martes, 8 de marzo de 2016

Se "ENTREGA GENERAL de BRIGADA a la JUSTICIA MILITAR y la PONE en DUDA,ACUSA ARBITRARIEDADES".


En un hecho inusual, el General de Brigada Marco Antonio Barrón Ávila se entregó ayer a la justicia militar para afrontar un proceso por delito grave.


Barrón denunció arbitrariedades y aseguró que pretenden acusarlo dos veces por los mismos hechos.

Acompañado de su esposa, sus hermanas y su hijo, el ex comandante de las Zonas Militares en Puebla y Colima ingresó voluntariamente al Campo Militar Número 1.

Previamente rindió declaración preparatoria ante un juzgado castrense y se declaró inocente del uso ilegal de insignias y transporte de un vehículo robado.

A Barrón lo absolvieron el año pasado de haber pintado una camioneta de su propiedad con los colores de la milicia.

Luego fue acusado de ordenar a soldados la remodelación de su casa en Querétaro, caso por el que lo sentenciaron a un año y 8 meses de prisión, aunque el General habla de irregularidades y falta de evidencias.

El tercer y último asunto consignado, por el cual se entregó ayer, es por un delito grave: lo acusan de transportar una camioneta robada, la misma que antes le habían imputado camuflar ilegalmente.


El General dijo que, desde que compró el vehículo y hasta ayer, el Registro Público Vehicular no lo reportaba robado.

"Desde el punto de vista legal y de derechos humanos, considero que es una persecución en mi contra. No sé los motivos, no tengo idea del porqué", indicó Barrón en entrevista antes de entregarse.
'Es una persecución en mi contra'

El pasado sábado lo habló con su familia y no hubo vuelta de hoja.

Varios miembros de la justicia castrense se sorprendieron ayer alrededor de las 11:00 horas, cuando el General de Brigada Marco Antonio Barrón Ávila llegó a la puerta del Juzgado Sexto Militar y les espetó "vengo a entregarme".

El juez castrense estaba en un curso; la sala de audiencias no estaba lista y hubo una espera de varios minutos para que entraran el General, su esposa Irma Orozco, sus familiares y su abogado José Miguel Castillo.

"¿Usted sabe cuál es el procedimiento cuando acabe la diligencia?", le dijo una funcionaria de la Procuraduría Militar, durante la declaración preparatoria, como si el acusado ignorara que su destino sería la cárcel.

Barrón no se guardó ante el juzgado y dijo que lo estaban acusando dos veces de los mismos hechos, que los testigos de cargo en realidad nunca dijeron lo que le imputa la Procuraduría castrense y que violaban sus derechos humanos.

En los dos últimos años, la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM) ha consignado tres expedientes contra Barrón. 

Además de ser acusado de camuflar su Cheyenne e instruir a soldados remodelar su domicilio, a fines de 2015 la PGJM consiguió una nueva orden de aprehensión por uso ilegal de insignias y transportar un vehículo robado, pero a diferencia de los dos casos anteriores, esta vez había un delito grave sin derecho a la libertad provisional.

Momentos antes de su entrega, Barrón aceptó hablar con REFORMA.

Reveló que en el caso de la casa de Querétaro, nunca firmó una orden para que remodelaran su casa y las que existen las suscribió un capitán que admitió no haber recibido la instrucción de un superior. La tropa tampoco lo acusa y él estaba de vacaciones cuando ocurrieron los hechos.

Del tercer asunto, expuso que se trata de un delito del fuero común y no del fuero castrense, y que el vehículo robado que le acusan transportar de una entidad a otra en realidad es la misma camioneta Cheyenne que -según dijo- todavía ayer no tenía ningún reporte de robo en el REPUVE.

¿Este asunto del vehículo era de hace dos años y lo consignan hasta ahora?
Así es, además, en ese sentido, la misma juez y el MP verificaron ellos mismos en Plataforma México y no hay reporte (de robo).

¿Es por denuncia anónima?
No sé de dónde lo hayan sacado, yo quiero que me digan dónde está el reporte de robo, igual y lo hay, pero ¿cómo saben que yo sabía si yo también cuando compro un carro me meto a Plataforma México a verificarlo? Y allí tengo las pruebas de que desde marzo de 2013 yo tengo un documento donde ese vehículo no tiene reporte de robo, inclusive hasta ayer volví a verificar y no tiene reporte de robo. 

¿No le están cobrando su cercanía con algún General ex secretariable?
No niego que conozco a mi General Carlos Gaytán, sin embargo, nuestra relación, independientemente del aspecto personal o profesional, siempre fue llevado a cabo conforme a los procedimientos y las leyes, no hay una cuestión que se pueda decir que por ser amigo de él tenga yo un problema ni creo yo que mi General Secretario se preste a ese tipo de reacciones. Estoy seguro que no se prestaría a eso.

Yo confío en que la situación por la que estoy pasando se aclare y se lleve un buen juicio y se me lleve conforme a derecho, nada más, y que si existe algún problema en esos tres casos que me adjudicaron, que exista el procedimiento legal, yo creo que es lo ideal porque yo he visto muchas anomalías, muchas arbitrariedades, principalmente del personal que administra la justicia militar.

¿Qué opinión le merece la justicia militar?
En cuanto a lo que está establecido legalmente yo confío, lo que no confío son en las personas que la están llevando a cabo y la forma, yo estoy seguro que mi General Secretario no tiene conocimiento de cómo se está llevando el caso, si supiera creo yo que actuaría en consecuencia.

¿Qué le diría al General Secretario?
Pues que me diera primeramente la oportunidad de exponerle la situación, con pruebas obviamente, y... que tome consideraciones en cuanto a que mande a revisar este tipo de actuaciones de algunos funcionarios de la justicia militar, porque no creo que sea justo que personal de esa dependencia, tanto de la Procuraduría como de la Dirección General de Justicia Militar lleven a cabo acciones que, creo yo, mi general secretario no sabe.

¿Por qué se entrega?
Porque me he estado dando cuenta que desde el punto de vista legal y de derechos humanos, ya considero que es una persecución en mi contra, no sé los motivos, no tengo idea del por qué. Y además que los procedimientos  no han sido ajustados conforme a derecho, que es lo que a mí más me preocupa.

¿Por qué no pensó en huir?
Porque no soy culpable, soy totalmente inocente y aun si no fuera el caso, yo les dijera a mis hijos y a mi esposa; si yo tuviera algo, ya se los hubiera dicho. No tengo absolutamente nada que esconder.

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