Para Alejandra Cuevas Morán, el presidente Andrés Manuel López Obrador, la exjefa de gobierno Claudia Sheinbaum, la fiscal general de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy; el presidente del Poder Judicial local, Rafael Guerra Álvarez, y otros funcionarios de la Ciudad de México fueron cómplices del fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, en la embestida que éste emprendió contra ella y su madre, Laura Morán Servín, para intentar responsabilizarlas de la muerte de su hermano Federico Gertz.
Ambas mujeres permanecieron durante dos años sujetas a proceso penal por el presunto homicidio doloso del hermano del fiscal; en el caso de Alejandra, ella los pasó recluida en el penal femenil de Santa Martha, y su madre, quien fue la pareja sentimental y vivió con Federico Gertz Manero durante 60 años, permaneció sujeta a arraigo
Federico Gertz falleció en 2015, luego de permanecer un mes en un hospital al que fue llevado por su propio hermano Alejandro y al que ningún miembro de la familia de Laura Morán tenía acceso.
Cuevas Morán con su familia. Foto: Eduardo Miranda
Sin embargo, para el fiscal Gertz, su cuñada y su hija fueron quienes ocasionaron la muerte del hombre de 83 años.
La aprehensión de Alejandra, su llegada y estancia en Santa Martha, así como las evidencias de que la acusación contra ella y su madre se trataba de una venganza del fiscal Gertz Manero, fueron registrados por Cuevas Morán en el libro recién publicado El Verdugo. El delito que inventó el Fiscal General de la República para cobrar una venganza personal.
En entrevista con Proceso, Alejandra Cuevas afirmó que desde el titular del Ejecutivo federal hasta los policías que la persiguieron y arrestaron aquel 16 de octubre de 2020 fueron cómplices de Gertz Manero en una estrategia por demás ilegal.
“Él (Alejandro Gertz) intentó en dos ocasiones culparnos de la muerte de Federico, y las dos ocasiones se le dijo que no puede haber acción penal porque no había manera de culparnos, pero una vez que se vuelve el fiscal general de la República maneja a todos a su gusto, maneja absolutamente a todos, desde Claudia Sheinbaum, Ernestina Godoy, Rafael Guerra, el magistrado Octavio Israel Ceballos Orozco (quien confirmó el auto de formal prisión que fue dictado), todos los que están implicados porque hay muchas personas implicadas en esto; Alejandro fue el maestro pero todos los demás fueron sus compinches, estuvieron de acuerdo en continuar con la farsa”, denunció.
“Hasta López Obrador (es cómplice) porque, cuando sucede todo esto, mis hijos fueron a gritar afuera de la Suprema Corte y el presidente los vio y les dijo: ‘Los estoy viendo, los estoy escuchando, ahorita una persona les va a pedir sus datos…’, efectivamente llegó la persona, les pidieron los datos y hasta el día de hoy, casi tres años después, nunca se comunicaron; entonces, todos son uno.
“También los policías (son culpables), que desde un coche que no es patrulla me detuvieron sin una orden de aprehensión, pese a que yo estaba amparada; la juez 67 penal que me dictó auto de formal prisión sin ver nada, sólo por las órdenes de este señor”.
En marzo de 2022 Alejandra Cuevas y su mamá fueron absueltas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de todos los cargos; su caso había llegado desde finales de 2021 al Máximo Tribunal a petición del propio Gertz Manero, quien intentó, sin éxito, ejercer presión sobre los ministros.
Actualmente, vive fuera del país y su mamá permanece en México bajo la convicción de que así tienen mayor protección contra una posible nueva revancha del fiscal Gertz Manero.
Al tratarse del hombre más poderoso del país, Alejandra Cuevas reconoció que no habrá abogado o autoridad mexicana que se atreva a buscar sancionarlo por las ilegalidades en las que incurrió contra ella y su mamá, por lo que, explicó, busca que por la vía internacional Gertz Manero sea reconocido públicamente como uno de los peores violadores de derechos humanos.
Dinero en juego
De acuerdo con Cuevas, durante los 60 años que su madre y Federico Gertz Manero estuvieron juntos, no se supo de los negocios que tenía éste con el titular de la FGR, pero el cambio del testamento repentino y el hallazgo de una cuenta exhibida en los Panama Papers abrieron la duda que hasta hoy se mantiene vigente: ¿el fiscal utilizaba a su hermano como prestanombres?
En su testamento, Federico Gertz legó a Laura Morán todos los objetos que acumularon durante 60 años de concubinato, el usufructo vitalicio de una casa y una pensión alimenticia por 50 mil pesos mensuales, que Alejandro Gertz, como albacea de la sucesión, debía pagarle a la viuda.
El fiscal cumplió con el pago de la pensión desde 2015 a 2020, a partir de la detención de Alejandra Cuevas dejó de pagar lo que, según el Código Civil vigente para la Ciudad de México, implicaría el incumplimiento de una obligación alimentaria, para el caso de que Alejandro Gertz Manero ya se hubiera adjudicado la herencia y tomara protesta del cargo de albacea.
Gertz Manero solicitó a las autoridades mantener bajo reserva los datos de su patrimonio, por lo que hasta el momento se desconoce si, de manera ilegal, el fiscal general abrió la sucesión de su hermano y despojó a su viuda.
Cuevas da cuenta en su libro que, vía de Juan Ramos López, recientemente fallecido, el fiscal requirió a su familia para que entreguen todos los objetos que conformaban el menaje de casa –y que Federico legó a Laura–; el dinero de la cuenta mancomunada que tenían y un papel en el que la viuda renunciaba a la pensión alimenticia que su concubino ordenó le fuera entregada, pese a que este es un derecho irrenunciable, todo, a cambio de liberar a su hija, lo que nunca ocurrió.
