El gobierno de Querétaro, que encabeza Francisco Domínguez, decidió que su estrategia para afrontar la crisis económica que ha causado la pandemia es… hacer compras de lujo con cargo al erario.
Mientras la mayoría de los estados han tenido que ajustar sus presupuestos y recortar gastos de este año por la aparición de la Covid-19, el gobierno de Querétaro eligió la ruta contraria y comprar, entre otras cosas, camionetas de lujo último modelo, motocicletas deportivas que cuestan un cuarto de millón de pesos, pantallas definición 4K Ultra HD y hasta frigobares para las oficinas de la alta burocracia, mientras su sistema de salud se queda sin insumos y lucha por no desbordarse de enfermos y fallecidos.
EMEEQUIS consultó los registros públicos de las compras realizadas durante el primer semestre del año por el gobierno del panista “Pancho” Domínguez y halló, por ejemplo, que el 23 de junio pasado se concretó la compra de una camioneta Jeep Grand Cherokee, con sonido premium de 19 bocinas y doble quemacocos con vista panorámica, a un costo de 689 mil 747 pesos.
No sería la única camioneta de ese lujoso modelo “confort superior y elegancia”, como lo describe la marca, que compraría el gobierno queretano en el primer semestre del año: en total, siete Jeeps Grand Cherokee con todo y sus asientos deportivos tipo Nappa con inserciones de gamuza se añadieron a la flotilla de los funcionarios del estado.
MÁS COCHES CON MÁS LUJOS
También se sumaron ocho camionetas Ford F-150 último modelo, que con su pantalla táctil y a color de 8 pulgadas y su sistema de aire acondicionado premium, costaron cada una 623 mil 100 pesos con cargo al erario público.
La compra de vehículos nuevos no paró ahí: la administración estatal compró siete camionetas X-Trail con sistema de audio Bose con ocho bocinas, aire acondicionado de doble zona y quemacocos panorámico incluido, a 414 mil 898 pesos cada una; 12 vehículos Nissan Frontier a 365 mil 958 pesos cada uno y 21 vehículos Versa, a 262 mil 721 pesos por unidad, entre otros más.
En la lista de altas a bienes inmuebles destacan, por ejemplo, seis motocicletas deportivas de alta gama a 247 mil 63 pesos e instrumentos musicales, como 21 chelos de 8 mil 700 pesos cada uno, 19 bocinas de sonido con alta fidelidad a 27 mil pesos cada una y 12 contrabajos a 13 mil 804 pesos por pieza.
DESDE PANTALLAS HASTA INSTRUMENTOS MUSICALES
Pero donde el gobierno de Querétaro se despachó con la cuchara grande durante la pandemia fue en la compra de electrónicos nuevos: un dron de casi 90 mil pesos con su respectivo kit de amenidades por 30 mil pesos, 13 pantallas –una de 116 mil 121 pesos– y 207 computadoras portátiles nuevas.
En total, la administración de Francisco Domínguez compró 2 mil 52 objetos en el primer semestre del año, mientras la Covid-19 amenazaba con herir las finanzas públicas del estado.
En estos registros públicos, el gobierno de Querétaro no precisa a los ciudadanos por qué hizo esas compras de lujo, qué dependencias son las beneficiadas y qué uso útil tendrán los vehículos último modelo, las pantallas de alta definición y los instrumentos musicales para los ciudadanos.
EN LA MIRA POR EL CASO ODEBRECHT
Actualmente, el gobernador Francisco Domínguez se encuentra en medio del escándalo político que desataron las declaraciones del exdirector de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, sobre el presunto pago de sobornos a prominentes políticos mexicanos a cambio de beneficios para la constructora brasileña Odebrecht.
De acuerdo con las declaraciones que hizo Emilio Lozoya a la Fiscalía General de la República (FGR), él ordenó el pago de sobornos a senadores del periodo 2012-2018 para que votaran a favor de la Reforma Energética que propuso el expresidente Enrique Peña Nieto, que permitía a la empresa petrolera mexicana hacer negocios con empresas particulares.
"En el caso específico de Francisco Domínguez Servién, las exigencias de dinero llegaron al nivel de que, encontrándonos en un evento internacional en Estados Unidos y encontrándose dicho legislador en estado de ebriedad, tomó la bandera de México y la lanzó, gritando que ‘esto era una traición porque no le cumplían con la entrega del monto pactado’”, narró Emilio Lozoya en su declaración como testigo colaborador del caso Odebrecht a la justicia mexicana.
Antes de ser gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez fue senador del Partido Acción Nacional y, según Emilio Lozoya, gracias a esa posición se benefició con una parte de los 80 millones en sobornos que habría pagado Odebrecht a él y a otros compañeros de partido, como el actual gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca, y el excandidato presidencial Ricardo Anaya, entre otros.
“El señor Emilio Lozoya ha pretendido involucrarme con una bajeza inaudita en actos de corrupción. Ha aportado sólo sus dichos que valen lo que su prestigio: nada”, aseguró el gobernador Francisco Domínguez, junto al presidente Andrés Manuel López Obrador, el pasado 19 de agosto.
MÁS ESCÁNDALOS DEL GOBER
Sin embargo, el escándalo del caso Lozoya sí ha golpeado en su círculo cercano: dos días antes de rechazar que fue sobornado, Francisco Domínguez solicitó la renuncia de su viejo amigo y veterano colaborador, Guillermo Gutiérrez Badillo, su secretario privado, luego de que se difundió en redes sociales un video en el que se observa al colaborador del queretano recibir bolsas con fajos de billetes en el Senado de la República.
El video titulado “El video de Emilio Lozoya (prueba de sobornos)” sugiere que ese dinero sería sería parte de los sobornos que recibió Francisco Domínguez como senador, pero que antes de llegar hasta sus bolsillos pasó por las manos de Guillermo Gutiérrez Badillo, quien acompañó a “Pancho Domínguez” desde el Senado de la República hasta la campaña a gobernador y luego al gabinete estatal.
Las compras de lujo en plena pandemia y el caso Emilio Lozoya no son las únicas controversias que persiguen a Francisco Domínguez.
En el 2015, se dio a conocer el audio de una conversación entre el queretano y el ahora mandatario panista de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, en el que hablaban de recibir de un hombre identificado como “El Kors” depósitos mensuales de 6 millones de pesos, que después ellos deberían “pagar chingón”.
De acuerdo con columnas periodísticas locales y nacionales, “El Kors” sería el apodo con el que se referían los gobernadores y otros políticos de altos vuelos al entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Fuente.-@oscarbalmen/
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