El Ejército Mexicano cuenta ya con su propio modelo de lanzagranadas calibre 40 milímetros, diseñado por ingenieros militares para cubrir las necesidades de combate en distancias en las que no se pueden usar morteros para apoyar las posiciones de la tropa y cubrir su avance.
Se trata de un lanzagranadas de baja velocidad, diseñado para batir objetivos localizados en un rango mínimo de 30 metros y un máximo de 400 metros sin que el blanco sea necesariamente destruido, sino solo neutralizado.
El proyecto para el desarrollo de esta pieza inició apenas a comienzos del 2014 y forma parte del programa Investigación y Desarrollo Militar en Colaboración con Universidades Públicas (Programa A022).
El documento Logros 2014, del Programa Sectorial de Defensa Nacional 2013-2018, menciona en su página 15 el desarrollo de este proyecto, señalando que el lanzagranadas de 40 milímetros es de diseño nacional, que se sometió a pruebas de fuego disparando 20 granadas de práctica y 70 granadas de guerra con falsa espoleta.
Una de las razones fundamentales para autoriza el desarrollo y fabricación de este tipo de arma es que los cárteles del narcotráfico las utilizan desde hace varios años. El ejército y la Marina han encontrado en aseguramientos varios lanzagranadas de baja velocidad y granadas de 40 milímetros, también de baja velocidad y utilizadas en ataques a corta distancia contra las fuerzas armadas y la Policía Federal.
El 25 de febrero de 2010, un comunicado de la Sedena sobre la Operación Conjunta Culiacán – Navolato – Guamúchil – Mazatlán, señalaba la detención de varias personas a las que se les aseguraron lotes de armas y cartuchos. Entre las armas incautadas estaban:
- 1 (un) Fusil Barret calibre .50”
- 5 (cinco) Fusiles AK-47, calibre 7.62 x 39 mm.
- 1 (un) Aditamento lanzagranadas calibre 40 mm.
- 1 (una) Pistola calibre 10 mm.
- 2 (dos) Pistolas calibre 5.7 mm.
- 4 (cuatro) Granadas calibre 40 mm. de baja velocidad.
- 24 (veinticuatro) Cargadores para armas de diferentes calibres.
- 984 (novecientos ochenta y cuatro) Cartuchos de diferentes calibres.
- 1 (un) guardamano para fusil AR-15.
Desde la publicación del documento Logros 2014, del Programa Sectorial de Defensa Nacional 2013-2018, en febrero de este año, la Sedena no había mencionado el tema de los prototipos del lanzagranadas de 40 milímetros hasta que en la edición del mes de abril de la Revista Electrónica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos le dedicó un artículo escrito por el Subteniente de Materiales de Guerra, Gilberto Medina Hernández.
El texto señala que el alto mando ordenó desarrollar el proyecto y que este presentó varias dificultades que fueron superadas en cada una de las fases de su ejecución. La primera exigencia del proyecto fue la de revisar a profundidad que no afectara otras patentes similares y al derecho de propiedad industrial de armas y aditamentos existentes.
Se desarrollaron cuatro prototipos de lanzagranadas y tras una revisión de sus características ergonómicas se procedió a imprimirlos en 3D, obteniendo un modelo final. Lo siguiente fue determinar el material del que estaría hecho el lanzagranadas y se optó por el titanio, que es ligero y de alta resistencia, menos pesado para fabricar otros lanzagranadas con materiales convencionales.
Crear un cañón adecuado a los requerimientos del proyecto fue un reto, porque fabricar una pieza de este tipo con el rayado y los materiales tradicionales resultaba muy complicado.
Pese a todo, las pruebas resultaron positivas y se autorizó la fabricación de un lote experimental de estos lanzagranadas, además de que el alto mando dispuso que se registraran dos patentes ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para proceder a su fabricación en línea.
Fuente.-@Jorgemedellin95
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