En Mocorito, Sinaloa, ayer se registró otro episodios de violencia armada, pero ahora escenificado entre elementos de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano.
Riña entre elementos de la Guardia Nacional y el Ejército
El tiroteo entre soldados se dio como resultado de una riña entre elementos de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano (…parece que los mismos ya no son los mismos) y dejó como saldo un herido por arma de fuego que fue llevado al hospital.
Hasta el momento, no se han dado a conocer detalles oficiales (…nis e darán,es harto penoso) sobre las causas o las circunstancias exactas del altercado, pero la información disponible confirma que el enfrentamiento fue entre miembros de ambas corporaciones federales, como cita el portal Los Noticeristas y otros medios en redes.

Y para que no quedara duda de que no fue un mero accidente, el presunto responsable se dio a la fuga, lo que provocó un operativo de búsqueda por parte de la misma Guardia Nacional y elementos militares destacados en la zona, que como se especula en redes,podrian estar sirviendo a bandos distintos, como trasexenalmente los han hecho
Asi lo evidenció SERGIO VILLARREAL alias El Grande en el juicio a García Luna en EE.UU,cita REFORMA:
“Con la ayuda del Gobierno, el Cártel (de Sinaloa) creció en territorio, en la cantidad de droga que movíamos y eliminar a nuestros enemigos. Nos compartía información sobre las investigaciones contra nuestra organización. Ofrecía información para que pudiéramos golpear a nuestros rivales. Fue una gran ayuda porque pudimos crecer y minimizar a nuestro rival. Crecimos en términos de territorio y cantidad de drogas y eliminando grupos rivales”, aseguró “El Grande” ayer ante una corte de Brooklyn.
Añadió que el cártel sobornaba también a militares, así como a autoridades estatales y municipales.
Las fuerzas del orden y el desorden
La participación de fuerzas del orden que provoca el desorden en un tiroteo, como el ocurrido entre un elemento de la Guardia Nacional y un militar en Mocorito, representa un ángulo especialmente preocupante y grave en el contexto de la seguridad pública mexicana.
Este tipo de incidentes no solo evidencia una fractura interna en las instituciones encargadas de garantizar la paz, sino que también erosiona la confianza ciudadana en quienes deberían ser garantes del orden y la legalidad.
El hecho de que el altercado haya surgido a partir de una discusión personal y derivara en el uso de armas de fuego, con un elemento herido y el agresor intentando darse a la fuga, exhibe la falta de protocolos efectivos para la resolución de conflictos internos y el manejo de tensiones entre corporaciones. La respuesta inmediata de las propias fuerzas para detener al responsable y la apertura de investigaciones son pasos obligados, pero insuficientes para reparar el daño a la percepción pública.
En un entorno donde la población ya vive bajo el asedio de la violencia entre grupos criminales, ver a las fuerzas del Estado protagonizando episodios armados entre sí solo profundiza el miedo y la desconfianza. La ciudadanía espera que los elementos de seguridad actúen con profesionalismo, coordinación y disciplina, no que trasladen sus disputas personales al espacio público y pongan en riesgo a terceros.
Este tipo de hechos, lejos de ser aislados, deben encender alertas sobre la necesidad de fortalecer los controles internos, la capacitación en manejo de conflictos, la supervisión efectiva del comportamiento de los elementos armados y alejarlos de las drogas.
La fractura en la cadena de mando y la falta de cohesión institucional pueden tener consecuencias fatales no solo para los involucrados, sino para la sociedad en su conjunto, que queda aún más vulnerable ante la criminalidad y la impunidad.
Con informacion: LOSNOTICIERISTAS/REDES

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