De acuerdo con un análisis de las encuestas levantadas en mayo, Morena ha perdido la ventaja. Arrancó el año como favorito en 11 de las 15 entidades que elegirán mandatario, pero ahora mantiene la condición de puntero en sólo cinco de esos estados: Baja California, Zacatecas, Tlaxcala, Colima y Nayarit.
Por su parte, los candidatos opositores encabezan las preferencias en cinco entidades: Baja California Sur, Nuevo León, Querétaro, Campeche y San Luis Potosí.
Mientras que oficialistas y opositores disputan el triunfo nariz con nariz en cinco más: Chihuahua, Sonora, Michoacán, Guerrero y Sinaloa.
En la evolución de las cifras puede ponderarse que, mientras la intención de voto por Morena ha descrito una trayectoria descendente a lo largo de las campañas, los opositores han tenido un recorrido a la alza.
De modo que a los partidos afines al presidente les urge que llegue el cierre de campaña, pues entre más transcurra el tiempo más pueden caer sus candidatos. En especial en un contexto de desprendimientos y encono por una cuestionada selección de candidatos.
Pero también por la “expansión de onda” de efectos adversos derivados de errores como, entre otros, el de David Monreal, candidato de Morena al gobierno de Zacatecas, quien manoseó en público a una correligionaria, lo que le costó entre 6 y 10 puntos de arranque.
El efecto Sonora es otro de los heraldos negros para el oficialismo: la declinación de Ricardo Bours, candidato de MC, a favor del candidato aliancista Ernesto Gándara, es un mal precedente para Morena y sus aliados. Salvo en Baja California, donde la intención de voto por la candidata de Morena (Marina del Pilar Ávila) está muy consolidada, el desenlace electoral para el obradorismo en el resto de los estados es incierto.
Ernesto Gándara se acerca al primer lugar en Sonora. Foto: Facebook.
DE LA OPOSICIÓN
Los opositores han conseguido consolidar la intención de voto a su favor en Baja California Sur, Querétaro, Nuevo León, Campeche y San Luis Potosí.
En Baja California Sur, Francisco Pelayo (PAN-PRI-PRD-PHBCS-RS) es ubicado en rangos de entre 45 y 50%, muy lejos de Víctor Manuel Castro (Morena-PT), que ronda 30% de intención de voto.
Querétaro también presenta preferencias electorales definidas, en las que Mauricio Kuri (PAN) aventaja con hasta el 50% de intención de voto; mientras que Celia Maya (Morena), por más que ha crecido, está muy atrás con alrededor del 25%.
Las grandes sorpresas de la contienda son Nuevo León y Campeche. En el estado del norte la mayoría de las encuestas colocan al aliancista Adrián de la Garza (PRI-PRD) y Samuel García (MC) en un empate técnico, dentro del espectro del 25 al 30% de las preferencias electorales para cada cual.
Les sigue, casi 10 puntos abajo, el panista Fernando Larrazábal (PAN), con una posición del 16 al 20%. Con una intención de voto sorprendentemente semejante se encuentra la morenista Clara Luz Flores, quien ha caído luego de varios escándalos políticos.
En Campeche ocurre algo parecido: la mayoría de las encuestas coinciden en ubicar dentro de un empate técnico a Christian Castro Bello (PAN-PRI-PRD) y a Eliseo Fernández (MC), dentro del rango de 30 a 35% de las preferencias electorales. Todavía hay algunos estudios de opinión que ponen a Layda Sansores (Morena-PT) rondando el 25% de la intención de voto, pero dentro de una franca tendencia a la baja.
Y en San Luis Potosí el aliancista Octavio Pedroza (PAN-PRI-PRD-CP) se ha despegado al fin de Ricardo Gallardo (PVEM-PT), a una sorprendente velocidad. Pedroza ha alcanzado una posición sólida entre el 36 y 39%, mientras que Gallardo se instala dentro de un amplio margen que va del 30 al 35%.
En tanto, Mónica Rangel (Morena) se ha movido apenas entre el 18 y el 22%. Cabe señalar que en SLP la multiplicación de partidos obradoristas adicionales a Morena han tenido el efecto de dispersar el voto de esa orientación.
Kuri luce tranquilo en Querétaro. Foto: Facebook.
CABALLO QUE ALCANZA...
En Chihuahua, Sonora, Michoacán, Guerrero y Sinaloa la carrera se ha cerrado rumbo a la última vuelta.
En Chihuahua, María Eugenia Campos (PAN-PRD) tiene todavía un nivel alto de preferencias, que van del 36 al 40%. Sin embargo ha sido mermada por su implicación en el escándalo de “la nómina secreta de César Duarte”. En tanto, el morenista Juan Carlos Loera ya rasguña un margen que va del 34% al 37% de la intención de voto. Están empatados, pues.
Guerrero y Michoacán se han convertido en plazas emblemáticas en esta elección por la suspensión de las candidaturas de los morenistas, sanciones de la autoridad electoral por violar la legislación. El desgaste derivado de esos procesos ha impactado en las preferencias.
En Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla (Morena) se ubica en un rango de entre 38 y 40% de la intención de voto, mientras que Carlos Herrera Tello (PAN-PRI-PRD) se ha desplazado al 37% de las preferencias.
