Ante los ataques contra sacerdotes, el Obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, pidió a los párrocos que cuando viajen utilicen una identificación como un crucifijo en el pecho, para evitar ser agredidos por integrantes de la delincuencia en Guerrero.
El prelado hizo la recomendación el sábado de manera pública en la plaza central Primer Congreso de Anáhuac durante una misa por la paz luego que el jueves en Chilapa, Felipe Vélez, sacerdote de Iguala, fue herido a balazos cuando viajaba en su automóvil.
"Siempre es mejor prevenir, yo recomendaré que siempre que salgan (los sacerdotes) usen los levanta cuellos, la cruz en el pecho o algún elemento religioso, incluso un auto rotulado", comentó González Hernández.
"Si nos confunden que nos confundan, porque ya la traen pero que no nos vayan a confundir por equivocación", les dijo a los sacerdotes quienes estaban sentados en el presidium.
Según González Hernández, el estado de salud de Vélez es estable, pero por lo delicado de sus heridas tuvo que ser trasladado a un hospital de Cuernavaca, en Morelos.
La Fiscalía General del Estado de Guerrero reconoció que aún no tiene identificados a los agresores del cura, quien recibió un balazo en el pómulo derecho.
El prelado comentó que la Fiscalía sigue sin informar en qué va el caso del atentado contra el sacerdote.
Sobre la violencia, opinó que en todo México es difícil la situación, pero como Iglesia católica siempre trabajan a favor de la paz, por lo que hizo un llamado al diálogo y la participación de todos los actores sociales.
"Si el gobierno quiere resolver todo solo es complicado, la iglesia tampoco puede sola y mucho menos la sociedad, por eso tenemos que trabajar en equipo", comentó.
El Obispo insistió que el Gobierno debe de dialogar con los grupos de la delincuencia para lograr la pacificación en Guerrero.
Antes de la misa, 100 feligreses católicos marcharon de la Alameda Granados Maldonado a la Plaza Cívica de Chilpancingo.
Durante el recorrido, los manifestantes, vestidos de blanco, rezaron y portaron carteles en los que pidieron paz y un alto a la violencia.
En la marcha se vio a personas con gallardetes con la imagen de un familiar desaparecido o asesinado en Guerrero.
Cierran Jornada por la Paz
En Acapulco, el sacerdote Salvador Cisneros dijo que las autoridades que no tienen empatía con los familiares de los asesinados y desaparecidos no deben ser servidores públicos.
Cisneros ofició una misa en Acapulco por el cierre de la Jornada Nacional por la Pazque convocaron las autoridades eclesiásticas hace una semana.
En la homilía en la Iglesia Cristo Rey, ubicada en la Avenida Universidad en Acapulco, estuvieron integrantes del Colectivo en Busca de sus Desaparecidos.
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