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lunes, 30 de abril de 2018

A CALDERON el del PAN,le FALTO ESTRATEGIA PARA COMBATIR al CRIMEN,DICE CINICO el PAN...son PANibales,entre ellos se tragan y devoran con tal de llevar votos a su molino.

A 65 días de la jornada electoral del 1 de julio, el líder del Partido Acción Nacional (PAN), Damián Zepeda Vidales, reconoce que el PAN le ha quedado a deber a México cuando dos de sus militantes fueron jefes del Ejecutivo. 

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Aunque destaca los avances que hubo en las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón (ley de transparencia, servicio profesional de carrera, el seguro popular o la mayor inversión en infraestructura), admitió que no se rompió el pacto de impunidad con los corruptos pues se trabajó con Elba Esther Gordillo, y no se hizo nada contra Carlos Romero Deschamps, líder de los petroleros. 

O que faltó estrategia para combatir al crimen.


Con respecto a la elección de 2018 sus expectativas son muy altas: ganar la Presidencia de la República, lograr una mayoría estable en el Congreso para realizar los cambios que requiere el país y superar los triunfos logrados: ganar más de 12 gubernaturas y más de 479 alcaldías. "Lo que hoy tenemos es el piso", afirma.
En entrevista con LA SILLA ROTA, al joven dirigente de los panistas se le pregunta sobre la versión que corre entre algunos empresarios que se manifiestan en contra de López Obrador, en el sentido de que en un momento dado el candidato de la coalición "Todos por México", José Antonio Meade, se debe sumar a Ricardo Anaya. Zepeda lo descarta.


El dirigente de Acción Nacional rechaza el calificativo de "PRI-AN" que les ha endilgado el candidato Andrés Manuel López Obrador, "El PRI-AN lo constituyen los priistas y los panistas "rebeldes" que han pactado a cambio de cargos, en el Congreso, dice. 
Sobre la eventual creación de un nuevo partido con Felipe Calderón a la cabeza, responde: "(el tema) no es de mi interés". 
En materia del gobierno de coalición, aseguró que en caso de ganar la Presidencia los cargos en el gabinete no serán distribuidos sobre la  base de cuotas entre los partidos que apoyan a Anaya. Por supuesto que se hará participar a los tres partidos que conforman la coalición, pero no será un asunto de cuotas sino de los mejores perfiles para cada responsabilidad. Las propuestas deberán ser ratificadas por el Congreso.
 El joven presidente del panismo recibe a LA SILLA ROTA en sus oficinas desde donde se hace una transmisión vía Facebook Live. La pregunta obligada de inicio es su balance sobre el debate que sostuvieron los cinco candidatos a la Presidencia el domingo pasado.


Si bien reconoce que el aspirante de la coalición "Juntos Haremos Historia", Andrés Manuel López Obrador, va a la cabeza en las encuestas, en su opinión la diferencia entre el primero y el segundo lugar, en el cual aparece Anaya, se está acortando.


Se le cuestiona sobre la presencia que ha ganado Morena en el norte del país, donde antes era marginal su votación. "No es la izquierda, aclara, es López Obrador". Asegura que Morena no cuenta con una estructura en esos estados y que lo que hace subir sus números es el propio candidato presidencial. Apunta que es peligroso porque no se conoce bien a bien quiénes son los morenistas locales.
Cuando se le pregunta qué es lo que pasa en el PAN que muchos expresidentes de su partido han renunciado, como lo han hecho otros integrantes, pidió poner las cosas en su dimensión. Asegura que en el partido hay 300 mil militantes y si acaso se han ido 20 personas en este proceso.


Reconoce que el partido tiene una vida muy activa y que las decisiones que se toman se hacen por consenso. Ejemplificó diciendo que de los candidatos a las elecciones del pasado reciente no todos eran afines al grupo de Anaya y aun así fueron nominados. Y ganaron. 
También se ha acusado al PAN de haber modificado los estatutos para que las decisiones sobre candidaturas se tomen en el marco de la Comisión Permanente del partido. Zepeda aclara que la reforma fue hecha por el anterior presidente del partido, y que para que se pueda nominar a un candidato desde el PAN nacional, primero se tiene que contar con el visto bueno del comité estatal. 
Se le recordó el diferendo que hubo con el gobernador Javier Corral y aseguró que algún personaje interesado le había pasado información errónea. Cuando las cosas se aclararon, dice, ya no hubo problema. 
Sobre las acusaciones que han pesado sobre el candidato de "Por México al Frente", Ricardo Anaya sobre la venta de una nave industrial, cuyo pago pasó por varios países antes de llegar a la cuenta bancaria del aspirante, se le preguntó:
- Incluso Jorge Castañeda, uno de los estrategas de la campaña ha dicho que sí le pegó a Anaya. Parecería que se está agotando el tema, pero ayer salió algo en España ¿Cuál es el estatus del tema?
- Pues nada. Es un invento del gobierno. Fue un ataque, fue brutal, nunca antes visto, creo yo, así de agresivo, con el uso de la PGR, tanto que el propio tribunal ya les dijo "estás interviniendo", también el INE. Y al día de hoy no hay una sola acusación. No la hay. Y ya no vamos a perder el tiempo con eso. Es evidente que es el PRI, es evidente que ya se va. Nuestra contienda es con López Obrador.
Cuando se le menciona que también un periódico español publicó que en Europa se investiga a su candidato, él responde: "Es lo mismo, están muy ´hacendocitos´ en eso".
Fuente.-LaSillaRota/