Y en Guerrero, Evelyn “La Torita” Salgado (Morena) mantiene un 34% de la intención de voto, luego de que su padre, Félix Salgado Macedonio, que tiene cinco acusaciones por ataques sexuales, saliera de la contienda con más de 40% de preferencias. Por cierto que en Acapulco y Chilpancingo aún no se ve propaganda de “La Torita”.
Mientras tanto, el aliancista Mario Moreno Arcos (PRI-PRD) se desplaza al rango de entre 30% y 35%, pero viene desde 25-27%, de modo que tiene una tendencia ascendente. Lo que no se sabe es qué tanto le convenga ganar en condiciones de empate.
En Sinaloa, Rubén Rocha Moya (Morena) se ubica en una posición de 36 a 40% de las preferencias, mientras que Mario Zamora Gastélum (PAN-PRI-PRD) ha llegado ya al margen de 34 a 36%, lo que lo aproxima al empate técnico. En esta entidad se repite el fenómeno: el abanderado del oficialismo baja, al tiempo que el aliancista crece.
Y está Sonora, donde el candidato obradorista Alfonso Durazo Montaño se venía moviendo en una cómoda posición de entre 40 y 45% de la intención de voto; mientras que su principal competidor, Ernesto “El Borrego” Gándara (PAN-PRI-PRD) lo seguía de cerca con un rango de entre 37 y 40% de las preferencias.
La declinación de Ricardo Bours (MC) pone servido el empate y en algunos casos lo coloca de puntero. Las distintas encuestas ubicaban a Bours dentro de un margen amplio que va del 5 al 13% de las preferencias.
Marina del Pilar marcha primera en Baja California. Foto: Cuartoscuro.com.
VENTAJA OBRADORISTA
El verdadero bastión de Morena es Baja California, donde Marina del Pilar Ávila (Morena-PT-PVEM) capta entre el 40 y 43% de las preferencias electorales; y es seguida de lejos por Guadalaupe Jones (PAN-PRI-PRD), casi 10 puntos detrás.
Está después Colima, donde Indira Vizcaíno (Morena-Panal) mantiene una ventaja de nueve puntos, con 37% de las preferencias, sobre la priísta Mely Romero Celis, que ha llegado a cosechar el 28% de intención de voto.
En Zacatecas, David Monreal (Morena-PT-PVEM-Panal) cayó entre 6 y 10 puntos por manosear a su compañera de partido en público, pero conserva la ventaja que va del 43 al 46%, mientras que la aliancista Claudia Mota ha alcanzado ya el 39% le la intención de voto.
En Nayarit, Miguel Ángel Navarro (Morena-PT-PVEM-PANAL) tiene una posición cómoda de 40%, ocho puntos arriba de Gloria Núñez (PAN-PRI-PRD), que no ha rebasado el 32% de la intención de voto.
Y en Tlaxcala, Lorena Cuéllar (Morena-PT-PVEM-PES-PANAL) se mantiene con el 44% de las preferencias. Y aunque Anabell Ávalos (PAN-PRI-PRD-PS-PAC) rompió el límite de 37%, aún no alcanza a la morenista.
EL FANTASMA DE SONORA
A pesar de que sólo un tercio parece aún indefinido, nadie se confía ni nadie se detiene. En especial en Morena, después de la declinación de Ricardo Bours en Sonora, que se pronunció a favor del aliancista Ernesto Gándara.
Y es que desde el martes, se cierne el fantasma de Sonora sobre las plazas donde Morena conserva ventaja. Si algún otro emecista decidiera declinar en favor de los aliancistas, en el territorio oficialista se encenderían las alarmas.
Serían especialmente peligrosos en aquellos estados donde los naranjas han alcanzado un alto porcentaje de intención de voto y sus votos darían fácilmente el gane a los aliancistas.
Como en Colima, donde Leoncio Morán tiene 17%; Michoacán, donde Mercedes Calderón (MC) llega a 15%, o Nayarit, con Ignacio Flores (MC) y su 14%.
Pero también hay estados donde los aliancistas requieren menos para el triunfo y los emecistas lo tienen.
Por ejemplo, en Zacatecas la aliancista Claudia Mota requiere cinco o seis puntos para imponerse sobre David Monreal, y la emecista Ana María Romo podría darle 9.
En Tlaxcala, la priísta Anabell Ávalos está a sólo siete puntos de la morenista Lorena Cuéllar. Eréndira Jiménes (MC) tiene más que eso; casi 10 puntos.
En Sinaloa, el aliancista Mario Zamora requiere de pocos puntos para alcanzar a Morena, y el emecista Sergio Torres (MC) tiene nueve.
En Guerrero, el aliancista Mario Moreno Arcos requiere apenas de entre tres y cinco puntos para rebasar a “La Torita”. Pero no requiere de MC.
O al menos no necesariamente, porque desde el inicio de la campaña se anunció que hacia el cierre del proceso, la panista Irma Lilia Garzón declinaría a favor de la alianza. Y ella trae por ahora 11% de las preferencias electorales.
Fuente.-@emeequis/
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