Dueño absoluto del PAN en Tamaulipas: Cancha, balón y conciencia de los árbitros, Francisco Javier no quiere dejar ir una sola.
Servirse con la cuchara grande es la identificación de la casa y así lo presumen los azules. A partir del dos de octubre, cuando haya dejado la chambita en Palacio, se convertirá en consejero estatal y nacional del PAN ¿futurismo?. Evidente, como si buscara otro fuero.
Junto con su grupo se quieren llevar hasta la morralla: También serán consejeros Gerardo Peña Flores y Francisco Garza de Coss, Imelda Sanmiguel, “El Arabe” Nader (alcalde jaibo) y otros del mismo establo.
Aparte de las consejerías se quedan con toda la estructura panista en los 30 municipios en que tienen presencia. Sacaron a quienes pensaron que en el partido había democracia.
El “autodedazo” ya está: Por Reynosa serán consejeros el propio Cabeza y Danya Silvia Aguilar Orozco; Nuevo Laredo, Francisco Garza de Coss e Imelda Sanmiguel Sánchez; Río Bravo, Gerardo Peña Flores y Cristina Pérez Silva (hay que aclarar que según los estatutos azules, alguien de la frontera puede ser consejero propuesto por Miquihuana).
Matamoros: César Rendón García y Elizabeth Guzmán Vázquez.
Tampico: Jesús Nader y Doris Hernández Ochoa, ex diputada y que ahora nos hace competencia en la pluma .
Todo para el vencedor. Este 17 de septiembre fueron “palomeados” por la Comisión Operativa Electoral ¿por instrucciones de quién? Del mismo Palacio.
No son muchos, diez consejeros nacionales del mismo establo.
Los estatales son 40 en que también van Los Panchos, propuestos por la delegación panista de Reynosa, para hacer un total de once pro ese municipio.
Por Tampico lidera “El Arabe” Nader Nasrallah, además de Hugo Angel Cabrera Olvera, Rolando César Ramírez, Mario José Ramírez Rojas, Luis Franco Sosa, Doris Hernández, Lizbeth García Aldape, Diana Cristel Hernández, Fabiola del Rocío Chow y Concepción Ferrétiz Flores.
Igual Peña Flores, todavía Secretario General de Gobierno, propuesto por Río Bravo.
Como que el jefe de la orquesta no le tiene mucha confianza a sus súbditos y quiere estar ahí por si alguien desentona la música, para corregir. Si la Ley lo permitiera sería diputado local por dos años para observar que las instrucciones se cumplen al pie de la letra.
Lo anterior confirma el rumor de que Francisco Javier buscará llegar otra vez al Senado en el 24´ para buscar la protección del fuero. Para ello necesita el control del partido en Tamaulipas, a donde ya mandó a un cachorrillo muy obediente.
Y la pregunta que cualquier analista haría ante tantos nombres que se generan ¿y el hermano Ismael?. Aun con ser consanguíneo habría perdido la confianza luego de perder –elección de Gobernador- los municipios que se le encargaron. Nada tiene que hacer frente al “nanito” que quiere su espacio.
Por los comités municipales dejaron fuera por cualquier pretexto a quienes la jugaron por la libre, como María Cruz Moreno Agundis, en Matamoros; Claudia Chapa Martínez, Río Bravo y Luz del Carmen Hernández González, Jaumave.
En otros municipios van dos planillas, pero son “de los mesmos”.
Dejan en el camino (los cabecistas) heridos que, en un momento dado, se pueden levantar y darles el “tiro en la frente” como dice el corrido.
¿Como quiénes? Dejan insatisfecho a un Arturo Soto Alemán, ninguneado ya desde que quiso ser candidato a diputado federal (en lugar de Almaraz Smer), que seguramente no se quedará con los brazos cruzados. No lo quisieron hacer consejero nacional.
Cabeza y Peña no supieron “campechanear” la lista de consejeros y líderes locales, conceder o repartir, “salpicar” como se dice en lenguaje llano.
Dejaron fuera también a Luis Vanoye Carmona, con 35 años de talacha en el CDE y seguramente el más experimentado del partido; a María Elena Figueroa Smith, que en otros tiempos fue de las confianza “del ciudadano”, tanto como para postularla por el Senado (y perdió); Javier Mota Vázquez, Alfredo Vanzzini Aguiñaga, Humberto Barrientos Barrón, Issis Cantú Manzano y Maricela Patiño Loya, entre otros a quienes no dejaron ni asomarse a las consejerías nacionales.
Es en Victoria donde la lucha es “cuerpo a cuerpo” por el CDM y en que habrá gente con lesiones “que tardan más de un sexenio en sanar”.
Participan en la línea de fuego Juan Manuel Gómez Castillo, ex regidor al que a mitad de sexenio le negaron la chambita de hasta policía que estaba dispuesto a desempeñar; Alfredo Vanzzini, a quien dieron probar algunas semanas las mieles de diputado y lo abandonaron, y Alvaro Humberto Barrientos, “suertudo” durante todo el fallido sexenio.
Alguien decía que son gente que ya no tendrá donde cobrar a partir del uno de octubre. Por ejemplo integrantes de la planilla de Barrientos como Maricela Ramos Salazar, Manglio Murillo Sánchez, Guillermina Perales, el propio Mota Vázquez y otros que van en el grupo de Vanzzini, como Samira Guerrero, Rubén Trejo Torres y Abraham Benítez.
En el camino ya “sembraron” enemigos como José Julián Sacramento, a quien no quisieron enfrentar en las urnas, y Miguel Pérez Alvarez, rechazado también en sus aspiraciones a la dirigencia estatal por causas infantiles.
Aun cuando la “mano negra del cabecista” estará detrás del PAN, el futuro no es nada promisorio. De imponer ellos candidatos al senado, diputados federales y locales, y alcaldes, la Ley de las probabilidades dice que muy apenas podrían colocar a un plurinominal y una docena de regidores de minoría
Como ya no tendrán la caja de las galletas en la mano, no habrá los 500 pesillos por voto, o más por aquello de la creciente inflación.
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