"NACOZETAS" TENIAN LANZACOHETES,GRANADAS,RIFLES,UNIFORMES CLONADOS y "CUERNO de CHIVO" BAÑADO en ORO...pillos guiados por el brillo.

Una serie de redadas por parte de las fuerzas militares mexicanas en el centro de la ciudad de Nuevo Laredo descubrió una fuerte cantidad de armas de uso militar incluyendo lanzacohetes, granadas, dinamita, ametralladoras, rifles y varios uniformes y chalecos clonados para parecer que eran de la infantería mexicana clonados.
Las redadas comenzaron esta semana cuando los soldados del ejército mexicano estaban operando en el centro de la ciudad y llegaron a una casa que estaba siendo utilizada para procesar metanfetaminas y almacenar un sus armas.
Según información difundida por el ejército mexicano, las autoridades decomisaron 33 fusiles modelo AK-47, 11 rifles tipo AR-15, 10 paquetes de 25 a 30 libras de metanfetamina, 13 paquetes de precursores de metanfetamina y siete libras de metanfetamina en forma de cristal. Durante esa redada, las autoridades arrestaron a dos sospechosos.
Poco después, las autoridades llegan una segunda casa en la que confiscaron 24 rifles, al igual que lanzagranadas, ametralladoras de grado militar, un fusil AK-47 cubierto de oro, pistolas y algunas granadas. Las autoridades también se incautaron varios chalecos y uniformes de la Marina mexicana. Los chalecos camuflados tenían logotipos y marcas  muy similares a los utilizados por las fuerzas militares mexicanas en servicio activo.
Durante una tercera redada, las autoridades decomisaron 91 fusiles, varias otras armas y cerca de 100.000 cartuchos de municiones. Durante una cuarta redada, el personal militar incautó 49 fusiles, 13 lanzacohetes, 32 cohetes, 9 granadas y 13 tubos de dinamita.

Durante varios meses, una facción de Los Zetas llamada Cartel Del Noreste (CDN) ha estado usando ropa militar mientras realizaba operaciones y ataques contra las fuerzas del orden público. El mes pasado,  elementos de la Secretaria de Marina, comúnmente llamados “marinos” sufrieron tres emboscadas a manos de pistoleros de CDN. Durante ese choque, un helicóptero militar mexicano confundió un vehículo que transportaba a una familia con carro de sicarios y abrió fuego, informó Breitbart Texas. Una mujer y sus dos hijas murieron en ese incidente.
Fuente.-Breitbart/TX

PISTOLEROS "HUACHICOLEROS" del CARTEL del GOLFO MATAMOROS MATAN a EMPLEADO de "SALVAGUARDA de PEMEX"...el negocio por encima.

Empleados de seguridad de Petróleos Mexicanos (PEMEX) fueron atacados por pistoleros en Matamoros, matando a uno de los trabajadores.

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La agresión se dio cuando los agentes Jaime Juárez y Fernando Gutiérrez, dedicados al combate del robo de hidrocarburos, fueron sorprendidos mientras realizaban labores de vigilancia en esta ciudad, dijo Pemex ayer en un comunicado. 

"El vehículo en el que viajaban recibió aproximadamente 60 impactos de bala", detalló la empresa, que ha calculado en 30 mil millones de pesos las pérdidas anuales por robo de combustible.

NOTA RELACIONADA:

Sobre Gutiérrez, Pemex dijo que estaba siendo atendido en un hospital regional y se encontraba fuera de peligro.

La compañía está luchando contra un robo creciente de hidrocarburos que poco a poco se ha extendido por diversas zonas del País de la mano del crimen organizado.

A fines de enero, un jefe de seguridad de una refinería en Guanajuato fue asesinado a tiros por hombres a bordo de una motocicleta.

Carlos Treviño Medina, director general de la paraestatal confirmó el hecho a través de su cuenta de twitter, condenó el ataque e informó que trabajador llevaba por nombre Jaime Juárez Hernández.

"A nombre de @Pemex, condeno el brutal ataque que sufrió nuestro personal de Seguridad Física en Matamoros, Tamaulipas. Derivado de dicho ataque lamentablemente perdió la vida Jaime Juárez Hernández. Mis más sentidas condolencias a sus familiares y amigos", señaló.

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En la misma publicación dijo que Juárez Hernández era un destacado trabajador con casi 20 años de antigüedad al servicio de la paraestatal, principalmente en labores de atención a tomas clandestinas.

