Las carpetas de investigación y las encuestas de victimización, las dos principales vías para medir la incidencia delictiva en México, tienen limitantes que afectan su confiabilidad y, por tanto, el diseño de estrategias de seguridad.
Actualmente sólo el 6.8% de los delitos cometidos en el país generan estadísticas criminales. Es urgente mejorar la calidad de estos datos, pero también es factible complementarlos con dos fuentes de información adicionales: las llamadas de emergencia y los reportes policiales.
El objetivo de este trabajo es visibilizar el potencial que tienen estas fuentes para medir el fenómeno criminal, y plantear una hoja de ruta sobre los cambios normativos y administrativos necesarios para comenzar a construir una alternativa de medición.
Avanzar por este camino implica, entre otros pasos, la homologación del catálogo de estadísticas criminales del 911 y los reportes policiales, de suerte que resulten compatibles mediante un número único de identificación, y la creación de Unidades de Análisis de la Información en los Centros de Atención de Llamadas de Emergencia y las policías.
La insuficiencia actual: descripción gráfica
Este documento fue posible gracias al apoyo del Programa para el Fortalecimiento del Estado de derecho en México de la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ). También queremos agradecer las detalladas revisiones al manuscrito de Miguel Garza, Bernardo León, David Pérez Esparza y Juan Salgado.
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