De esta manera, Alejandro Gertz Manero recibió de Laura Morán Servín un cheque por tres millones 550 mil pesos y 30 cajas llenas de los objetos que conformaban el menaje de casa, y que sumaban un valor superior al millón de dólares, según lo relatado por Cuevas Morán.
Alejandra comentó que ha buscado obligar a Gertz Manero a cumplir con la obligación alimentaria que tiene con su madre, con base en el testamento de su hermano Federico, pero también ha encontrado que ningún abogado se atreve a enfrentar al fiscal general.
“Parece que no hay nada que pueda detener al fiscal porque ahora estoy tratando de conseguir un abogado que me lleve la denuncia de lo que hizo y para obligarlo a que le devuelva la pensión a mi mamá, que es irrenunciable; no he podido conseguir un solo abogado, no existe uno sólo en México que tenga los pantalones de llevar el caso contra Alejandro. Tienen pavor”.
La mañana del 29 de agosto de 2015 Alejandro Gertz Manero sacó a su hermano Federico de la casa en la que vivió por 60 años con Laura y en la que el propio fiscal había instalado un cuarto de hospital con médicos que le respondían directamente a él para atender su salud.
Al día siguiente las chapas de la oficina que tenía Federico cerca de su casa, y a la que Laura tenía libre acceso, fueron cambiadas y ni la viuda ni su familia pudieron revisar qué clase de documentos guardaba el hermano del fiscal ahí.
Cuando Laura se quedó sin la pensión que Alejandro Gertz le pagaba, tuvo que cambiarse de casa e irse a la de su hija Alejandra, quien ya se encontraba presa en Santa Martha.
En la mudanza los hijos de Alejandra encontraron documentos relacionados con una cuenta bancaria a nombre de Federico Gertz en paraísos fiscales en la que supuestamente había ocho mil millones de dólares, de los cuales el beneficiario sería su hermano Alejandro, y que fueron retirados.
“Toda la vida de Federico se desenvolvió en la casa de mi mamá, entonces creo que (Alejandro) dudó sobre los papeles que podía tener mi mamá y que pudieran involucrarlo en cosas ilegales porque realmente Federico era el prestanombres de Alejandro, es lo único que se puede pensar de todo esto”, comentó Cuevas Morán.
“Nosotros nunca lo supimos, incluso cuando Federico cae enfermo empieza a desvariar y a hablar de cosas raras… A mí me dijo ‘soy muy rico y soy dueño de 100 empresas y me quieren secuestrar’ y yo dije ‘¿cuál rico?, ¿cuáles empresas?’, pensé que el señor estaba entrando en una etapa de senilidad, pero jamás me imaginé que podía haber algo de verdad en lo que me dijo, y ahora ni siquiera sabemos si mi mamá está metida en alguno de esos documentos porque se quedaron en la oficina de Federico”.
Traiciones familiares
Alejandra reconoció que la relación de su familia con Alejandro Gertz Manero era distante, pues pese a que Federico Gertz fue el único padre que ella y sus hermanos conocieron, el fiscal general de la República no convivía mucho con ellos.
“Federico hoy es como el papá que no tuvimos, es una buena persona y que quiere mucho a mi mamá, estaban juntos y pues la convivencia con él era como con el marido de mi mamá, lo invitábamos a comer o él nos invitaba a sus reuniones, eran relaciones totalmente sanas.
“En cambio, la que convivía con Alejandro era mi mamá porque era el hermano de su pareja, pero yo no lo invitaba a él o a sus hijas a mis reuniones, no había tal convivencia con él, coincidíamos cuando había algún cumpleaños importante de mi mamá o de Federico y obviamente lo invitaban y todos lo conocíamos así, como el hermano de Federico, la relación ahí era como la de cualquier familia, siempre fueron buenas, cordiales, hasta el giro inesperado que dio Alejandro contra mi mamá”, explicó.
En su libro, Cuevas Morán también contó que, como parte de su venganza, Gertz Manero logró que su hermana, sobrinas y los maridos de estas participaran de alguna manera contra ella y su mamá.
La fiscal Godoy. Foto: Montserrat López
“En la denuncia de Alejandro estábamos mi mamá, mi hermana y yo, pero mi hermana mágicamente desapareció cuando los esposos de sus hijas Regina y Fernanda (Fernando Díaz Castañares y Alfredo del Mazo, respectivamente) entran en contacto con él (Gertz) y a través de ellos hacen todas las extorsiones; los esposos son los que entran en relación con él y a través de ellos hacen todas las extorsiones”, detalló.
“Es una traición terrible y podríamos considerar que fue una ganancia de Gertz, pero creo que a la guerra se pueden ganar las batallas, pero no todas, y en este caso la guerra la ganamos nosotros, no me importa haber perdido esta batalla con mis hermanos y sobrinas, lo más importante es que yo estoy libre”.
Reconoció que lo más difícil de contar su historia en un libro fue retomar el diario que escribió dentro de la cárcel de Santa Martha, pues este registro le recordó todo lo que vivió en el penal para llegar a enseñanzas de perdón, búsqueda de justicia y lograr su libertad.
“Cuando leí todos mis cuadernos, porque yo no recordaba qué había escrito durante esos 528 días, pues yo esta experiencia siempre la vi como algo enriquecedor, pero cuando leí los cuadernos dije ¿de verdad me pasó eso?, ¿todo eso viví?, vi cuánto dolor pasé, porque todo el tiempo me preguntaba si volvería a enamorarme, a ver la luna o abrazar a mis hijos, ver a mis nietos casarse”, dijo.
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