"No existe tregua posible para quienes atenten contra la integridad de nuestros trabajadores. Estaremos pendientes del curso de las investigaciones, exigiendo siempre todo el peso de la ley", indicó.

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Apenas el viernes, trabajadores de PEMEX clausuraron una toma clandestina en Río Bravo.

Fuente.-(imagen/web)

domingo, 29 de abril de 2018

AMNISTIA: SERIA CONSTITUCIONAL LLEGAR a un ACUERDO con el CRIMEN ORGANIZADO ? ...cuales son los alcances.

Recientemente, un aspirante a la presidencia de la República se pronunció sobre la posibilidad de otorgar amnistías a grupos del narcotráfico para alcanzar la paz en el país. La gran mayoría de esas críticas en su contra se han centrado en caricaturizar la idea sin realizar un análisis serio, o bien, en descartarla in limine por considerarla incompatible con el Estado de derecho.
Sin embargo, la idea de llegar a un acuerdo de paz con grupos de delincuencia organizada no nació con las afirmaciones de López Obrador, ni acabará con su campaña política. En nuestro contexto actual, resulta inminente debatir la posibilidad. Independientemente de si la apoyamos o no, el ejercicio de análisis alrededor de ella es necesario. Es por eso que quisiera aprovechar estas líneas para trazar algunas perspectivas sobre las implicaciones legales —y sobre todo constitucionales— de una transición a la paz a través de un pacto.
Quienes se oponen a la idea de una negociación con los carteles de la droga suelen argumentar que la ley “no se negocia, se aplica” o que “no se puede negociar con criminales”. Se tratan de posturas congruentes con la idea de un Estado de derecho que logra sus objetivos a través de una de sus armas más invaluables: el imperio de la ley. En ese sentido, es totalmente cierto: ante la comisión de un delito, corresponde aplicar una sanción —con todas las legalidades y garantías correspondientes—.
Pero supongamos que lo que vive México no es el día a día de un incipiente Estado de derecho, con sus respectivos retos y obstáculos, sino un conflicto armado interno. De ser así, las reglas pueden flexibilizarse, debido a que en ningún país el sistema de justicia penal está diseñado y en posibilidad para atender los crímenes y violaciones a derechos humanos que ocurren de forma sistemática en un contexto de guerra.
¿Se encuentra México en una guerra, entendiendo “guerra” no como un superlativo con fines de catarsis o de sensacionalismo, sino como un concepto del derecho internacional?
Una posible respuesta parte del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 (Protocolo II), el cual define los conflictos armados internos como aquellos que cumplen con los siguientes elementos: i) que se desarrollen en el territorio de un país entre sus fuerzas armadas y fuerzas armadas disidentes o grupos armados organizados; ii) que las partes del conflicto operen bajo la dirección de un mando responsable; iii) que ejerzan un control sobre una parte del territorio; y iv) que realicen operaciones militares sostenidas y concertadas.1
Bajo esta lógica, deberá identificarse si entre los carteles de la droga o entre éstos y el ejército, existen hostilidades sostenidas con todos los requisitos del artículo 1.1 del Protocolo II. Dicha tarea supera en demasía las posibilidades de este artículo. Pero supongamos que sí hay elementos para declarar que en México existe un conflicto armado interno conforme al derecho internacional entre algunos actores. De ser así, ya no hablaríamos de crímenes de la delincuencia común –al menos para efectos de los grupos que participarían en el conflicto armado- sino de crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad, en su caso.
¿Sería posible, bajo ese supuesto, otorgar amnistías? No existe ningún tratado de derecho internacional que prohíba esta posibilidad. Por el contrario, los acuerdos especiales establecidos en el artículo 3 común de los Convenios de Ginebra abren la posibilidad de llegar a acuerdos de paz entre los grupos en conflicto. Adoptarlos implica la disposición de ambas partes para ceder en determinados rubros a cambio de la transición a la paz. Además, la práctica sostenida en la comunidad internacional pareciera reconocer esa opción como consuetudinariamente válida.
En nuestro país no sería la primera vez que esto ocurre. Los Acuerdos de San Andrés Larráinzar, firmados entre el Estado mexicano y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1996, fueron un precedente que incluyó amnistías absolutas para delitos contra el orden constitucional.
