrófono y pedía la palabra de nuevo. En su descargo argumentó que es padre de siete hijas.
"Quiero y amo a la mujer, por supuesto, y la respeto porque provengo de una dama y porque soy padre de mujeres", dijo.
Ya encarrerado, sermoneó a los panistas. Se golpeó la cabeza. Dijo que ni él haría eso que hizo Cabeza de Vaca de jugar con la explotación sexual. O que lo haría, sí, pero no ahí, en el Pleno.
"Esto es sagrado señoras y señores legisladores, eso se puede hacer afuera o en otro lado, pero no aquí. En eso deténganse entre ustedes mismos, analícense, corríjanse".
Otro morenista, a su lado, Eduardo Ramírez Aguilar, pidió reflexionar sobre esas discusiones estériles.
"Que únicamente evidencian la clase de legisladores que somos", dijo.
Apenas acabó la ronda, una hora antes del fin de la sesión, García Cabeza de Vaca abandonó su escaño. Dejó ahí el folder con la hoja de su disculpa. Al final, Salgado Macedonio se fue enojado.
"Venimos a trabajar, no a chatear", decía ya en el patio y que hay que andar andar con mucho cuidado con los celulares.
fuente.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: