Ayer domingo, al menos tres periodistas y defensores de derechos humanos en México denunciaron haber sido espiados con Pegasus, el software malicioso de la empresa Israelí NSO que se utiliza para intervenir los dispositivos inteligentes. Se trata de un programa sofisticado que se ha utilizado en contra de activistas y opositores del mundo entero, por lo que ha despertado nuevamente el interés por conocer cómo funciona.
¿Cómo funciona Pegasus?
De acuerdo con la empresa de ciberseguridad Kaspersky, Pegasus infecta a los smartphones con sistema operativo iOS, mientras que su "hermano", conocido como Chrysaor, ataca a aquellos con Android. Su propósito es recopilar la información almacenada en los smartphones, además de monitorear su actividad de manera constante.
LOS MUERTOS NO HABLAN:
"Hablamos de vigilancia total", indica Kaspersky, y es que Pegasus instala los módulos necesarios para leer los mensajes y correos electrónicos del usuario, escuchar sus audios y llamadas, tomar capturas de pantalla, consultar al historial del navegador, entre muchos otros. Incluso es capaz de acceder al contenido encriptado.
De igual modo, es llamativa su capacidad para mantenerse oculto, pues este malware está programado para autodestruirse si pierde la comunicación con su servidor durante un perido prolongado, o bien si detecta que se instaló en un dispositivo equivocado.
Quien es el temible Pegasus
Pegasus es un "kit de herramientas que se vende a los estados nación" cuyo costo llegaría a los millones de dólares. Debido a que el ciberespionaje patrocinado por los estados nación es un esfuerzo con muchos recursos, sus objetivos cuentan con muy pocas probabilidades de no infectarse.
Según Animal Político y Proceso, el espionaje se realizó con una versión más agresiva de Pegasus, donde la víctima recibe una liga con el llamado "malware" y ya no es necesario que siquiera dé click para que esté infectado.
De acuerdo con el colectivo que publica las denuncias, la compañía israelí NSO, propietaria de Pegasus, sólo vende este servicio a gobiernos, y tras la filtración masiva de documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional la semana pasada, fue posible ligar a la Sedena a través de contratos con compañías autorizadas a comercializar el Pegasus en México.
Se espera que víctimas y colectivos formalicen su denuncia este lunes al medio día.
En su nota sobre el tema, Animal Político recuerda que entre 2016 y 2017, dentro del sexenio de Enrique Peña Nieto, la Sedena, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), además de la Agencia de Investigación Criminal utilizaron Pegasus para espiar a activistas y defensores de derechos humanos, según se hizo público por diversas investigaciones; a la fecha, la denuncia y posterior investigación no ha avanzado.
Y en su nota sobre el tema, el semanario Proceso recuerda que dos semanas después de su toma de protesta, el presidente Andrés Manuel López Obrador había asegurado que su equipo no realizaría espionaje ilegal con este u otro spyware, y declaró que "ya pueden ustedes hablar tranquilamente por teléfono".
Además, en agosto de 2021 negó cualquier vínculo con empresas de tecnología que vendieran este tipo de software, tales como NSO, creadora de Pegasus, y en enero de este año, el mandatario reiteró que no se realizaba espionaje; dijo que "ya no existe el estado mayor presidencial, ya eso ya cambió".
Animal Político y Ricardo Raphael, víctimas de Pegasus
La investigación relaciona las fechas del hackeo a Raphael con la redacción de su libro "Hijo de la Guerra", basada en entrevistas sobre el grupo de narcotráfico Los Zetas, en tanto que el ataque al reportero de Animal Político se extiende a todo el portal, según su director Daniel Moreno.
“Solo revisando el caso de este periodista, puedo decir que únicamente en Whatsapp estaba en más de 25 chats donde está todo el staff de Animal Político. En este caso no es solamente el espionaje a un reportero, sino a todo el personal Animal Político; ellos tuvieron acceso a toda la información de todo lo que estábamos haciendo durante un año”, declara Moreno.
La tercera de las víctimas es Raymundo Ramos, a quien atacaron el 28 de agosto, el 2 y el 3 de septiembre. Animal Político apunta que "Apenas cuatro días antes del primer ataque, el periódico El Universal reveló que, tras un enfrentamiento con presuntos integrantes del crimen organizado el 3 de julio de 2020, militares ordenaron matar a un sobreviviente, y puso en evidencia que en el actual gobierno las Fuerzas Armadas continuaban cometiendo violaciones a derechos humanos, pese al discurso contrario del presidente López Obrador.
"El Comité Estatal de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CEDHNL) continuó documentando ese caso a raíz de las quejas interpuestas en contra de los militares por parte de familiares de los civiles asesinados, quienes se presume eran víctimas de secuestro. Por ello es que Ramos participó en las denuncias públicas en medios de comunicación y tuvo reuniones con funcionarios de la Secretaría de Gobernación, en la Oficina del Alto Comisionado de la ONU", apunta Animal.
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