Por supuesto que en ningún conflicto todo delito puede ser sujeto de amnistía o concesión penal. Es ahí cuando debe plantearse las posibilidades a la luz del grado de participación en nuestro conflicto. Actualmente, muchas de las estructuras criminales no son monolíticas, sino que se conforman de distintos brazos o secciones: aquella que se encarga de los asuntos administrativos, la que se encarga de la distribución, la que hace lo propio con la venta y las que se encargan de las hostilidades (la parte armada), por mencionar algunas.
En este sentido, los delitos no violentos relacionados con droga son totalmente candidatos para una amnistía. Otorgar el perdón por ellos —que dicho sea de paso, a nivel mundial se cuestiona cada vez más que se consideren conductas socialmente reprochables— puede ser un precio proporcional con tal de alcanzar la paz en un país.
En el caso de los miembros que participan activamente en hostilidades, las reglas tendrían que ceñirse a los estándares internacionales. Podrían acordarse algunas concesiones en materia penal a cambio de desarme, desmovilización, reconocimiento de crímenes, verdad para las víctimas y reparación; pero siempre y cuando esto no implique una impunidad en sentido estricto. Nuevamente, estos son aspectos cuya necesaria profundización superan a estas líneas.
Lo anterior no significa en lo absoluto –como afirman algunas voces fuera de contexto- un diálogo como el que en su momento sostuvo el gobierno colombiano con Pablo Escobar. Esto es, un pacto a escondidas del escrutinio público, generado por las cúpulas del poder, sin ningún tipo de fiscalización, sin desmovilización, sin participación de las víctimas, con finalidades totalmente alejadas de la búsqueda de verdad, justicia y reparación, y permitiendo el debilitamiento de instituciones o la impunidad total a cambio de una paz política. Un acuerdo de paz debiera implicar precisamente todo lo contrario.
¿Es posible, entonces, esta opción desde el punto de vista constitucional? México no ha ratificado hasta la fecha el Protocolo II. No obstante, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha señalado que distintos artículos de ese instrumento son normas de derecho internacional humanitario consuetudinario de obligatorio cumplimiento, independientemente del estado de firma o ratificación.2 Asimismo, México es parte de las Convenciones de Ginebra de 1949 y, por lo tanto, de su artículo 3 común que establece la posibilidad de acuerdos especiales.3
Asimismo, nuestro marco constitucional pareciera ser receptivo a la posibilidad de un acuerdo de paz. Como es sabido, el artículo 133 establece que la Constitución, las leyes del Congreso de la Unión y “…todos los Tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión”.
Debe destacarse que el artículo 133 se refiere a “tratados” de manera general. Si bien podría decirse que el objeto y fin de esa disposición era darle vigencia a los acuerdos realizados con otras naciones, la disposición deja la puerta abierta a una interpretación a cualquier tipo de acuerdo celebrado entre el Estado mexicano y cualquier sujeto de derecho internacional. Si bien pareciera ser un argumento un tanto aventurado lo reconozco—, podría ser un punto de partida para explorar la viabilidad constitucional de un proceso de este tipo.
La posibilidad de un acuerdo de paz es siempre complicada. Y como ha sucedido en distintas latitudes incluye riesgos. No puede ser asumida ni desechada a la ligera. La paz no es el sonido celestino de arcángeles, sino una labor de parto que se vuelve más dolorosa conforme se acerca a su fin. Pero la paz tampoco es una opción: sino el último escalón evolutivo del sentido de supervivencia. Analizar en serio la opción de un acuerdo de paz nos obliga a recordar que el origen de esta violencia se encuentra en la ruptura del tejido, en la deshermandad que impide que nuestra sociedad se viva como unidad. Diversa en su interior, pero sobre un espacio común.
Aun si la conclusión fuese desechar por completo la posibilidad, el ejercicio de debate no es desdeñable. Sobre todo cuando nuestro presente nos pide a gritos pensar las cosas de forma diferente para tener resultados diferentes.
Autor.- Carlos Luis Escoffié Duarte. Consultor y litigante en materia de derechos humanos

