Cristian Marcelino Trinidad, era un joven de 22 años que luchaba contra el COVID-19. Tras días de haber reportado su desaparición, la familia recibe la noticia de que fue encontrado sin vida en Naucalpan, luego de que se tuviera el reporte de que la última vez que se le vio fue cuando unos policías lo subieron a una patrulla de manera arbitraria en Toluca.
“Es hora de que vueles como lo que eres, un ángel; es hora de que tu alma descanse. Nunca podré entender por qué las cosas pasaron así y me resisto a creer que ya no estás conmigo.... te amo hijo y hoy te llevas todo de mi, menos mis ganas de hacer justicia, esa la tengo más presente. No te merecías esto...”, esas fueron las palabras de su madre.
La familia informó que el cuerpo de Cristian fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) del municipio de Naucalpan.
Para despedirlo, sus seres queridos prepararon un recorrido por las calles donde este joven corrió por horas soñando con ser un gran deportista y donde hizo una enorme sacrificio para lograr ser enfermero.
Cristian salió de su casa para comer uno de sus antojitos favoritos en un puesto de comida de su colonia, al día siguiente estaría acompañado de su familia para celebrar su cumpleaños, ¿quién imaginaría que su vida le sería arrebatada llevando una vida tan tranquila?
Su familia lo recuerda como un joven muy reservado que no iba a fiestas, estaba de un hospital a otro y de ahí a su casa. Su sueño es comprar un auto para viajar libre.
Fue visto por última vez entre las 21:00 y 22:00 horas del 17 de julio de este año a dos cuadras de su domicilio en la calle Laguna de las Palomas, en la colonia Nueva Oxtotitlán, en Toluca.
Lo último que supo la familia es que mandaría un Uber a su novia. Después de varias horas se le marcó a su celular, pero ya no contestaba.
La angustia incrementó cuando su familia le esperaba para una comida con motivo de su cumpleaños y seguía sin tener noticias de él, por lo que los familiares acudieron a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México para denunciar su desaparición.
En entrevista, la tía de Cristian –de quien se reserva el nombre por motivos de seguridad- comentó que ir con las autoridades a presentar la denuncia no sirvió de nada, porque lejos de ayudar a buscarlo, recibieron amenazas y hasta extorsiones, además de que la investigación, que de por sí no avanzaba mucho, se tornó aún más lenta con mayores trabas.
“Cómo los de la fiscalía general no hacen nada, la verdad, nosotros investigamos por nuestra cuenta”, relata.
Luego de acudir a la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución de Delitos en Materia de Desaparición Forzada de Personas y la Desaparición Cometida por Particulares, la hermana de Cristian recibió una llamada en la que un testigo le informó que el día de la desaparición, el joven se encontraba comiendo en un negocio, cuando un sujeto de aproximadamente 45 a 50 años de edad lo golpeó y posteriormente hicieron lo mismo.
Según relata la hermana, lo que sabe es que lo golpearon al confundirlo con un delincuente y a pesar de que él les decía que es un enfermero, continuaron hasta dejarlo semiconsciente sobre la vialidad.
Después de que se retiraron las personas que golpearon al joven, a unas cuadras aparecieron unas patrullas, pero en lugar de apoyarlo, lo suben a una de las unidades; a partir de ese momento no se volvió a tener noticias, hasta ahora que fue hallado muerto.
Fuentes de la Fiscalía del Estado de México indica que la carpeta de investigación se modificó de desaparición a homicidio doloso.
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