Dentro de las naciones que integran la Organización Para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los empleados del país del águila y la serpiente son los que más horas laboran al año. Sin embargo, esto no se ve reflejado en mejores retribuciones o mayor productividad.
Especialistas del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguran que 25 por ciento de los trabajadores mexicanos sobrevive con menos de 88.36 pesos diarios y que apenas 10 por ciento de la población obtiene más de cinco salarios mínimos al mes.
En México, más de la mitad de los trabajadores tienen un empleo informal y no cuentan con seguro o no pueden ahorrar para un retiro digno, pese a que son quienes más horas trabajan al año según la OCDE
“En la OCDE vemos un país dinámico en plena transformación […] Vemos un país abierto, integrado a la economía internacional, pero también profundamente desigual con grandes sectores alejados de la modernidad, con una población trabajadora llena de esperanza, con valores importantes y al mismo tiempo con salarios muy bajos y altos niveles de informalidad”, dijo el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, a principios de 2018 durante su participación en la 39º Reunión de Embajadores y Cónsules de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Las precarias condiciones laborales en el país, advirtieron César Armando Salazar López y José Nabor Cruz Marcelo, especialistas en macroeconomía por la UNAM, tampoco han mejorado con la creación de más empleos.
Esto se debe, principalmente, a que las nuevas plazas de trabajo ofrecen salarios que difícilmente permiten llevar una vida digna. Esta realidad deja en claro que cantidad no significa calidad
“Aunque se ha reducido la tasa de desempleo en los últimos cinco años en 3.34 por ciento en el segundo trimestre de 2018, casi 60 por ciento de los trabajadores carecen de seguridad en el empleo, lo que exacerba la precarización del mercado laboral”, señalaron.
Hoy en día, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, la informalidad laboral que existe en el país equivale a 58.4 por ciento del total de personas que trabajan, lo que significa que miles de trabajadores en el país no cuentan con prestaciones de ley como acceso a servicios de salud, derecho a una indemnización al término de la relación laboral o una pensión para el retiro.
El estudio también reveló que la situación para quienes se encuentran en pobreza y pobreza extrema es cada vez menos distinta, pues el porcentaje de las personas que conforman estas categorías es igual en ambos casos a los que se tenía en la década de los 90.
EL DESAFÍO DEL NUEVO GOBIERNO
Para tratar de remediar las malas condiciones laborales en el país, la nueva administración que entrará en funciones a partir del 1 de diciembre y que estará encabezada por Andrés Manuel López Obrador, ha propuesto subir el salario mínimo.
De acuerdo con Gerardo Esquivel, quien fungirá como subsecretario de egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el próximo gobierno, el incremento será del 14.3 por ciento. Esto significa que el salario mínimo por ocho horas de trabajo en el país pasará de 88.36 pesos a 102 pesos por jornada.
“Es uno de los temas en lo que tenemos gran coincidencia con quien será el Presidente de la República”
En una primera etapa, el objetivo de este incremento será que cualquier trabajador en el país pueda, por lo menos, cubrir sus necesidades básicas y adquirir los productos que conforman la canasta básica.
Según datos de la Comisión Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), organismo responsable de medir la evolución de la pobreza en México, el costo de la canasta alimentaria en zonas urbanas al mes de julio fue de mil 492 pesos mensuales y 34.8 por ciento de la población todavía tenía ingresos inferiores al costo de la canasta alimentaria durante el primer trimestre del año.
“Es una posibilidad muy real aumentar el salario mínimo por primera vez en mucho tiempo por encima del umbral de pobreza extrema; pero aún será bajo”, aseguró Esquivel.
Durante 2017 el salario mínimo registró un incremento de 73.04 a 80.04 pesos. Pero en términos reales, el aumento no se vio reflejado en el bolsillo de los trabajadores, pues la inflación en el país también fue la mayor en los últimos 16 años y alcanzó un nivel de 6.77 por ciento en diciembre del año pasado.
Por ende, a principios de 2018, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) aceptó un alza de 80.04 a 88.3 pesos por jornada trabajada.
Pero el verdadero objetivo del próximo gobierno es que en 2024, a finales del sexenio, el salario mínimo que reciben los trabajadores duplique al actual para que puedan alcanzar la línea de bienestar que establece la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
A esta propuesta también se sumó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), pues su presidente Gustavo de Hoyos afirmó que es uno de los temas en los que más coinciden con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
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