1 Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional (1977),artículo 1.1.
2 Appeal by the International Committee of the Red Cross on the 20th anniversary of the adoption of the Additional Protocols of 1977, 31-10-1997 Article, International Review of the Red Cross, No. 320, by Cornelio Sommaruga. Disponible en formato digital en el portal del Comité Internacional de la Cruz Roja a través del enlace: http://bit.ly/2AWxs4ZVéase también: Henckaerts, Jean-Marie y Doswald-Beck Louise; “El Derecho Internacional Humanitario Consuetudinario, Volumen 1”, Comité Internacional de la Cruz Roja, Buenos Aires 2007.
3 “Artículo 3 – Conflictos no internacionales. […] Además, las Partes en conflicto harán lo posible por poner en vigor, mediante acuerdos especiales, la totalidad o parte de las otras disposiciones del presente Convenio. […].” Artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de 1949.
Fuente.-

ANAYA PIDE "VOTO ULTIL" PARA FRENAR a AMLO,VOTO UTIL HA LLEVADO a GOBERNAR a "MUCHO INUTIL"...votarlo o botarlo.


El Historico VOTO UTIL.....
Cuando todos apostaron al cambio. 
Hacia la una de la tarde del domingo 2 de julio de 2000, los mensajes en los teléfonos anticipaban la victoria de Vicente Fox en las elecciones presidenciales. Muy pocos la habían visto venir. La imagen prevaleciente de Fox había quedado marcada en la clase política y en los medios de comunicación por lo que había sucedido el 23 de mayo, cuando en la casa de campaña de Cuauhtémoc Cárdenas —que era de su madre— se reunieron con Francisco Labastida para definir los términos del primer debate presidencial que iba a ser el jueves siguiente. 
Fox se le pasaron las copas de vino en la comida y llegó al encuentro con la cabeza ligeramente obnubilada. La negociación era pública y cuando tocaron el día del debate, Fox, conocido por rupestre, gritó ante la prensa: “¡Hoy, hoy, hoy!”. Esa tarde todo parecía una debacle. Sin embargo, cuando repitieron el grito en un mitin en el Ángel de la Independencia, Francisco Ortiz, su asesor en comunicación, tuvo una iluminación y lo convirtió en un llamado a la acción. La sociedad política no lo registró correctamente, como lo reflejaban las encuestas de preferencia electoral. Reforma le daba 20 puntos abajo frente a Labastida en vísperas del arranque de la campaña presidencial, y El Universal, 13. GEA-ISA inició con 17 puntos de superioridad de Labastida, y semanas antes de la elección traía a Fox punteando. Sólo María de las Heras Rafael Giménez, que hacían las encuestas para el naciente Milenio Diario, colocaban arriba al panista. Milenio fue un ejemplo de lo que pasaba en esos años. El director general, Federico Arreola, recibió los resultados de la encuesta de Giménez y contra la opinión del cuerpo editorial, no quiso publicarla. Arreola contrató a Nielsen, cuyos datos le daban una ventaja a Labastida por 20 puntos. La noche de ese 2 de julio, Foxhabía obtenido un millón y medio de votos más que Labastida, en parte, dijeron sus asesores de la época, por el voto útil del PRD, donde alrededor de un millón de perredistas que votaron por sus diputados y senadores, no lo hicieron por Cárdenas, a quien no le veían posibilidades de ganar la elección, y se lo entregaron a Fox, un candidato más competitivo. Aquella fue una jornada histórica, al terminar 71 años de reinado priista y comenzar la alternancia. El voto útil tomó carta de identidad.
04 AYUDA DE MEMORIA 98A
Todos contra Madrazo. 
La elección presidencial de 2006 era vista como la reivindicación del PRI para regresar a Los Pinos. Andrés Manuel López Obrador se presentaba por primera vez a una elección presidencial con una enorme fortaleza por la victimización que le regaló el presidente Vicente Fox, cuando quiso meterlo a la cárcel por un delito administrativo que alcanzaba fianza en 2005. Fox era altamente popular y quiso imponer a su secretario de Gobernación, Santiago Creel, como candidato, pero el trabajo ratonero de quien conocía bien al PAN, Felipe Calderón, le arrebató la candidatura. 
El PRI, como muchas otras veces, tenía una baraja amplia de candidatos, pero su líder Roberto Madrazo se empecinó en ser candidato, utilizando los recursos de la presidencia del partido para ese propósito. Los anticuerpos priistas emergieron y le enfrentaron como adversario al gobernador del estado de México, Arturo Montiel, quien experimentó la guerra sucia interna cuando de la oficina de Madrazo salieron a la televisión sus propiedades y fortunas. El rencor contra Madrazo aglutinaba a sus adversarios. La maestra Elba Esther Gordillo, quien como coordinadora de la bancada del PRI llegó a acuerdos con Fox, aprobados por Madrazo, quien después los desconoció y orilló a que renunciara al partido, mandó colocar en espectaculares en la Ciudad de México la leyenda: “Dale un madrazo a Madrazo”, y colocó como spot la frase: “¿Tú le crees a Madrazo? Yo, tampoco”. Gordillo buscó una alianza con López Obrador, pero él la desdeñó. Calderón, su segunda opción, la acogió de inmediato. Un millón de maestros ofrecía la maestra como la fortaleza de su alianza y para la elección pidió al magisterio: voten por quien quieran, pero nunca por Madrazo. En el norte votaron los maestros por Calderón y en el centro y sur, por LópezObrador
Los gobernadores priistas se sumaron a Calderónen repudio a Madrazo. El voto útil de las maquinarias estatales del PRI y de los maestros, enfrentados con Madrazo por imponer su candidatura y violentar las reglas de una competencia equitativa para todos, se fue para el panista. El 2 de julio de 2006, mismo domingo que seis años antes, Calderón logró 241 mil 934 votos más que LópezObrador, que significó el 0.56% de diferencia. Madrazo fue arrumbado al tercer lugar, con la más baja votación que haya tenido un candidato priista hasta hoy en día.

En busca del voto útil. 
Durante tres elecciones presidenciales el voto útil ha probado su potencia estratégica. Le dio un contundente mandato a Vicente Fox, le ayudó a Felipe Calderón a derrotar a Andrés Manuel López Obrador e impidió que éste alcanzara a Enrique Peña Nieto en 2012. Para la elección presidencial en 2018, el voto útil frente al líder histórico de la izquierda social iba a ser la solución. El problema es que esa estrategia no hablada se cruzó con Ricardo Anaya, candidato de una alianza entre el PAN y el PRD que nunca se cocinó bien entre las bases de ambos partidos. Para añadir complejidad al modelo, Anayadeclaró que en el PRI, todos los priistas, son corruptos y deben ir a la cárcel. Lo que generó es que los sectores duros del PAN se sintieran sin personalidad y entregaran apoyos a su enemigo histórico, López Obrador, por ser la opción viable que veían para evitar que el PRI repitiera en Los Pinos. 
Los perredistas, vacíos de ideología y sentido histórico, le negaron masivamente su apoyo y se han ido sumando a López Obrador. Los priistas, con quienes cogobernó el PAN desde los 80, lo ven como su principal enemigo, y al ir dejando en el camino a José Antonio Meade, han ido emigrando al campo de López Obrador. El candidato de Morena, que no cree en las alianzas ni en el voto útil, quien ha perdido elecciones por rechazar ese tipo de arquitectura electoral, ha ido cachando los votos de todos, gracias a Anayae indirectamente a la irreversible indignación contra el gobierno de Peña Nieto por ineficiencia, corrupción e impunidad. Tras el primer debate presidencial, la competencia se enfiló a una lucha parejera, entre López Obrador y Anaya, por lo que el aliancista comenzó a hablar de que el voto útil contra el de Morena, debe ser para él. En buen momento se le ocurrió rectificar el camino. Faltan poco más de dos meses para la elección y la reconstrucción de ese voto útil y el tejido de nuevas alianzas se antoja en este momento, porque no se sabe qué pasará la próxima semana, en un objetivo imposible de alcanzar.

Fuente.-@RivaPa
(Imagen/Internet/El Norte.com

EL "GRUPO de los BELICOS" del EJERCITO COMBATIA a NARCOS "ESTILO NARCO",LEVANTABA,TORTURABA,MATABA,ROBABA y DESAPARECIA...es por fortuna la excepción y no la regla.

La semana pasada, por primera vez, la Corte Interamericana de Derechos Humanos analizó el caso de desaparición forzada ocurrido en México en diciembre de 2009 en perjuicio de Nitza Paola Alvarado Espinoza, José Ángel Alvarado Herrera y Rocío Irene Alvarado, en el que están implicadas tropas del 35 Batallón de Infantería de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua. 
La desaparición forzada de Nitza Paola Alvarado Espinoza, Rocío Alvarado Reyes y José Ángel Alvarado Herrera, y las represalias que han sufrido al menos una treintena de miembros de su familia tras denunciar la participación de personal del 35 Batallón de Infantería de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, fue examinado por jueces de la Corte Interamericana presididos por Eduardo Vio Grossi, ante la imposibilidad de que, por razones de nacionalidad, el presidente del tribunal regional, el mexicano Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot, participe en el debate.
El caso se discutió en la Corte el jueves 26 y el viernes 27, después de que el Estado mexicano fuera omiso a las recomendaciones que hiciera la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para dar con el paradero de las víctimas, sancionar a los responsables de la desaparición, así como “disponer de medidas administrativas, disciplinarias o penales correspondientes frente a las acciones u omisiones de los funcionarios estatales que contribuyeron a la denegación de justicia e impunidad, incluyendo acciones u omisiones de autoridades que hubieren obstaculizado la realización de diligencias de investigación”, así como tomar diligencias legislativas y administrativas para que “las autoridades de la justicia penal militar se abstengan de obstaculizar investigaciones en casos de desaparición forzada”, entre otras.
Ocho años después de esos hechos, la delegación del Estado mexicano, compuesta por 17 personas y encabezadas por el director de Derechos Humanos y Democracia de la Cancillería, Erasmo Lara, y la subprocuradora de Derechos Humanos, Sara Irene Herrerías, mantuvo la posición fijada por el Ejército, de que los hechos habrían sido perpetrados por miembros del crimen organizado disfrazados de militares.
En abril de 2010 fue la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM) la instancia que asumió la investigación, luego de que la Procuraduría General de la República (PGR), que tuvo conocimiento de los hechos casi de manera inmediata, declinara su competencia a favor de los uniformados. 
El 29 de diciembre de 2011, después de trabajar el caso, la PGJM archivó el asunto y lo retornó a la PGR, con el argumento de que “no existen pruebas de que el personal militar haya efectuado tales ilícitos (desaparición forzada), por lo que … no se infringió la disciplina militar y la ley. Sin embargo, de dichas conductas ilícitas es muy probable que se encuentren involucradas personas que se dedican a actividades del narcotráfico”.
Una versión insostenible
El Estado mexicano repite la misma versión ante el tribunal regional, aunque en 2014 la entonces Unidad Especializada de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UEBPD) de la PGR, consignó ante un juzgado de distrito una averiguación previa solicitando un orden de aprehensión contra el coronel Élfego José Luján Ruiz –comandante del 35 Batallón de Infantería cuando ocurrieron los hechos–, a quien los familiares ubican como principal responsable de las desapariciones (Proceso 1747, 1809 y 1842).
El mismo día en que la UEBPD solicitó enjuiciar a Luján por “autoría mediata del delito de desaparición forzada”, en el juzgado séptimo de Distrito, con residencia en Ciudad Juárez, se rechazó la orden de aprehensión.
En su escrito de remisión a la Corte, en noviembre de 2016, la CIDH advirtió que la sentencia del juez séptimo la emitió en menos de 24 horas, pese a que el expediente presentado comprendía “más de once mil fojas, compuesto por XXII tomos y X anexos”.
El 27 de junio de 2014, en el Cuarto Tribunal Unitario del Décimo Séptimo Distrito, se confirmó el sentido de la sentencia, pese a que en la apelación el agente del Ministerio Público de la federación que llevaba el caso, Víctor Cruz Martínez, advirtió fallas tan obvias como que el juez séptimo cambió el nombre de las víctimas: nombró Mitzy a Nitza Paola. 
Este semanario tuvo acceso al pliego de consignación y a la apelación, que integraron declaraciones ministeriales de militares, entre ellos el mismo inculpado, así como el general Pedro Lohmann Iturburu, quien fue comandante de destacamento de Palomas, en la frontera de Chihuahua con Estados Unidos.
La hermana de Nitza Paola, María de Jesús Alvarado Espinoza, identifica a Lohmann como un personaje que, durante los primeros días de búsqueda de sus familiares, ingresó con ella y su abogada, Luz Estela Castro, del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm), a las instalaciones del 35 Batallón de Infantería, y después al depósito donde se encontraba el vehículo del que Nitza y José Ángel fueron sacados por la fuerza por los militares.
En la audiencia, María de Jesús narró que Lohmann entrevistó delante de ellas a varios soldados, y que uno de ellos, Manuel Gutiérrez, reconoció el vehículo asegurado por elementos del 35 Batallón. 
Después de ese encuentro, recordó Alvarado Espinoza en la Corte, no volvió a tener contacto con Lohmann, quien fue removido de su cargo.
En la negativa de la orden de aprehensión, se da validez plena a la comparecencia ministerial del 18 de junio de 2013 de Lohmann, quien se plegó a la versión oficial, señalado que “recibió la orden del comandante de la XI Región Militar” de investigar el caso, recabando información de familiares y vecinos por lo que, expuso, “no es posible que la detención la hayan realizado los militares y supone que fue la delincuencia organizada porque los civiles vendían drogas”.
Al respecto el agente ministerial reprocha que “el juez de distrito se base en un informe de investigación realizado por un elemento militar, al cual no se le puede conceder valor probatorio, pues si bien constituye un indicio, ese no está corroborado por otros elementos de prueba, pues la investigación realizada por el mismo, no puede sustituir las facultades persecutorias del Ministerio Público y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para investigar, pues no existe ningún fundamento para que el general Jens (sic) Pedro Lohmann Iturburu concluyera que no había responsabilidad de los elementos militares, pues en su caso esas facultades correspondía a la Procuraduría de Justicia Militar, o bien a un órgano de la Secretaría de la Defensa Nacional con facultades suficientes y establecidas en la normatividad”.
El grupo de Los Bélicos
En el pliego de consignación, el agente ministerial había considerado la declaración de Lohmann como parte de la estrategia de encubrimiento vinculada a la desaparición forzada.
En la consignación, el agente ministerial integró declaraciones del proceso que se siguió al coronel Luján Ruiz, primero en el fuero militar y después en el civil, por su participación en grado de encubrimiento en el asesinato e inhumación de dos desertores del Ejército.
Dicho caso fue iniciado en febrero de 2010 en el fuero militar, meses después de la desaparición de los Alvarado.
En la apelación, el agente ministerial destaca que de los testimonios militares se pudo advertir que Luján controlaba “un grupo intramuros (al interior de ese Batallón) denominado Los Bélicos, los cuales tenían como práctica común realizar entre otros, los actos delictivos siguientes: allanamientos a lo que ellos llamaban detenciones; robo de vehículos particulares, mismos que denominaban asegurados, los cuales pintaban de color verde militar con números de identificación apócrifos, que en ocasiones se quedaban en el tren de transportes del Batallón”.
Dicho grupo sería responsable también de “robo de pertenencias a los detenidos, homicidios, apropiación indebida de animales, armas, droga y vehículos, tortura, ejecuciones sumarias, incineración de vehículos utilizados, detenciones ilegales y ocultamiento de cadáveres mediante inhumación ilícita”.
Ese contexto, sumado a declaraciones de quien fuera el chofer de Luján, el sargento primero conductor Alberto Hernández de la Cruz, rendidas el 5 de febrero de 2010 ante el agente del Ministerio Público militar, entre otras, serían elementos suficientes para considerar la responsabilidad de Luján en la desaparición de los Alvarado.
En su declaración, Hernández de la Cruz, da una larga lista de robos de vehículos y detenciones ilegales, ordenadas por Luján al personal militar, y advierte que en el ejido Benito Juárez “se detuvo a una mujer inválida y a un hombre” por “personal militar que portaba uniforme con camuflaje de desierto y de selva, lo que provocó que el 35 Batallón y el 20 Regimiento de Caballería Motorizada (Ciudad Juárez) fueran intervenidos por el comandante de la guarnición militar de Palomas, Chihuahua, para indagar sobre el paradero de citados civiles”.
La mención es relevante: Nitza Paola padecía una parálisis de la mitad de su cuerpo, lo que se apegaría a la descripción del militar.
Hernández de la Cruz continuó narrando que el 13 de enero Luján, quien estaba en Parral, recibió instrucciones de presentarse en el 35 Batallón, a donde llegaría personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de la V Zona Militar, así como Lohmann.
“Mientras viajaba de regreso al Batallón, el coronel Luján Ruiz recibió una llamada telefónica en uno de los cuatro teléfonos celulares que portaba, escuchando que lo alertaban sobre la presencia del comandante de la Guarnición de Palomas, percatándome que el coronel Luján Ruiz, con notoria preocupación preguntó: ‘¿y qué sabes de la basura que les ordené que sacaran?, ¿ya la tiraron?’, escuchando que le decían que sí”, según el documento consultado por Proceso.
En la apelación, el agente del Ministerio Público consideraba que el coronel Luján “no sólo tenía conocimiento de los actos delictivos que cometían los integrantes del grupo delictivo Los Bélicos, sino que participaba activamente en los mismos, con base y en claro aprovechamiento del puesto de mando que ocupaba en la escala jerárquica militar, de ahí que la conducta ahora atribuida (de­saparición forzada) sería sólo una mínima parte de los hechos que le son imputables”.
El libreto oficial 
A partir de la negación de la orden de aprehensión, la investigación se estancó, tanto que fue en la audiencia de la Corte Interamericana donde los familiares de las víctimas conocieron a Mariana Colín Ayala, agente ministerial a la que le fue asignado el caso Alvarado a partir del 17 de noviembre de 2016.
Más allá de la numeralia presentada por la funcionaria en la audiencia (mil 300 diligencias, 172 declaraciones ministeriales 474 solicitudes de información, 30 inspecciones ministeriales y 13 diligencias de prospección de búsqueda sin vida), lo que dejó claro en su intervención fue su apego al libreto de validación de la versión oficial sobre la imposibilidad de que miembros del 35 Batallón hayan participado en la detención y posterior desaparición de Nitza Paola, Rocío Irene y José Ángel Alvarado.
A los cuestionamientos de los jueces Patricio Pazmiño, Elizabeth Odio Benito y Ruth Fierro Pineda, coordinadora del Cedehm, la funcionaria insistió en que representantes de la delegación de la PGR en Chihuahua, así como de la entonces Procuraduría General de Justicia de la entidad, durante los primeros días aseguraron a los familiares que los jóvenes habían sido detenidos por militares y que estaban en el 35 Batallón; en posteriores declaraciones se retractó, al igual que algunos militares que también habían confirmado la responsabilidad de Luján.
La agente ministerial se enredó cuando Fierro y el juez Pazmiño le pidieron explicaciones a su aseveración de que los funcionarios sólo habían “orientado a los familiares a ir a preguntar al 35 Batallón de Infantería y no afirmado que estuvieran ahí”, cuando se sabe que una detención en una instalación militar es ilegal.
Puntualizó que la hipótesis de que los autores de la desaparición habrían sido delincuentes vestidos de militares, se fundamenta en datos proporcionados por el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia que identifica como un “modus operandi para evadirse de la justicia”.
“¿Los delincuentes andan en las calles vestidos de militares, con vehículos y armados? Y las autoridades, ¿dónde están?”, interrogó Pazmiño; y Odio Benito atizó: “¿Cómo distinguir un uniforme real de uno apócrifo?”, al referirse al contexto de fuerte presencia militar en el estado, producto del Operativo Conjunto Chihuahua en el que se dieron los hechos. La funcionaria no respondió a los cuestionamientos.
En la etapa de alegatos, Pazmiño advirtió que la hipótesis para deslindar a los militares de los hechos que se les imputan tendría que estar sostenida en un alto número de decomisos y consignaciones, lo que puso nerviosos a los integrantes de la representación mexicana.
Con datos oficiales integrados en la respuesta del Estado a la Corte Interamericana, Pazmiño exhibió que de 2006 a diciembre de 2017, en el municipio de Buenaventura, donde desaparecieron los Alvarado, “sólo se registró una persona puesta a disposición”, a lo que un representante del Estado se aprestó a decir: “Sí, pero con cuatro uniformes, dos gorras y cartuchos calibre 38”. 
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